Capítulo 18

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Capítulo 18



Justo después de clases, Katy y Austin aparecieron en mi puerta. Ni siquiera me habían dado el tiempo suficiente para decirle a Jordan sobre el cambio de planes. Bufé, los dejé entrar y les dije que iría a cambiarme y por Jordan.

Encontré a Jordan tumbado boca abajo en mi cama, no estaba muerto, pero pude notar que no se encontraba satisfecho por su estado de inactividad. Lo sacudí lentamente, mientras lo hacía regresar del planeta de la imaginación.

-Iremos a entrenar, toma algo de la ropa de Dylan y baja.

Jordan me miro, pero no mostro señales de duda, rápidamente y a toda velocidad, corrió al cuarto de Dylan a tomar algo de su ropa. No tener ropa para él, me recordaba hacer unas compras, de hecho, para ambos. No estaba segura de si Dylan se enojaría o no respecto a que un vampiro hubiese tomado su ropa, ahora mismo sin embargo, no me importaba lo que él pudiera decir.

Yo escogí un pants Adidas largo negro, una blusa deportiva de tirantes negra y un par de zapatillas para correr negras. Últimamente parecía ser que el negro me pegaba. Me amarré el pelo en una coleta y me sonreí a mí misma en el espejo, ligeramente asustada de lo que se venía.

«Tranquila» Me dijo Ziara «no puede ser tan malo, es un simple entrenamiento, nada que no hayas intentado antes» Ziara sonrió hacia mí y me alentó.

Cierto, era un simple entrenamiento, yo podía con esto, tal vez me quedaría sin energías rápidamente, pero más allá de eso, no podía pasarme nada.

En la planta de abajo, Jordan ya estaba cambiado y sentado en un sillón. Usaba una musculosa negra y un short café, sus zapatillas eran las mismas del día en que lo había convertido. Realmente necesitaba hacer unas cuantas compras. En el otro sillón de dos piezas, Katy y Austin estaban sentados, tensión encuadraba sus cara y sus hombros.

Sin embargo, cuando me vieron entrar, todos parecieron relajarse notablemente. Estuvimos en el bosque unos minutos después. Katy tenía cuatro botellas de agua consigo y llevaba además un botiquín de primeros auxilios. Realmente esperaba que nadie tuviera que usarlo hoy.

-Bien, comenzaremos con algo fácil, quiero que se corran durante una hora -sentenció Austin hacia Jordan y yo.

Hice una mueca. No, no iba a ser posible que yo hiciera una hora corriendo. Ziara se burló de mí, pero estaba dispuesta a ayudarme. Tal vez con la ayuda de Ziara lograría aguantar todo el rato de entrenamiento, ella era buena en esto, todas las veces en las que le había dejado salir, había demostrado demasiado bien que sabía cómo pelear y cómo correr.

-Hay una regla para ti Dani -me dijo Austin, acercándose demasiado a mi persona-, no puedes usar a Ziara ni a tu loba. Tienes que hacerlo por ti misma como humana.

Yo sí que estaba empezando a creer que Austin no era realmente mi amigo y que no estaba dispuesto a ayudarme. Él no podía simplemente decir que no usara a Ziara o a mi loba, por favor, era mi cuerpo y podía hacer las cosas como y cuando yo quisiera. Sin embargo, no dije nada. De acuerdo, lo intentaría. Al menos lo intentaría y si fracasaba en el trayecto, ni modo.

Media hora después, cada pequeño músculo en mi cuerpo estaba doliendo horriblemente, mi cara estaba empapada en sudor y no creía que en estos momentos mi cabello siguiera estando en una perfecta coleta. No señor, yo era un horroroso y repulsivo asco en estos momentos. Delante de mí, Jordan -a quien Austin no podía impedirle moverse usando su increíble súper velocidad- ni siquiera parecía estar haciendo nada, para él esto era como un juego.

Luna plateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora