Sunflower & Roses

❤corre💛

Ziam chiquitos

Tiene partes tristes y son un poco complicadas así que si son sensibles pasen de largo  o me piden un resumen muy resumen para que no se queden con la duda aunque no hay nada explícito.

Liam quería ser atleta, pero no era como el resto de niños que cambiaban de profesión casa día. Él verdaderamente trataba de ser lo que tanto soñaba.

Su papá lo había inscrito a talleres, se compraba solo roba deportiva, salía a correr todas las mañanas sin falta y obviamente era el mejor en sus clases de deporte de la escuela. Iba a campeonatos y solía ganar por si determinación.

Los adultos estaban encantados con el niño de 8 años que soñaba ser atleta. Aunque su papá era el que más alimentaba dicho sueño.

En la clase de educación física estaba dando su mejor es fuerzo corriendo al rededor de la cancha. Hasta que el niño que no le caía nada de bien se cruzó cruzó su camino y cayeron.

Liam  se levantó  con las rodillas sangrantes y miró enojado al pequeño azabache que lo miraba con el mismo gesto.

Zayn se había salido del orden de correr, para ir a sentarse y eso hizo que ambos chocaran. El castaño tenía problemas siempre con él, en los cuales siempre siempre terminaban peleando.

El azabache era el chico más flojo del mundo. Nunca hacía nada en las clases de deportes, ni se levantaba de su silla durante todo el día si un profesor no se lo pedía.

Siempre estaba sólito al fondo, rayando todos sus cuadernos. Liam se quedaba mirándolo, ya que no entendía como alguien podía estar tan quieto todo el día. Solo lo escuchaba hablar para cuando peleaban.

— Mira lo que hiciste Zayn— El azabache frunció más el ceño mientras se levantaba del suelo.

— Tu deberías mirar por donde andas— El castaño miró sus rodillas que comenzaba a correr más sangre.

— Eres un feo, si no fueras tan flojo no estaría así.

Esta vez no fue como siempre cuando peleaban, ahora Zayn se levantó y corrió con todas sus fuerzas al baño. Liam sintió una punzada de culpa y preocupación.

No quería hacerlo sentir mal de verdad, solo no pensó antes de abrir la boca por el enojo y el dolor en sus rodillas.

Corrió a los baños, aunque sus rodillas dolían y miro si se veían las zapatillas rojas del azabache por de bajo. Cuando escuchó un sollozo en el último cubículo se acercó  despacio.

— ¿Zayn? Lo siento,  no lo decía enserio. Eres muy bonito, de hecho creo que eres el más bonito— Quizás no debió decir eso— Emmm, esta bien si no te gusta el ejercicio. Yo no debí tratarte así, discúlpame. ¿Tu estas bien? ¿Te golpearte algo?

— No quiero que te enojes conmigo, yo no quería hacerte daño— se escuchó entre cortado, a Liam se le estrujó el corazón y se sintió más culpable.

— No, esta bien. No es nada, puedo correr y saltar bien. ¿Me dejas pasar?

La puerta se abrió y se vio a Zayn sentado sobre la tapa del inodoro. Sostenía su muñeca con fuerza, tenía los ojitos rojos por las lágrimas y eso hacía más oscuras dos largas pestañas.

— ¿Te duele?— el azabache solo asintió y Liam delicadamente trató de mirar su muñeca.

Tenía bastante rojo y comenzaba a a inflamarse, el castaño sabía que esas cosas dolían mucho aunque no sabía como se llamaban. Se preocupó aún más.