Capítulo 14
Cuando abrí los ojos sentí todo mi cuerpo quejarse de dolor. Incluso me dolía la garganta, el lugar por el que mi padre me había sostenido del cuello en el aire. Dolía horrible. Intenté toser y eso empeoró las cosas.
-No te vas a recuperar tan rápido -dijo una voz femenina. Al darme la vuelta encontré a Caly sentada en la silla de mi escritorio.
Estábamos en mi habitación y la luz del sol parecía colarse por allí. Ya no era de noche y algo... Ziara, se quejó por ello. Me quité las sábanas de encima y traté de salir de la cama, lo único que logré fue quedarme sentada en el final de esta.
-Ziara te abandonó anoche, antes de que pudiera recuperarse y ya que aún no te has convertido en loba, tampoco puedes recuperarte por eso. Tu padre tiene buen tino ¿eh? -Ella trató de bromear conmigo.
Lo único que causó fue que recordara de golpe todo lo que había pasado. Me maldije internamente. Yo -Ziara- había tenido una pelea en serio con papá, no una pelea de palabras como usualmente tenían los chicos y chicas adolescentes con sus padres, sino una pelea, a puños.
-Tranquila, le hemos explicado la situación y él realmente luce arrepentido. Fernando debería estar bien desde ahora.
-Oh yo... Yo no era. Le dije a Ziara que no lo hiciera pero ella no me escuchó -digo, sintiéndome aún peor.
-No lo sientas cariño. Aunque ninguno de nosotros lo acepté aún, Ziara es una vampira que está dentro de ti y ya que los vampiros y los licántropos se han odiado por casi todo la eternidad..., yo diría que fue muy normal su reacción. De hecho me sorprende que ella no haya perdido el control con alguno de nosotros.
Cuando por fin bajamos a la sala, papá está sentado bebiendo café y leyendo el periódico. Jace -que aún sigue aquí a pesar de que es jueves-, está jugando domino con Dylan, Anthony está tumbado en el otro sillón viendo Bob Esponja.
Caly me ayuda a caminar, me deja en el otro sillón de una pieza y entonces se va a la cocina.
Por un momento no sé exactamente qué decir, papá me da esa mirada afligida y sé que no es sólo por lo que pasó anoche, sino por todo... por ocultarme que soy una licántropo y que él también lo es.
Jace me sonríe y rápidamente vuelve al juego, poniendo otra ficha sobre la mesa para cerrarle las opciones a Dylan al número 3. Dylan maldice por lo bajo.
-Supongo que tenemos que hablar sobre muchas cosas tú y yo -papá dice, haciendo que dejé de ver Bob Esponja.
Giro la cara hacia él.
-Lo único que quiero saber es... ¿por qué? ¿Por qué nunca me dijiste que yo era... que era esto? -Me señaló a mí misma.
-Porque no sabía cómo decírtelo. Yo no sabía cómo decirte que tú nunca ibas a poder transformarte como tu hermana...
Hermana. Eso me recuerda a mi única hermana. Tamara.
-Entonces ella, mi hermana ¿también es hombre lobo? -Pregunto, interrumpiéndolo. Ni Jace, ni Anthony, ni Dylan lucen como si nos estuvieran prestando atención y yo agradezco eso.
-Mujer, pero sí... ella lo es... y cariño, yo no...
-¡Nunca me lo dijiste! -Grito y cuando grito, tengo que agarrarme de las costillas, eso realmente duele.
-¿Qué esperabas que te dijera? Oye cariño -Una vena le salta en la frente y poco a poco va subiendo el nivel de su voz, pronto está gritándome-, qué crees, tu madre, tu hermana, tú y yo somos hombres lobo, ¿pero sabes qué? Tú nunca te vas a poder convertir porque tienes un hechizo... además, ¿qué crees? Ya no soy alfa, somos omegas y tenemos que huir para salvarte. ¿Querías, seriamente, que te dijera eso?
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Luna plateada
Werewolf«Y todo lo que sabía se rompió detrás de mí» Si de por sí ser una adolescente casi adulta ya era difícil, ahora teníamos que agregar el hecho de que ella no es cualquier chica de dieciocho años. Daniela tiene que descubrir que hay una vampira vivie...