❤️soledad💛

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Inspirado en la bella y la bestia












Zayn corrió por las escaleras, las noticias habían roto su pequeño corazón y lo único que quería era consuelo de la persona que había perdido, su madre. Tenía apenas 6 años, su mundo se había roto y no tenía a nadie.

Entró en su enorme habitación y se cubrió con las mantas más finas que alguien pudiera soñar, lloro con todas sus fuerzas llamando por su madre quien no acudiría. En cambio alguien apareció por la puerta.

La mujer quien había cuidado de él luego de que su madre enfermera, una amable señora que daba abrazos cálidos y suaves. Apenas escucho su voz, él se escondió entre sus brazos para buscar algún confort.

Los días pasaron, no había salido de su habitación y la gente que trabajaba en el castillo le llevaba la comida a su cuarto, pero a alguien no le encantaba la idea de tener un niño sensible y mimado como hijo.

—¡Zayn, deja de lloriquear y sale de esta maldita habitación ahora mismo!— Fueron las primeras palabras que le dio a su primogénito luego de anunciar el fallecimiento de la reina.

— ¡No quiero! ¡quiero a mi mamá.

El rey era una persona fría de pocas palabras y no repetiría sus órdenes, todo lo que decía se hacia y su hijo no podía ser la excepción a ello. Golpeó a su hijo, quien llamó a la servidumbre del castillo y a su madre con todas sus fuerzas en busca de ayuda, pero nadie llegó.

— Tienes que aprender a ser fuerte, para dirigir el reino. No te quiero ver llorando nunca más o tu habitación serán las mazmorras.

— Sí, papá— dijo el pequeño en posición fetal en el suelo y respirando entrecortado.


💛❤️

Hacia frío, tenía hambre y peor aún lo estaban siguiendo feroces lobos por el bosque. Había rechazado el caballo de sus padres para el viaje ya que prefería caminar, pero ahora se arrepentía de sobremanera.

Solo tenía que llevar unos víveres de la tienda hacia el pueblo vecino para una posible expansión del negocio familiar, no eran demasiados y más no era un viaje realmente largo. El problema fue pensar que irse por el bosque era buena idea.

Pensó en acortar camino y terminó perdido, estaría muerto so no fuera porque ganó segundos de ventaja cuando les tiro la mercancía que suponía vender, pero ya casi lo alcanzaban.

— Dios, soy yo de nuevo— suplicó cerrando los ojos, hasta que chocó con algo.

Abrió los ojos y se encontró con una gran reja que parecía antigua y costosa; para su suerte pudo entrar y cerrar antes de que los lobos pudieran alcanzarlo.

El jardín estaba con flores que jamás había visto, arbustos cortados de tal manera que hacían formas que parecían dignas de estar en una galería de arte y un camino con piedras que llevaba a un ridículamente lujoso castillo.

Pensó que lo mejor sería entrar, después de todo para tener un jardín tan cuidado es porque alguien vivía ahí. Esperaba fuera alguien amable.

Dentro era aun más lujoso de lo que era por fuera, tenía detalles con oro, los techos pintados a mano y alfombras con terminaciones perfectas. Estaba todo limpio sin ninguna partícula de polvo, era un lugar cálido e iluminado, aunque parecía ser de hacía siglos. Suponía así eran los castillos, nunca había entrado a uno.

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