Mi único pecado, fue quererte.

Capítulo 53

Durante la semana, Sofía fue llamada por su padre a la oficina para informarle que dejaría a cargo a Jorge, mientras estaba de vacaciones con su madre. A pesar del alegato de que ella podría hacerlo, su padre solo le pedía que aprenda del asesor y que se encargue del trabajo que siempre ha tenido en la empresa.

— Bien Jorge, me siento confiado en que te quedes a cargo. Si tienes algún inconveniente me llamas — dice el señor Mydffai, acomodando algunos papeles en su escritorio.

— Tranquilo Federico, puedo preguntarle a su hija lo que no sepa, usted simplemente descanse.

— Toma, te dejaré las llaves de la oficina. Espero que se pueda manejar bien el tema de los productos agrícolas

— Cuando tú llegues, ya estará en el mercado, solo necesitaremos ver las ventas y la recepción del público, así que el trabajo más grande de este periodo será con Marketing

— Así es. Confío que Carlos hará un buen trabajo para impulsar los productos. Ya me voy, confío en ti.

— Disfruta Federico y no te preocupes por nada.

Cuando Jorge ve a Federico marcharse, inmediatamente comienza a trabajar. Por mucho tiempo esperaba esta oportunidad y estaba emocionado de tener el control de esta gran empresa.

Mientras pasaban los días, Sofía se daba cuenta de que Jorge cada vez estaba más obsesionado con su trabajo, le recordaba al antiguo Jorge de la universidad. Él llegaba muy tarde durante las noches y muchas veces solo lo veía al despertar por las mañanas, tampoco despidió a la Abuela cuando se marchó, trabajaba los sábados y continuaba los domingos en casa.

— Payasito... te he notado distante desde que te has quedado a cargo de la compañía

— Pronto terminaré con todo esto, pero necesito que no me presiones, lo que estoy realizando es muy importante y requiero concentración para llevarlo a cabo.

— No quiero que estés obsesionado con el trabajo. Ya eres bueno en lo que haces, no es necesario demostrarle nada a nadie.

— Claro que no.

— ¿Y en qué trabajas con tanto ahínco?

— Es una sorpresa, pero necesitaré que me ayudes con algunas cosas.

— Sí... dime

— Quiero que, en este periodo, expliques los balances a los directivos, toma el cargo, yo te daré la información y cada cosa relevante que es necesario notificar, necesito que tú lo informes por correos.

— Pero eso lo deberías hacer tú, ya que tú te has quedado a cargo.

— Lo sé, pero necesito apoyo en eso, quiero que trabajes como mi segunda al mando y no puedo perder el tiempo con esas cosas. ¿Me ayudarás?

— Sí, yo daré las informaciones.

Sofía enviaba correos a los directivos y daba presentaciones sobre cómo avanzaba las líneas de producción, se informaba con los supervisores de cada fábrica y Jorge le entregaba algunos reportes, además de cosas que debía explicar, en pocos días, se sentía una CEO, la cara visible detrás de todo lo que se estaba realizando.

Por su lado, Jorge tenía menos tiempo que antes, y a pesar de que Sofía estaba detrás de todo lo correspondiente a la gerencia, él cada día se veía más agotado al llegar a casa. Los días pasaban y Sofía extrañaba a su amante, así que decide hablar con sus amigos sobre esta situación.

— Bueno, yo estoy agotado con el marketing de la nueva línea de producción, Jorge presiona más que tu padre — Comenta Carlos al beber un vaso de jugo.

— Es que no entiendo que está pasando, no quiere decirme lo que ocurre — dice Sofía con poco ánimo.

— Sofía, yo creo saber lo que pasa — interviene Marco.

— ¿Es algo de finanzas?

Marco asiente con la cabeza, le mira de forma preocupada.

— Desde que Jorge llegó al cargo, existen movimientos de dinero extraños.

— ¿Consideras que está realizando malversación de los fondos? — pregunta Carlos.

— No lo sé, pero se está fugando el dinero, luego reaparecen en las cuentas... es extraño, eran dineros del pago de impuestos.

Sofía estaba asustada, no pensaba que Jorge fuera capaz de robar, pero eso explicaría su nerviosismo y agotamiento excesivo, así que revisa la cuenta bancaria de él y sus últimos ingresos desde la aplicación del celular, pero todo estaba en orden, si se pierde algún dinero, nunca ha llegado a la cuenta de Jorge.

— No existen cambios en su cuenta bancaria — informa Sofía.

— Quizás no es él, quizás aprovecharon que tu padre se fue de vacaciones para hacer esto, y el que está cambiando los fondos, espera culpar a Jorge. — justifica Carlos.

Sofía estaba asustada, pero no podía insinuarle que quizás él estaba realizando actos ilícitos, pero si Jorge es el que estaba haciendo esto, corría gran peligro.

Pronto sería ya un mes desde que Jorge se había quedado a cargo de la compañía y Federico pronto regresaría.

Durante una mañana de día de semana, dos hombres dicen buscar a Federico Mydffai, así que los recibe Sofía. Ellos se presentan, como funcionarios públicos de tesorería de la república y necesitaban ver al encargado para hablar sobre fraudes fiscales. Esto asusta en exceso a Sofía y llama a Jorge.

Jorge los recibe y saluda a los hombres, indicándoles que pasen a la oficina de Federico. Antes de cerrar, Sofía lo mira preocupada, así que él le da una sonrisa y le susurra.

— No te asustes pilluela, solo vienen a ver temas de nuevos impuestos por la adquisición de la agrícola.

— Jorge, por favor, si existen problemas, solo dímelo

— Hablaremos de eso después — Cierra la puerta

Sofía sabía que esto era algo grave, y los minutos dieron paso a horas, hasta que por fin, los agentes fiscales salieron de la oficina. Sofía entra y cierra la puerta, para encontrar a Jorge pensativo con una mirada preocupada.

— Jorge, por favor, ¿qué está pasando? Sabes que puedes decírmelo.

— Lo sé, pero no puedo hablarte de ello. Este es un tema personal de tu padre

— ¿Papá está en problemas?

— Probablemente

— Y tú ¿lo estás?

— Aún no lo sé, pero no quiero que me preguntes sobre este tema, solo te pido que seas paciente.

Por más que Sofía insistía, Jorge no quería profundizar en el tema. Pero las insistencias de ella, le hicieron perder la paciencia, haciendo que, esa tarde, terminen discutiendo.