Sunflower & Roses

❤️normalidad💛

Frotó sus ojos que empezaban a molestar con la tenue luz que entraba desde su ventana, miró hacia el lado y como siempre, Liam lo había abandonado por salir a correr. Era inaudito dejar a tu bonito novio despertar solo y abandonado todas las mañanas.

Se quitó las mantas de encima y miró varias pondrás desparramadas por el suelo consecuencia de la noche anterior.  Las recogió y tiró a una pequeña montaña de ropa sucio que tenía que lavar luego.

Recordó a su vecina rara que siempre los miraba desde su propia ventana y el estaba desnudo caminando por la habitación sin percatarse. Siempre cerraba las cortinas, pero a Liam le gustaba abrirlas al despertar y a veces olvidaba a la vieja chismosa de su vecina.

Se puso unos bóxer y bajó para revisar si había algo para comer, pero no había nada. Bueno, si había pero nada que quisiera comer ese día particular. De modo que la mejor opción era ir a ducharse para ir a comprar.

Puso una playlist qe no se había podido sacar de la cabeza hace días, ordenó sus toallas y miró su cuerpo en el espejo unos segundos.

— Mierda— dijo cuando vio rasguños en su espalda entre otras marcas que de solo recordar su origen le daba un cosquilleo.

Se acercó más al espejo y miró su rostro,  sus poros, la barba que ya tenía días al igual que si raíz, sus pestañas estaban esplendidas como siempre y sus dientes se veían bien.

Después de esa observación detallada de si mismo y hacer algunas poses extrañas para simplemente admirarse con diversión entró a la ducha.

Estaba cantando una canción de Gorillaz grande cuando escuchó la puerta del baño abrirse, estaría feliz de la interrupción de su novio en su concierto privado, pero lo había abandonado otra mañana más y eso no lo ponía de un humor especialmente bueno.

— Hola Zee— escuchó la voz de su castaño —¿Puedo ducharme contigo?

— No.

— Oh, esta bien— Zayn frunció el ceño y sacó la cabeza deslizando la cortina para mirar al castaño.

— Me dejaste solo.

— Te despiertas muy tarde.

— Nadie me dijo buenos días.

— Buenos días, amor.

— Así no me gusta.

— Lo voy a compensar.

— Ven aquí, pero rápido porque no quiero gastar agua de más— El castaño sonrió — Tampoco tuve sexo mañanero porque alguien disque salió a correr. Aparte me exhiben con la vecina que nos mira.

— Puedo arreglar lo primero y sobre nuestra vecina... tenemos que hacer algo serio.

— Voy a mandar al petiso a romperle la cara.

— Louis te escucha decirle así y te rompe la cara a ti, sol. Aparte apenas lo pasas por poco.

— Aunque fuera un milímetro me da el privilegio de molestarlo por ser más alto.

— Más alto, apenas.

— Silencio. El enojado aquí soy yo, así que Apúrate y deja de mirarme el cuello.

— Creo que me pasé.

— A mi me gusta como se ve. Te dejaría el tuyo peor, pero como no te gusta.

— Es que me da nervios.

— Lo sé, amor.

Luego de la ducha ambos salieron a comprar, no era su actividad favorita, pero si les estaban faltando varias cosas.