Capítulo 21
Al siguiente instante yo me estaba lanzando sobre aquel tipo que estaba volviendo de nuevo a ser humano. Sentimientos calientes, de ira y frustración, me recorrían el cuerpo entero. De la punta de los dedos de mis pies, hasta mi cuero cabelludo.
Acababa de matar a Jordan.
Al menos, eso es lo que percibía porque a través de mi vínculo con él yo no podía percibir ningún movimiento, ni sensación, ni nada parecido. Simplemente no había nada.
Pero el hombre debió ver venir mi puño contra su cara -o tal vez fui yo quien lo había alertado, porque me di cuenta, mientras corría hacia él, estaba gritando- y se movió hacia un lado, sin apenas registrar alguna alteración en su rostro neutro.
-¡Détente! -Las palabras llegaron a mis oídos en un débil torrente. Era Katy.
Moviendo sólo mi mirada, la encontré parada a un costado de mí, su cara delataba inquietud.
-Detente, es mi padre... Detente -ella volvió a pedirme.
Pero yo me encontraba muy lejos de cualquier acción que implicara detenerme, sólo quería machacar a aquel hombre robusto y castaño. Tal vez si fuera posible, matarlo. Volví a lanzar un golpe y el hombre apenas se movió un poco para esquivarme. Estaba empezando a molestarme.
«Suéltame. Déjame salir. Puedo encargarme de esto».
Algo me decía que si dejaba salir a Ziara, las cosas no terminarían del todo bien. Y era cierto que yo quería matar a aquel hombre, pero también era cierto que Ziara no estaba del todo bien. Me permití entrar en su mente y pude notar que se sentía amenazada, quería acabar con aquella amenaza y acabar con aquella amenaza significaba matar al padre de Katy...
¡El padre de Katy! ¡El alfa de la manada del noreste Whiter!
No podía atacarlo, me di cuenta, no sin salir yo misma lastimada. No físicamente pero tal vez si me atrevía a golpear a aquel hombre, su manada e incluso Katy estarían más que dispuestos a darme caza.
Mi precaria situación me impedía en estos momentos hacer cualquier cosa que tuviera que ver con lastimar a alguien más. Tenía que actuar conforme a la situación y adaptarme a ella incluso si no me gustaba. No quería que yo... o incluso Austin y Jordan, se vieran implicados en problemas con una nueva manada. Si algo llegaba a suceder aquí... sería malo para los tres.
Sin embargo, noté que algo dentro de mí se estaba saliendo poco a poco fuera de control. Un frenesí de emociones y sensaciones me estaba recorriendo y me consumía poco a poco, la fuerza mental y física que conllevaba mantener a Ziara dentro de mí. La estaba sintiendo deslizarse fuera de mí, de nuevo para tomar el control y encestar golpes a diestra y siniestra. Al parecer aquel era su deporte favorito para hacer. La mente de Ziara poco a poco estaba invadiendo mis pensamientos, tratando de sacarme fuera y encerrarme en la oscuridad que ya amenazaba con cernirse sobre mí. Hice un esfuerzo casi sobre humano para tratar de repelerla y hacer que se retirara de nuevo a los confines de mi cuerpo, pero mucho no podía hacer.
Jadee, en busca de aire, la presión de su fuerza contra la mía cada vez me costaba más llevarla y pronto comencé a sentir cómo si algo me estuviera presionando la cabeza, fuertemente, haciendo que las ideas en mí no fueran fluidas y que no lograra concentrarme en lo que quería lograr.
«¡DÉJAME SALIR!» Volvió a exigir Ziara, no había nada del tono usual de diversión y sarcasmo que ella solía usar. Era la pura ira envolviéndola.
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Luna plateada
Werewolf«Y todo lo que sabía se rompió detrás de mí» Si de por sí ser una adolescente casi adulta ya era difícil, ahora teníamos que agregar el hecho de que ella no es cualquier chica de dieciocho años. Daniela tiene que descubrir que hay una vampira vivie...