Capítulo 13

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Capítulo 13



Me sorprendió bastante que aceptaran el trato que Ziara les había propuesto, pero no importaba, si eso ayudaba a que tanto Ziara como yo nos alimentáramos.

Y eso precisamente era lo que estábamos haciendo ahora. No era sangre humana como Ziara hubiera esperado, pero un cervatillo era mejor que nada -si quitábamos el horrible aroma de muerte y carretera-, incluso tenía un ligero toque dulzón que Ziara disfrutó hasta que hubo terminado de comer.

Un cervatillo no compensaría toda el hambre que ella había sufrido, pero por el momento pareció ser suficiente porque no pidió más.

Había una cosa sin embargo que me había incomodado un tanto y era que cuando Ziara había dicho el nombre de su creador -llamándolo además, como el idiota que puso el hechizo-, todos los presentes habían mostrado reconocimiento. Ziara no pregunto, pero ambas estuvimos de acuerdo sobre que teníamos que averiguar algo de eso.

-Bien, terminaste -dijo Nathaniel quien acababa de entrar en la cocina.

Luego de que Austin había quitado el hechizo, no fue problema alguno para Ziara, deshacerse de las cuerdas, como si eso pudiera ayudarle a salvar un poco de su orgullo que había sido herido cuando Caly y Sam la atraparon tan fácilmente.

Nathaniel envió a Sam por algo de sangre y media hora después, esta había vuelto cargando un cervatillo muerto. Ziara, sintiendo mi incomodidad por tener que comer -devorar al cervatillo- frente a ellos, pidió un poco de espacio. Yo había pensado que le dirían que no necesitaba espacio o algo parecido, pero Nathaniel nos había conducido a la cocina y había salido, dándonos realmente espacio.

-Un poco de amabilidad no te haría mal perro -exclamó Ziara hacia Nathaniel, mientras se limpiaba los labios con la mano y se sentaba en el taburete de la isla.

-¿Amabilidad?, pff qué dices, yo soy muy amable -ni siquiera necesité de las habilidades mejoradas de Ziara para darme cuenta de cuán inmaduro y sarcástico estaba siendo-. Podría haberte matado hace un rato -una sonrisa de lado ocupó sus labios.

Ziara se lo pensó por algunos segundos, una sonrisa tiró de sus labios y entonces estuvo justo frente a Nathaniel, a escasos centímetros. Yo no sabía mucho acerca de las habilidades de un vampiro, pero esa velocidad, realmente había lucido como una increíble habilidad. En un segundo estaba sentada tranquilamente y al siguiente... hola Nathaniel.

-¿Por qué no comprobamos eso y vemos si realmente un alfa como tú es capaz de arrancarle el cuello a una errante como yo? -Frialdad de nuevo. Nathaniel, ofuscado por su cercanía, retrocedió un poco-. ¿Qué pasa? ¿Asustado de mí? -Nathaniel parecía estar a punto de rechistar pero ella se le adelantó-. No, tú no estás asustado de mí, estás asustado de que pueda herir este cuerpo. Porque sabes bien que si yo muero, la perra muere.

¿Ahora me insultaba a mí? Quise golpearla... más o menos.

Pero pude notar que ella había dado justo en el clavo con Nathaniel.

De alguna manera, todos seguían esperando -incluso yo esperaba- que fuera la mate de Nathaniel. Y si no era así... realmente no sabría muy bien qué hacer.

Ziara decidió dejarlo con el orgullo herido y volvió ella misma a la sala. La silla ya no estaba en el centro siendo rodeada por algún extraño círculo, y todos los presentes estaban sentados en los sillones. La silla era de nuevo mi lugar ¿eh?

Nos acomodamos en la silla, suspirando. Al menos era evidente que ahora tratarían de ser más civilizados y no me atacarían -por ahora.

-Bien, dinos cómo despertamos a su loba -Era Austin y de todos los presentes allí, parecía ser el menos incómodo frente a la chupa sangre Ziara, incluso parecía divertido y tenía cruzadas las piernas y los codos apoyados sobre estas, luciendo muy interesado.

Luna plateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora