Capítulo 1

385 22 3
                                    

Capítulo 1


Busco a tientas el despertador sobre la mesita de noche, y lo apago quedándome dormida cinco minutos más. No despierto hasta que mi padre entra en la habitación gritándome que se me hará tarde si no me levanto ya. Gracias, porque no hay nada mejor en un lunes por la mañana que ser levantada en una nueva casa con nuevas personas para iniciar una nueva vida en un nuevo lugar. Sí, gracias papá por hacer que no me pierda de esta emocionante nueva aventura.

Me restriego los ojos mientras observo a mi padre caminando hacia la salida de mi nueva y azul habitación.

Las habitaciones de esta casa antes eran sólo para chicos, por lo que Dylan, el chico que luce como que te golpeara si siquiera le hablas, se mudo a la habitación de Jace ya que él sólo está los fines de semana en esta casa por la universidad.

-¡Odio mi vida! -Grito a la espalda de mi padre, sabiendo que lo ha oído y que por supuesto está disgustado.

Pero la odio y no puedo hacer nada para cambiar eso, vamos, crecí en una ciudad y ahora tengo que acostumbrarme a estar cerca del bosque y montañas, en un pueblito alejado de todo, ni más ni menos. Maldición, me gustaría regresar con mi madre, pero tengo que recordarme varias veces que mamá está "incapacitada para cuidar de sus propios hijos por el momento" según el doctor de quinta que la atendió y hasta dentro de seis meses -tal vez más- estoy detenida aquí, es este horrible lugar.

Me habría gustado ir con Tam, mi hermana, pero no era una opción en su estado de embarazo, su esposo Jeff y los padres de Jeff. No señor, yo no iba a hacer aún más complicadas las cosas para mi hermana, a pesar de que allí hubiese mucho más espacio que aquí.

Y cuando digo mucho más espacio realmente me refiero a MUCHO más espacio, no puedo ni dar cinco pasos en el pasillo cuando me topo con cosas de chicos y por los cielos es repugnante en todos los sentidos. ¿Esos son calzoncillos? ¿De verdad? -Tengo que admitir que la casa es bastante grande, pero está infestada de chicos de varias edades y eso lo complica todo-.

Cuando llegó a la puerta del baño, un chico alto y bronceado con cuerpo de surfista pero cara de idiota y ojos verdes, llega corriendo, quitándome la perilla de la mano y se encierra en la habitación. ¿Es en serio?

-¡Dylan sal de ahí maldición! ¡Tengo que orinar! -Grito después de pasar cinco minutos allí afuera tocando a la puerta sin recibir respuesta.

-Vaya, sí que pareces ser una chica -Anthony es el hijo más chico de Caly, apenas de quince años. Se ve sorprendido, aunque inmediatamente después de darme un dedo alzado se marcha a la cocina, sin siquiera ayudarme.

-Gracias Anthony, no te hubieras molestado ¡en sacar a tu maldito hermano del baño! -Sé que Anthony no me ha oído, lo he dicho más para hacer enojar a Dylan, aunque no esperaba que se quedara otros cinco minutos allí dentro-. ¡Vamos Dylan! ¡¿Eres hombre o mujer?! ¿Alguna vez te lo has preguntado en serio?

Estoy desesperada. Harta y molesta y cuando me molesto, soy una maldita. En serio.

Un chico castaño vestido formalmente se detiene y recarga contra la pared en el otro extremo del pasillo. Sé que es Jace incluso sin mirar, parece ser que de todos en esta casa es el único que puede vestirse bien.

-Es un idiota y ya que no le agradas, no saldrá de ahí hasta que... probablemente hasta que se vayan a la escuela. Vamos, usa mi baño -Él me ofrece y por un momento incluso quiero besarlo.

-Oh gracias, gracias, gracias. Mil gracias. Eres un súper héroe.

-Me lo han dicho varias veces pequeña Él sonríe y me acaricia la cabeza como si fuera un perro chiquito, el perro más chiquito del mundo al parecer.

Quisiera golpearlo, pero no lo hago, en parte porque vamos, acaba de salvarme y en parte porque el chico es guapo, ojos verdes, cabello rubio oscuro y corto, un hoyuelo que jamás lo abandona, un hermoso lunar al lado de sus perfectos labios y oh vamos, el chico es guapo, era capitán del equipo de futbol cuando estuvo en la secundaria así que no tengo que imaginar mucho sobre si tiene o no un lindo cuerpo -secundaria, prepa lo que sea... tengo que acostumbrarme a ello-.

Su cuarto es amplio y... maravillosamente ordenado, bueno al menos la parte que es suya, la parte de Dylan sigue siendo un asco y eso que Caly les pidió que limpiaran por los nuevos integrantes de la familia, supongo que así de mal le caigo a Dylan.

Trofeos y diplomas se encuentran adornando la habitación entera, quisiera preguntarle por qué tantos y de qué son pero ahora mismo la naturaleza llama y demanda ser escuchada.

Quince minutos después mientras estoy en el asiento trasero del auto de Jace e intento no morir por la horrible música que suena en el estéreo, que obviamente puso Dylan, trato de ser yo misma, la dulce y angelical Daniela que suelo ser cuando estoy en mis buenos momentos. Tan pronto como me quito los audífonos soy invadida por la alta música, no es que suene mal pero no estoy tan acostumbrada al cambio de idioma tan rápido. Inglés vs español. Asunto difícil. Y no logró entender nada de lo que la canción dice porque es precisamente rap.

-¿Puedes bajarle un poco? Quiero seguir conservando mis tímpanos, -Dylan que está tatareando y agitando las manos como si realmente supiera tocar una guitarra le baja, no lo suficiente pero es algo-, gracias. Así que... la escuela ¿cómo es?

No me contesta nadie por unos minutos y Jace me observa entonces por el retrovisor. Sonriendo. Vaya me encanta ver a este chico sonreír. -Oh. Te encantara, la amaras. Tu padre dijo que te encanta bailar, nuestra escuela tiene varios grupos de baile, desde porristas...

-Hasta los pies izquierdos de la escuela -Dylan interrumpe a su hermano para matarse de la risa.

-No le prestes atención, ese grupo no es tan malo como crees.

-¿Oh de verdad? Vamos Jace sabes que son malos, lo peor que pueda haber en todo el mundo.

-Dy, deberías callarte, en serio -Dy, digo Dylan no dice más nada por el resto del camino y por la mirada que le dirigió a su hermano tras eso pude entender que estaba seriamente molesto.

No digo nada al respecto, es cierto que me gusta bailar, al menos me gustaba hacerlo, pero ahora... no más, hay algo en mí que simplemente se niega a seguir bailando, por lo tanto ya no lo hago más. Al llegar a la escuela, secundaria, maldición, lo que sea. Dylan se bajo rápidamente como si el estar en el auto con su hermano y... hermanastra, lo matara.

Suspiré una vez más antes de decidirme a bajar.

-¿Dani? ¿Puedo decirte Dani? -Asiento mientras observo a la gente fuera del auto, sé que luzco bastante fuera de lugar-. No le prestes atención ¿de acuerdo? Es una larga historia, es un asunto familiar. Dylan no es tan malo como se ha comportado desde el ensayo de la boda. Sólo está... tratando de cuidarse a sí mismo. ¿Entiendes? No lo juzgues por favor.

Oh vaya, lo que me faltaba, el hermano mayor protegiendo al idiota. No, no es que lo hubiera juzgado antes, no cuando me lanzó pastel en la cara o cuando me tiró el champagne encima del vestido más caro que había comprado nunca, tampoco lo juzgue cuando tuve que bailar con él y me hizo quedar en ridículo. Ni mucho menos hoy en la mañana cuando mi vejiga estaba a punto de explotar y él se negaba a salir del baño, sólo para molestarme. No lo juzgue.

Vuelvo a asentir y me despido de Jace. Será una larga semana, es lo que quiero decirle, pero sólo me quedo allí parada observando cómo se aleja su auto hacia la universidad. Jesús, no lo volveré a ver hasta el viernes en la tarde y realmente es el único de los chicos Morgan que me cae bien. El único al que podría soportar.

Bueno, esto es sobre "vivir la vida y ser libre" ¿no papá? Bien, hagamos esto ahora.



Luna plateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora