Capítulo 3
Durante el día, me encontré von varios chicos y chicas diciéndome que olía a Dylan, o diciéndome también que yo debía ser su nueva chica. Etaba enojada, seriamente enojada.
Tras volver a casa caminando -sí, caminando, el idiota de Dylan me hizo caminar hasta la casa porque según él tenía que atender unos asuntos súper importantes que incluían a Samanta y a Nathaniel-, decidí que sería bueno conocer un poco más el pueblo, así que tomé la camioneta Ranger de doble cabina de papá ya que no estaba, decidí que una nota sería suficiente para decirle que volvería más tarde.
Minutos más tarde cuando Anthony se subió al asiento copiloto, tuve que regresar a la cocina a escribir algo más en la nota.
PD: Tomé a Anthony como rehén, volveremos por la noche.
Sin embargo, una vez arriba de la camioneta me pregunté seriamente por qué estaba dejando que Anthony me acompañara. Es decir, él sólo se había subido a la camioneta, se había puesto el cinturón y justo cuando yo estaba por decirle que debía bajar del auto, sus ojos encontraron los míos, ojos suplicantes y llenos de algo más... luego de eso, decidí que Anthony debía venir conmigo y que además debía comprarle algunas golosinas.
Anthony me dijo que aparcara en el estacionamiento del supermercado del pueblo y lo hice. Puse el seguro de mano y estuve fuera del auto, Anthony ya había hecho su maratón hasta la entrada del lugar. Bueno, ya que estaba aquí aprovecharía a comprar algunas cosas para mi nueva habitación iniciando con la pintura. La pintaría verde oliva y la parte inferior chocolate. Además también tenía que comprar nuevas cobijas y sábanas para mi cama, un librero y... comida.
No encontré a Anthony pero una vez que pasé por el área de juguetes, lo encontré observando detenidamente un muñeco Max Steel. Me acerqué a él para observarlo detenidamente y de pronto, cuando sus ojos volvieron a encontrar los míos, decidí que podía comprárselo. Lo cargué al carrito y me fui de allí antes de que se me ocurriera comprarle algo más, todavía le debía las golosinas. Aunque me resultaba raro que a sus quince años, Anthony quisiera tener un muñeco Max Steel, no pregunté, yo seguía durmiendo con un peluche.
Estaba tomando un paquete de sábanas y colchas, cuando accidentalmente otro paquete se cayó encima de mi cabeza, provocando que pronto una avalancha de esos paquetes inundara el suelo. Me maldije internamente mientras me apresuraba a ponerme de pie y volver a poner todo en su sitio. Un chico me ayudo a poner el último paquete en su lugar y le agradecí con una sonrisita.
-No te preocupes Luna, es un placer ayudarte -dicho esto, se marcho, dejándome muy confundida.
Bueno, todos aquí actuaban raro, supuse que esa era una frase típica de coqueteo por aquí. Es decir, si eso había sido un coqueteo.
Una vez tuve todo lo que necesitaba en el carrito y me había asegurado de comprar un montón de golosinas para Anthony, me acerqué a la fila para pagar. Anthony llegó corriendo a mi lado en un santiamén.
-Serían 527 dólares, por favor -me pidió amablemente la muchacha que me estaba atendiendo.
Anthony sostuvo su mirada un par de segundos mientras yo buscaba en mi billetera, cuando encontré 550 se los extendí amablemente a la muchacha, ella vaciló por algunos segundos y me sonrió.
-El juguete Max Steel es gratis por promoción, entonces serían sólo 490.
¿Era en serio? No dije nada, simplemente asentí y salí llevando el carrito. Una vez acomodé todo en la parte de atrás, me metí en el asiento del conductor y... esperé. ¿Qué estaba esperando?
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Luna plateada
Werewolf«Y todo lo que sabía se rompió detrás de mí» Si de por sí ser una adolescente casi adulta ya era difícil, ahora teníamos que agregar el hecho de que ella no es cualquier chica de dieciocho años. Daniela tiene que descubrir que hay una vampira vivie...