Capítulo 7

229 18 3
                                        

Capítulo 7



Chillo de dolor cuando algo se presiona fuertemente sobre mis costillas. Al abrir los ojos noto un par de ojos con la pupila negra y el resto completamente rojo. Algo dentro de mí tiembla de pavor, y algo más se agita en reconocimiento.

Ese algo me grita que son familia, que no me harán daño, que puedo estar tranquila.

Sin embargo, cuando el hombre sobre mí entierra sus garras profundamente en mi abdomen, esa parte me dice que corra porque ellos no son de los míos.

Y yo estoy tratando con todas mis fuerzas de salirme de debajo de aquella cosa. Huele increíblemente horrible. Olor a podrido y muerte, tierra y sangre.

Sus labios se abren de par en par y me deja ver un par de colmillos afilados bastante largos. Chillo internamente. Esto no es cierto. Ellos no existen.

Los vampiros no existen.

Los vampiros no existen.

Los vampiros no existen.

Me lo sigo repitiendo una y otra vez. Para no morir de miedo y dolor. El acónito es demasiado fuerte sobre mí, cada vez más me hallo sin poder respirar bien, mi garganta parece estar ardiendo.

El tipo sobre mí ríe estruendosamente y me palpa con su mano la mejilla.

-Oh, pobre, pobre chica. Tan indefensa... tan... muerta. Me pregunto por qué ellos te siguen manteniendo oculta. Tú no eres uno de ellos, tampoco eres uno de nosotros ¿entonces por qué te quieren tener protegida?

El tipo escupe sobre mi cara y un poco de su baba se mete en mi ojo izquierdo. El contacto de su baba con mi cuerpo me pone más que furiosa y esa parte de mí otra vez está luchando por dejarle salir.

-QUÍTATE -bramo, no reconociendo mi propia voz.

Es fría, determinada y dura. Un tono incluso lúgubre.

-Ja, vaya, ¿de verdad te estás enfrentando a mí? -Él me mira a los ojos y por un momento siento como si estuviera tratando de entrar a mi cabeza, entonces sus ojos se abren ampliamente y me mira con un poco de asombro y preocupación en ellos- ¿Qué rayos eres tú?

-Soy peor que la muerte estúpido, ahora quítate.

De verdad, no soy yo.

El tipo, aunque no quiere se levanta de mí y permanece unos metros alejado de mí, algo parece estar sosteniéndolo por el cuello para mantenerlo alejado.

Y me doy cuenta de que la parte más fría y dura de mí, ha tomado el control por completo y no soy yo, tampoco se parece a mí, ni mucho menos está dispuesta a morir por este vampiro inferior.

Siento como me levanto poco a poco, desaturdiéndome y estabilizándome en la tierra, me yergo por completo y siento todo mi cuerpo crujir. Algo está lastimando mis encías, cayó un dolor que amenaza con hacerme gritar y entonces, dos colmillos bastante parecidos a los de aquel tipo se hunden en mis labios.

Él me mira demasiado sorprendido y hay algo más detrás de sus ojos. Miedo.

Me voy acercando lentamente a él y aunque, sé que él quiere huir, mi fuerza mental lo está anclando a su sitio. Cuando llego hasta él, tomo su cara por los dos lados, lo miro brevemente y me sumerjo en su mente, le hago tener las visiones más escalofriantes que jamás en su vida ha tenido, y comienza a gritar.


Este cuerpo comienza a tratar de encerrarme de nuevo, pero logro ser yo quien ahora encierre la parte humana, he estado dormida por demasiado tiempo, no puedo esperar más. Quiero matar a este vampiro. Es lo único en lo que me puedo centrar. Dejo que salga de las visiones y hablo con mi extraña y profunda voz dura.

Luna plateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora