one shots [TWH]

49-. uno que me ahogue

Personaje: James Conrad
Parte: 11/14
Advertencia: contenido sexual poco explícito.

-estábamos probablemente a punto de morir, digo, se que no justifica que lo hayamos hecho justo porque estábamos a punto de morir, pero lo hicimos por eso, ¿Me explico?- termine de contarle a mi psicóloga

-para empezar- dijo anotando algo en su libreta -¿Porque fuiste a una isla no explorada, con personas que no conoces, sin consultarme antes?- pregunto frustrada.

-me dijiste que debía hacer cosas que me proporcionaran adrenalina, que tenía que dejar de pedir permiso para hacer las cosas porque ya era grande y que debía hacer cosas para contrarrestar la ansiedad social- me justifique.

-claro, he irte a una misión suicida, encontrarte con un simio gigante- dijo y le hice la seña de "sh" -y por si fuera poco tener relaciones con un hombre al que llevabas cuatro días de conocer y que casi te mata, por el simple hecho de que iban a morir. Fue lo que te dije que hicieras- hablo con sarcasmo.

-¡Oye!- me queje -ni siquiera sé si los psicólogos le pueden hablar con sarcasmo a sus pacientes- reproche.

-¡Casi te mueres!- me alzó la voz.

-vale ya entendí- me hundí en la silla.

-soy tu psicóloga y te he tomado cariño, estoy aquí para cuidar de tu salud mental, y el hecho de que te fueras sin consultarme, sin saber si eso iba a dañar el proceso que llevamos, fue una locura- dijo más tranquila -pudiste haber regresado con más traumas o pudiste no haber regresado- explico.

-lo siento, se que hice mal, pero quería hacer algo loco- seguí justificando mi estupidez.

-si pero pudiste morir- nego.

-igual ese sería un premio- rei y ella me miró seria -vale, nada de chistes sobre mi depresión y muerte- baje la cabeza.

¿Porque mi psicóloga me regañaba?

Bueno está historia no empieza en esta plática, vayamos dos semanas atrás.

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Dos hombres me llamaron... Para que entiendan soy fotógrafa... Dos hombres me llamaron, querían a dos fotógrafas profesionales y ya tenían una, les faltaba otra.

Llevaba dos años en terapia y mi psicóloga me había dicho que tenía que hacer cosas que me provocarán adrenalina, a demás de conocer gente nueva y esa era la oportunidad perfecta ¿No?

Nos subieron a un barco, nos explicaron lo que harían y fue cuando lo ví por primera vez.