17 de agosto.
10:00 am.
Andrew Gastrell.
Despierto agitado tras una pesadilla, siempre la misma, un señor que trata de matarme aplica todo tipo de tortura, pero jamás llego al desenlace ya que el miedo me despierta alertando todos mis sentidos. Me encuentro sudado y aun tiemblo de miedo. Decido ponerme de pie para tomar una ducha. Las vibras en este hogar se sienten muy pesadas, no sé si será por el duelo o simplemente por las actitudes tan pesadas de los integrantes.
He notado que Dakota está en un proceso, el mismo que paso Kiana y que provoco la mala relación con nuestro padre. Lo mismo espera para Dakota, ya que si no estas al lado de él, estas bajo el.
Solo le deseo lo mejor.
Me adentro al baño y tomo una ducha rápida, lo que más quiero es salir de aquí, porque este ambiente es demasiado para cualquier persona. Puedes ser la persona más positiva del mundo, pero entras y sales totalmente distinto, es como si apagara todas las ganas de vivir. Les vendría bien una mudanza.
Hoy será mi último día aquí, lo he decidido, por mi salud mental, me frena el dejar sola a Dakota, pero sé que ella sola puede salir adelante también. Estoy a punto de salir por la puerta principal de nuestra casa, pero escucho a mi padre hablar por teléfono tras de mí.
—Claro, enseguida llego —cuelga y con los ojos me hace señas de que lo siga.
Dudo, pero al final obedezco. Subimos a nuestro automóvil, quiero saber qué es lo que pasa. Mi padre maneja con una velocidad exagerada, irrespetando las señales de tránsito, trato de detectar algo en su rostro, pero solo puedo ver molestia. Su ceño fruncido siempre lo delata.
Mis sentidos se alertan cuando veo que nuestro destino es el hospital del pueblo, inmediatamente viene a mi mente Dakota. Pienso en todo lo malo que le pudo haber pasado e infinidad de opciones vienen a mi mente, después de lo ocurrido con Kiana mi mente se ha abierto cada vez más a posibilidades.
Bajamos a toda prisa del auto, dirigiéndonos hacia la recepción, mi padre pregunta por ella y nos llevan a un cuarto de hospital, mi corazón se quiebra al verla acostada, tiene unas heridas leves como rasguños y moretones, luce pálida y a pesar de estar dormida se ve agotada. Esta situación la está desgastando mucho.
—Su familiar Dakota Gastrell sufrió un grave ataque de ansiedad que provoco un colapso, fue encontrada en media avenida desmayada, acudimos a su pronta ayuda y se rehusó, tuvimos que sedarla para tranquilizarla —formulo el doctor sin prestar atención a nosotros.
Las palabras tan secas del doctor nos confunden, pero agradezco que no haya pasado a mayores.
—¿La joven estaba pasando por algún momento difícil, alguna crisis o algo parecido? —pregunta el doctor mientras toma apuntes en una libretita
—Su hermana falleció —respondió cortante mi padre.
El doctor siguió sin apartar la vista de su libreta y pude notar a mi padre incomodarse. En ningún momento dirigió su vista hacia Dakota, en cambio yo no podía dejar de verla. Valla, que injusta podría llegar a ser la vida algunas veces.
—Sería tan amable de decirme que es lo que pasa, por favor —pidió mi padre.
—Ok, la joven está pasando por un duelo que no está sobrellevando muy bien, lo más recomendable es que asista a un psicólogo o un tanatólogo que pueda tratarla a profundidad, considero importante que lo tome en cuenta.
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Todos somos culpables.
Mystery / ThrillerKiana y Dakota son hermanas inseparables, hasta que la palabra "inseparable" se acaba con el asesinato de Kiana. Dakota busca por cielo, mar y tierra al culpable. En el proceso lucha contra los demonios que la arrastran al pasado. Logra quitarse la...