Capítulo 31

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Los Mydffai se sentaron junto a Jorge durante la fiesta, mientras los garzones servían la cena de esa noche, y el padre de Sofía como se esperaba, comenzó a interrogar al novio de su hija de manera amable e incluso gentil. Jorge respondía a la verdad con todo y Sofía decoraban cada respuesta para que sonaran mejor, pero sabía que su padre miraba a Jorge como escoria, por ser un chico de bajos ingresos.

— Sofía, ¿pero qué pasa?, no has tocado tu cena — Dice Federico de forma amable, luego regresa su vista a Jorge — Y dime, ¿en qué lugar vive tu familia?

— En un sector rural en Capilla... — Tan pronto como dijo eso, se arrepintió. Estaba nervioso y dio una respuesta automática sin pensarlo. Mira a Sofía para pedirle disculpas a través de la mirada, por delatarla.

Federico Mydffai seguía inmutable y sonriente, como si las respuestas que le daba Jorge, fueran de su agrado.

— Ah... Capilla, si recuerdo. Así que Sofía, este muchacho, ¿era tu amiga que visitaba en verano?

Sofía tenía la vista clavada en su plato de carne asada con verduras que tenía al frente, esperando que la tortura terminara pronto.

— Tienen una relación bastante larga entonces, ¿cuántos años?

Los jóvenes guardaron silencio. Al no tener respuestas de nadie, Federico vuelve a preguntar, así que Jorge prefiere responder, puesto que Sofía ya no hablaba, estaba petrificada y su pánico era notorio.

— 2 años

— Ese es un tiempo considerable, quiere decir que esta es una relación con expectativas. Muy bien, entonces deberíamos hablar como hombres tú y yo en privado, sentados calmadamente con un vaso de Whisky, ya que Sofía parece no sentirse cómoda aquí, así que vamos a casa — Federico se levanta de la silla y comienza a retirar la silla de su esposa para ayudarla a salir.

Sofía se acerca a su padre y toma de su mano. Ella lo mira triste y suplicante, como si fuera un cachorro lastimado, que sin contenerse, derrama una lágrima y sus labios temblaban.

— Papá, por favor...

Federico le mira y le regala una agradable sonrisa, dándole unas palmaditas en la mano.

— Está bien hija, sé que pudiste olvidar invitarnos a la fiesta de tu graduación, pero sabes que papá tiene contactos y me preocupo por ti, no podíamos abandonarte en este momento tan especial en tu vida. Bien, les esperamos en casa.

Los señores Mydffai se marchan, dejando a la pareja en la mesa que también tomaban sus abrigos para salir.

Cuando estaba afuera, en los estacionamientos buscando el deportivo, Sofía comienza a llorar a gritos, tomando de la manga del abrigo de Jorge.

— No vallamos... escapemos ahora... — suplica Sofía desesperada.

Jorge la abraza para contenerla, puesto que estaba aterrorizada y había comenzado a temblar.

— ¡Hey! Tranquila, no pasará nada. Tu padre no parecía un tipo malvado, incluso era simpático.

— No Jorge... tú no lo conoces, te hará daño... nos dañará a ambos. Él piensa que el dinero puede pisotear a la gente... ya has visto cómo ha sido conmigo, siendo que soy su hija... tú solo para él eres una distracción a los planes que quizás tenga para mí...

— Sofía, no voy a escapar de él.

— No Jorge, te separa de mí... puede hacerlo, tiene influencias, es como una mafia, todos los grandes CEOS hacen esas cosas, ya lo sé.

Jorge le vuelve a abrazar, consolándola y pidiéndole que confíe en él, porque todo saldría bien. A pesar de eso, él también tenía miedo, pero debía enfrentarlos. Esta era la prueba más difícil de su vida, así que debería demostrar todo su potencial y hacer uso de su inteligencia para superar esto.

Mi único pecado, fue quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora