Sunflower & Roses

💚amable💙

Harry miraba al chico nuevo de su salón, apenas había llegado y ya hablaba con más de sus compañeros que él siendo que los conoce desde que tenía 6 años. Se reía de forma contagiosa, fuerte y algo burlesca de un chiste que no alcanzo a escuchar.

Habían cruzado miradas apenas un segundo cuando la profesora lo hizo presentarse frente a todo el salón, se veía nervioso, pero sus labios aun sonreían. Parecía buscar algún punto de confianza para hablar sin miedo y lo hizo con mucha soltura luego que que sus ojos azul cielo se conectaran con los del rizado. Luego de hablar uno de los chicos que estaba en el equipo de boxeo lo llamo para que se sentara con él.

— Eres muy despistado, Styles— le dijo Mónica su compañera de puesto luego de cortar la cinta adhesiva que había envuelto en su mano y la pata de su propia mesa.

— Eres desagradable— bueno en realidad si le agradaba solo solía hacer bromas pesadas a todos, por lo que no le dio importancia.

Comenzó a buscar sus tijeras y ella le mostró que las había escondido en su estuche— Sí no estuvieras tan pendiente del nuevo habrías escuchado la cinta.

— Es raro tener compañeros nuevos ahora que nos queda poco para salir.

— Cierto, es guapo. Las chicas de allá están igual de babeantes que tu— Harry rodó los ojos y suspiró, intentaría liberar su mano cuando la hora del recreo llegue lo que no tardó demasiado.

— Bueno, te traeré café. No digas nada, me orillaste a pegarte a una mesa para que me dejes comprártelo el desayuno, hoy no aceptó protestas— dijo la chica sacando algo de su bolso y saliendo de ahí.

El curso no era muy grande y se dividía en tres, los deportistas que pasaban en la cancha cada que podían, los que caminaban agarrados del brazo y daban vueltas por el colegio y los que se quedaban en la sala para no tener contacto social más allá de lo necesario.

Harry era parte del grupo que caminaba  con Mónica, por lo que apenas se sabía el nombre de los demás que quedaron en la sala.

— ¿Quieres que te ayude?— escuchó la voz del chico nuevo mirándolo con esos ojos que verdaderamente encontraba hermosos.

— Uhmmm, hola... ¿Tomlinson verdad?—dijo casual algo avergonzado, a lo que el castaño sonrió con gracia.

— Sip, un placer mejor dime Louis. ¿Esto fue como una broma graciosas o una broma pesada?—  el castaño le quitó la cinta con delicadeza.

— Mhhh, ni fue tan gracioso como le pareció a Monica, pero no tenemos el mismo humor. Ella cree que mis chistes son muy aburridos, pero yo creo que son muy divertidos.

— Cuéntame uno— Harry lo pensó por unos segundos.

— Mejor no, tengo que ir a buscar una amiga antes de que haga una estupidez— dijo recordando de que siempre que contaba sus chistes se reían más de él que del propio chiste y quizás esa no era la mejor forma de conocer al nuevo.

— Estupidez del mismo tipo que te dejo con cinta en la mesa o...

— ¡No! De la clase de que piensa gastar dinero como si tuviera de sobra— dijo caminando hacia la salida seguido por el castaño.

— Creo que entiendo. Podrías contarme un chiste mientras caminamos donde tu amiga—  El rizado negó y camino sin hablar.

— Quizás aun no te dicen, pero soy el chico gay del salón y si te juntas conmigo van a pensar que lo eres también— dijo cuándo miró a una de las chicas de su salón mirarlos mientras caminaban y decirle algo a su amiga en el oído.

— No me importa.

Mónica caminaba hacia ambos con una sonrisa y dos vasos de café que humeante, levantó una ceja al ver a Louis, cosa que hizo al rizado  rezar porque ella no dijera nada por haberse quedado mirándolo hace un rato.

— Estupendo, pescaste al nuevo. No tengo café para ti, pero quizás puedan compartir— dijo extendiendo el café hacia Harry— También compre algo para que comas y no se te ocurra quejarte.

— Pero no es necesario que gastes dinero. Gracias— Finalizó al ver la expresión de su amiga.

— ¿Ella es quien te puso la mano a la mesa?

— Soy Mónica, puedes decirme Mon o como sea— Louis asintió.

— No deberías hacer esas cosas, no es muy amable.

— Ajá.

Harry solo miró sin saber exactamente que decir, pero pensó que quizás si se quedaba callado dejarían de hablar de él.

5 meses después.

Harry llegó tarde a clases, habían vuelto apenas hace un par de días de las vacaciones de invierno, estaba emocionado por ver a Mónica y a Louis, aunque el castaño iba a su casa cada que tenia tiempo lo que era seguido, pero ahora lo vería cada día una considerable cantidad de horas.

Luego de la primera vez que hablaron no tardaron en comenzar un noviazgo no tan hormonal como podrían esperarse de adolescentes, es más un proceso adorable de conocerse al menos por ahora.

— ¡Harry! ¡Tu novio me pegó un chicle en el cabello!— escuchó la voz de Mónica en cuanto abrió la puerta.

Ese era el pequeño problema, esos dos se llevaban horrendo. Peleaban cada que él no los veía y ya nisiquiera sabia que decir al respecto.

— ¿Y ahora por qué?— dijo luego de quitarse la mochila y ponerla en el respaldo de la silla.

— ¿Ni un hola? Que frío— se quejó Louis  levantándose de su asiento y dándole un piquito rápido.

— Buenos días— se sonrojó un poco ya que aun no se acostumbraba a recibir esas muestras de afecto en público.

— Mierda, ¡juegas sucio Tomlinson!

— Ay tu eres la que intenta poner a mi novio en mi contra, juegas donde no puedes ganar, little shit.

— ¿Dónde quedó el Louis amable que conocí el primer día?

— Agarre confianza y bueno quería que fueras amable con Harry, yo no soy amable.

— Te odio.

— Y tu mejor amigo me ama, que lindo.

— Aún no entiendo porque siempre están peleando— dijo el rizado mirando la escena.

— Porque son tarados que no saben cerrar la maldita boca— dijo uno de sus compañeros que se sentaba en el puesto de adelante.

— ¡Que te metes, Francis!— gritaron los dos al mismo tiempo haciéndole pegar un brinco.

— Y te apesta el hocico— dijo Mónica.

— También súbete los pantalones parece que te cagaste— le siguió Louis.

Harry rodó los ojos y sacó sus cuadernos, sabía que en breves segundos la profesora los sacaría de la sala como era costumbre.

Hace un rato no subía nada así que pensé subir algo piolita