Tragica noche de septiembre.

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5 de septiembre.

7:30 pm.


Una noche fresca de septiembre, las nubes corren por el cielo, el sol se ha ocultado y la luna está saliendo. Luna llena, amarillenta, sus amigas las estrellas la rodean. Un cielo hermoso para una noche tan trágica como la que está a punto de pasar.

EL corazón de los jóvenes se aceleraba cada vez más, la incertidumbre de lo que pasaría lo estaba carcomiendo, el miedo tambien.

Zoé acababa de despertar y el pánico la consume cuando se dio cuenta de que estaba amarrada en una silla y su boca estaba tapada con cinta, a su alrededor tambien estan Luna, Tyler, Lea y Derek, igual amarrados a sillas y con la boca tapada.

Cada uno demuestra lo que siente de modo distinto, por ejemplo, Lea está llorando, mientras que Tyler se ve tranquilo como si eso fuera lo más normal del mundo, pero todos sienten miedo.

La puerta del sótano se abre y muestra a Dakota entrando, la seguridad con la que baja las escaleras es algo que nunca se había visto en ella. No estan ni las sombras de la chica insegura que caracteriza a Dakota. Toma una silla y se sienta enfrente de ellos.

Los analiza deteniendo sus ojos en cada uno de ellos.


—Supongo que saben por qué estan aquí, ¿no? —Dakota se dirige a todos sin dejar de posar su mirada sobre cada uno de ellos.


Nadie contesta por las cintas en sus bocas y tampoco dan la mínima señal de querer contestar, lo que hace que Dakota se impaciente un poco.


—Estan aquí porque uno de ustedes es el asesino —el tono de su voz es demandante— y no nos iremos de aquí hasta saber quién es.


Se pone de pie y empieza a quitar bruscamente las cintas de las bocas de los presentes, no le importa el hecho de que los lastime al quitarlos tan rapido, solamente lo hace.


—Lea —la llama— ¿Por qué lloras?


Ella no contesta, solo sigue sollozando sin consuelo.


—Vamos Lea, contesta —Dakota le suelta una cachetada por su impaciencia.

—Tengo miedo —responde Lea llena de miedo.

—¿Miedo, por qué? —el sarcasmo es evidente.


Ella sigue sin contestar y Dakota deja de darle importancia, solo se pone de pie y vuelve a su silla.


—No quiero usar métodos de tortura con ustedes, solo quiero que me digan quien la mato y terminamos con todo esto.


Nuevamente aparece ese silencio que deja ver que nadie dará respuesta alguna. La poca paciencia que quedaba en Dakota se rompe, ella pensaba que todo esto sería más facil, pero se la han puesto difícil al estar tan callados.


—Ok, Tyler —se pone de pie y arrastra su silla hacia donde está el— empecemos contigo, quiero que me cuentes todoooo.

—No tengo nada que no sepas ya —su mirada sigue frívola como siempre, no se le ve ni una pizca de miedo.

—En eso tienes razon, ya sé que eres un maldito infiel que nunca quiso a mi hermana.

Todos somos culpables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora