24 de diciembre / 6años.
10:35 pm.
Todo se hizo de color negro.
Solo había oscuridad.
Asco.
Repulsión.
Culpa.
Remordimiento.
Era mucho para unas niñitas de 12 y 13 años.
Tenían frente a ellas el cadáver de Albert.
—¿Qué haremos? —pregunto Luna sin poder apartar la vista de Albert.
Ni Dakota ni Kiana pudieron contestar. Kiana seguía acostada en la cama, Albert había roto su suéter, pero por suerte traía dos camisas abajo por el frio que hacía.
Ninguna de las tres podía creer lo que acababa de pasar, ninguna podía asimilar la gran vuelta que se dio en la historia.
—¿Qué vamos a hacer? —Luna volvió a preguntar pro esta vez con más miedo que nunca.
No lo pudo evitar y se soltó llorando desesperadamente, su respiración comenzó a fallar y miles de preguntas vinieron a su mente, todas tenían que ver con el futuro, sin fuerzas se tiro al piso y comenzó a sacarlo todo. Acababa de matar a un hombre. Luna que era considerada una niña ejemplar, con buenos modales, pulcra, inteligente y obediente había matado a un pastor.
—Acabo de matar a alguien —parecía decirlo para todos, pero en realidad se lo estaba reprochando a ella misma.
—Ha sido para defendernos —Kiana se levantó de la cama y corrió a abrazarla para intentar calmarla.
Kiana intentaba convencerla de que todo estaría bien, pero nada le funcionaba. Dakota tras asimilar todo mejor no pudo evitarlo y una ola de vomito salió de su boca.
—¿Qué vamos a hacer, Kiana? —pregunto Dakota mientras jalaba su cabello con desesperación.
—Tendremos que decir la verdad —Kiana no quería hacerlo, pero era lo único que podrían hacer.
—No —rogo Luna— por favor no.
No se asimilaban la vida en la cárcel.
—¿Entonces que haremos? —la pregunta era más para sí misma.
—Hay que esconder todo —Luna dio la idea— no sé, pero nadie puede saber esto.
Kiana y Dakota lo pensaron, pues era algo muy complejo para ellas, una sola cosa que hicieran mal y todo se arruinaría, asi que tras pensarlo profundamente Kiana tomo una decisión.
—Haremos creer a todos que Albert se suicidó —espeto con mucha seguridad— pero para esto tenemos que dejar de fuera nuestra moral, él quería hacerle algo malo a Koko, siempre todo malo se devuelve y en su caso esto fue lo de él. No sabemos si ya lo había hecho antes con alguna otra niña o si éramos las primeras, pero tenemos seguro que nunca más lo volverá a hacer.
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Todos somos culpables.
Mystery / ThrillerKiana y Dakota son hermanas inseparables, hasta que la palabra "inseparable" se acaba con el asesinato de Kiana. Dakota busca por cielo, mar y tierra al culpable. En el proceso lucha contra los demonios que la arrastran al pasado. Logra quitarse la...