Capítulo 58

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Sofía estaba muy animada en la oficina. Le había contado a sus amigos sobre la propuesta de matrimonio, y miraba cada tanto su anillo que decoraba su mano, que si bien era hermoso, lo hacía por todo lo que simbolizaba, ya que de solo pensar en qué Jorge sería su esposo, le alegraba el día.

Carlos llama a Sofía a una reunión con los directivos, puesto que deseaban evaluar la permanencia de Jorge, por el hecho de que su contrato terminaba esa semana, así que habían convocado una reunión extraordinaria.

Al llegar Sofía a la sala de reuniones, toma asiento junto con Carlos. Jorge estaba de pie al lado de Federico y la miraba con una sonrisa cariñosa, que desaparece al mirar a los directivos en esa mesa.

— Bien, como ya saben, Jorge será mi yerno, así que él continuará trabajando con nosotros como hasta ahora — Anuncia Federico.

— Federico, no estamos aquí por eso. Queremos tu renuncia dentro de los próximos días — Comenta Gonzalo, uno de los directivos de apariencia tosca y huraña.

— ¿De qué demonios están hablando? — pregunta Federico perplejo.

— No te queremos con nosotros. Nos has estafado por años, has puesto la reputación de la compañía en riesgo por tus fraudes al fisco, no eres una persona de confianza — Dice con severidad Bernardo, el Padre de Carlos, que le entrega un portafolio.

Federico lo revisa, palideciendo al estar todas sus transacciones ilícitas a las cuentas personales, su fraude con la beneficencia y compra de propiedades a nombre de la compañía.

— Pero... aquí hay un error — dice Federico apresuradamente. Mira a Jorge pidiéndole ayuda, pero este no se inmutaba.

— Pensamos que al ser nuestros socios eras leal. Todos hacemos cosas ilegales, pero tú le has robado a tus propios amigos por años, así que, por votación mayoritaria, estás fuera. — Anuncia Gonzalo.

Sofía estaba sorprendida, no podía creer que su padre fuera retirado de la empresa que trabajó por años.

— Si te retiras ahora, te daremos una pensión, como jubilación anticipada, seguirás ganando un sueldo para que puedas estar conforme, por todos tus años en la empresa — comenta un directivo bajo y gorrito, de apariencia amable, llamado Camilo.

Federico se levanta malhumorado y comienza a gritar.

— NO, ESTA ES MI EMPRESA, YO LA CONSTRUÍ Y HE TRABAJADO EN ELLA POR AÑOS, USTEDES NO PUEDEN DECIDIR SOBRE ESTO.

— Pero ya lo hicimos, y no pondremos la reputación de la empresa en riesgo. Si esto se llega a descubrir, estaremos todos en problemas — vuelve a decir de malhumor Gonzalo, que ya estaba rojo de rabia.

Federico estaba desesperado, pero tenía que saber jugar para no perder.

— Muy bien, pero mi sucesor será Iraná.

— Nada de eso, quien se quedará a cargo de tu lugar, será Sofía. Ella ha manejado en todo este tiempo la sección de la agrícola y nos daba los reportes, sin necesidad de que nos preocupemos. Puede manejar completamente la empresa con sus capacidades, además de informarnos de toda esta situación cuando se ha enterado. Ella tiene toda nuestra confianza. — responde Bernardo.

Sofía no podía creer lo que estaba escuchando. Ella no estaba enterada de nada de lo que ahí se decía, y si hubiera sabido que su padre realizaba aquellos actos ilícitos, tampoco lo hubiera puesto en evidencia. Tan pronto como pensaba en esto, hace las conexiones. Su padre la miraba como si quisiera asesinarla y tras de él, estaba Jorge, dándole una mirada cómplice.

— Ella no puede, no tiene habilidades, Iraná es más de confianza — asegura Federico.

— No... él es tu cómplice. Él estaba involucrado en encubrir los fraudes y también nos mintió, en cambio, Sofía nos informaba de esto y solucionaba todo silenciosamente — Gonzalo mira a Sofía — Solo queremos saber señorita Mydffai, si ¿estás lista para tomar el cargo?

— Claro que no, es una mujer que no puede y no tiene habilidades, arruinarán a la empresa — insistía Federico sin permitirle responder.

Sofía mira como su padre, hasta en esos momentos de desesperación la humillaba, sin pensarlo mucho, se levanta de su silla y habla con voz firme.

— Si... he estado lista hace mucho tiempo.

— Perfecto, entonces Federico, estás desvinculado de la empresa y Sofía, felicidades por el ascenso, ocuparas el cargo de tu padre. — contesta Gonzalo, que se levantan para estrecharle la mano y felicitarla.

Carlos la abraza y comienza a reír, estaba orgulloso por ella, al igual que el resto de directivos que se acercan para saludarle. Sofía, mientras reciba las felicitaciones, veía como su padre sale de la sala y le decía a Jorge que lo acompañé.

Cuando todos se alejaron de Sofía, ella se retira de la sala y ve que Jorge la estaba esperando afuera.

— Pero Jorge, ¿qué has hecho? — Sofía se acerca para hablarle en forma de susurro — ¿Todo fue para desvincular a mi padre? Yo le odiaba por lo que hizo, pero se te ha pasado la mano, ¿cómo lograste dejarme a mí?

— Enviaba correos con la información por medio de tu cuenta, el resto solo te lo has ganado tú, ya que estabas a cargo del emprendimiento de la agrícola.

— Pero Jorge... lo que le has hecho a mi padre, fue demasiado.

— Por eso no te lo dije, sabía que esto sería complicado para ti. Pero no ha terminado, vamos. — Jorge toma a Sofía por el brazo, pero ella no quería ir donde él la arrastraba. — Vamos Sofía, se valiente. Debes enfrentar a tu padre.

Ambos ingresan a la oficina de Federico, a lo que él, descarga su furia en contra de su hija.

— ¿Qué haces aquí? Eres una desleal, te escondiste como una zorra a esperar para sacarme de la compañía. Jorge, no te preocupes, que goce del momento de gloria, pero la sacaremos y tú te quedarás en el puesto.

— Y a ti, ¿quién te dijo que yo quería ese puesto, o que tan solo pensaría en traicionar a Sofía? — Responde Jorge con una sonrisa burlona.

Federico estaba pasmado al escucharlo, y con una risita nerviosa, responde.

— ¿De qué estás hablando? ¿estás confabulado con ella?

— Claro que no Federico, Sofía nunca podría traicionarte. Tu problema fue creer en quien no debías. Si alguna vez le hubieras dado el crédito a tu propia sangre, en vez de confiar en otros, esto no estaría pasando Federico.

— Pero ¿por qué lo haces? Yo te daría la empresa, te traté como a un hijo, ¿tú enviaste esos correos informándole a mis socios?

Jorge imitando a Federico.

— A ya... corta con tus lecciones de moral, basta de sentimentalismo, tú no puedes hacerte cargo de una empresa, eres débil — ríe ante el delicioso gozo de aquel momento de venganza.

— ¡BASTARDO! Te dejaste engañar por las piernas de una mujer...

— Qué boca sucia tienes Federico, no es digno de un hombre de tu categoría — Jorge toma un portafolio de la estantería y se lo entrega. — Quiero que firmes todos los documentos que Sofía ahora va a escoger.

Federico lo abre y al ver el contenido, queda horrorizado, apoderándose la rabia de él.

Mi único pecado, fue quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora