Mi único pecado, fue quererte.

Capítulo 51

 Las siguientes semanas la compañía se volvió muy ajetreada después de la adquisición de la agrícola, prácticamente nadie tenía tiempo para conversar o tomar una taza de café.

Sofía trabajaba viendo los nuevos cargos para aquellos que manejaban el tema agrícola y diferenciando los espacios en la oficina, para que el área de mar estuviera separada al área campestre, así que realizaron cambios estructurales en todo el edificio. El ajetreo en las oficinas, hacían considerar a los directivos en adquirir lugar, para liberar el hacinamiento que se formó.

Por su lado, Jorge trabajaba estrechamente con los CEOS, en especial, con el padre de Sofía, volviéndose rápidamente en la mano derecha de este, teniendo toda su confianza y actuaba como un verdadero líder, guiando a los funcionarios, para que no sufrieran un colapso nervioso por el aumento de trabajo.

El caos comenzó a disminuir después de transcurrido un mes, y ya puesta en marcha las producciones de frutos del campo, todo comenzó a normalizarse. Muchos funcionarios comenzaron a pedir sus vacaciones, así que las oficinas comienzan a quedar un poco más vacías.

Durante una tarde, Marco ingresa en la oficina de Carlos y coloca el seguro a la puerta.

— Estos días han sido caóticos, también quiero vacaciones.

— Pero sabes que no puedo tomar vacaciones aún. Espera un poco más y saldremos a un lugar lindo con mentalidad más abierta. — Carlos abre sus brazos para que Marco se siente en su regazo, así poder acariciarlo y besarlo.

— Me gustaría ir a Estocolmo.

— Elígelo tu mi amor, y planifícalo. Te daré fechas para cuando podamos pedir vacaciones

— Quiero verte esta noche, con todo el ajetreo, siento que te he abandonado

— Vamos a tu departamento. Me gustaría salir a esas termas de la montaña este fin de semana. Creo que nos merecemos el descanso — sugiere Carlos.

Marco le acaricia el cabello y suspira

— Si, eso me encantaría — Marco lo besa de manera dulce, mientras lo acariciaba y sentía como Carlos hacía lo mismo.

Ambos estaban relajados en un largo beso, hasta que escuchan un carraspeo de garganta que venía desde la entrada.

La pareja de enamorados, asustados se levanta, la sangre se les fue a los pies cuando ven que quien los descubrió era Jorge, que estaba tan sorprendido como ellos.

Jorge cierra la puerta y vuelve con ellos.

— Hem... lo que vi... fue muy incómodo... digo... ¿Sofía lo sabe? — pregunta Jorge, presionando sus manos.

Carlos mira a Marco con enfado y le susurra.

— Pensé que cerraste la puerta

— Si lo hice

— Hey... ¿Hola?... no me ignoren... quiero saber qué pasa — insiste Jorge, que del asombro pasa a la risa.

Carlos y Marco se miran y lanzan un suspiro. Invitan a tomar asiento a Jorge. Ellos le contaron su historia y el compromiso con Sofía, lo que produjo un ataque de risa en Jorge.

— Jajaja... cielos... jajaja...

— Por favor, no le digas a Sofía que ya sabes — suplica Carlos.

— Si... ella está loca... realmente loca, nos hará pedazo cuando se entere — dice preocupado Marco.

— Y ¿por qué debería guardar su secreto? No quiero seguir ocultándome, solo para que ustedes tengan su relación en las sombras.

— Hey, nosotros te hemos ayudado a que consigas avanzar con Sofía — Dice con enfado Carlos.

— Exacto, si no fuera por nosotros, aún estarías afuera de su departamento, golpeando a su puerta

— Recuerda que nosotros somos sus íntimos amigos. Así que no te conviene estar en nuestra contra.

— No lo sé Carlos, siento que me has fastidiado bastante — responde Jorge con reproche.

— Todo lo que he hecho, era para proteger a mi amiga — sé justifica Carlos.

— ¿A si? Y por eso la besaste en el gimnasio, ¿era para ponerme celoso?

Carlos se sobresalta al escuchar eso, estaba tan molesto y le susurra entre dientes.

— Maldito, cállate...

Marco molesto, mira y encara a Carlos.

— ¿Qué beso?... ¿Besaste a Sofía para poner celoso a su amante?

— Ah... no amor, solo está diciendo cosas porque está molesto...

Marco se levanta enojado y se marcha de la oficina, a lo que Carlos hace lo mismo para ir tras de él.

— Carlos perdona, no quería dejarte en un problema — dice Jorge tomándolo por el brazo antes de que salga.

— Ah... ¡Cállate!... por tu culpa, ahora tengo problemas con mi novio, y si Sofía se entera, tendré también problemas con ella

— Tranquilo... no le diré a nadie...

Carlos le lanza una mira de enfadado y se marcha tras de Marco.

Jorge estaba tan contento de saber la verdad de Sofía, que ahora entendía muchas cosas y hasta se sentía estúpido por estar celoso, así que sale corriendo para buscarla en su oficina.

Sofía ve que Jorge entra de forma apresurada, se veía que estaba muy contento.

— ¿Le pasó algo, Señor lraná?

Jorge la toma por una mano y la levanta, sentándola encima del escritorio, mientras reía.

— Cállate... solo bésame niña mala.

— Jorge, ¿por qué tan de repente?

— Porque te amo, y vamos a vivir juntos desde ahora

— Pero no puedo, ¿se te olvida que tengo un compromiso?

— Lo sé. Pero cuando tengas que verlo... hazlo, te juro que ya no me molesta.