Capítulo 11

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Capítulo 11



Tengo que liberar rápidamente a mi loba, no puedo dejarla morir, y por lo que he podido ver, la vampira también está muriendo.

Tengo que salvarlas a ambas. Mejor dicho, quiero salvarlas.

—¿Cómo te llamas? —Pregunto tratando de matar el tiempo.

En realidad, no sé qué es lo que debo hacer o tengo que decir. Al principio creí que Austin vendría conmigo a ayudarme, ahora claramente eso no es así. Pero también quiero conocerla a ella. Si es lo único que tengo por ahora, necesito crear un vínculo, ella y yo somos un mismo cuerpo.

—Ziara... al menos eses es el nombre bajo el que he respondido ante mi creador siempre —ella dice, luciendo ligeramente triste.

—¿No recuerdas tu verdadero nombre? —Pregunto consternada.

—Ni siquiera sé si alguna vez le importé lo suficiente a alguien como para que me pusiera un nombre.

Mi siguiente pregunta fue respecto a lo que todos queríamos obtener. —¿Quién te encerró dentro de mí? ¿Quién puso el hechizo de barrera sobre mí para que ni tú, ni mi loba pudieran salir?

—Esa es una pregunta bastante fácil. Fue un solo idiota. El idiota más grande del mundo. Mi creador. Un vampiro de los más antiguos. Elijah-Maldito McLaugh.

Vaya. Ese nombre me resultaba bastante familiar, el vampiro recién convertido había mencionado ese nombre cuando Ziara le había preguntado por quién lo había mandado.

Pero yo tenía la misma pregunta que Ziara se había hecho en aquel momento, ¿por qué la necesitaba de vuelta si él mismo la había atrapado aquí?

—Yo era niña y vivía sola en las calles... constantemente obteniendo palizas por robar comida para mí y mi hermano —dijo de pronto Ziara, sacándome de mis pensamientos.

Así que tiene un hermano. Ziara parece bastante deseosa de hablar, supongo que estar encerrada por tanto tiempo dentro de un cuerpo que no es suyo, te hace sentir miserable y demasiado sola.

—¿Cómo te convertiste? —Pregunto realmente interesada.

—Un tipo –Elijah-, me encontró medio muerta en la calle, para esas alturas yo ya había perdido a mi hermano —a pesar de que lo dice con un tono lúgubre no se ve tan afligida como esperaba—. Así que simplemente decidió que dándome la vida eterna, me estaba haciendo un favor, no fue así... yo quería morir, quería volverme a reunir con mi hermano —su tono cambio repentinamente a un tono amargo y cruel—. Y este tipo vino y me convirtió en esto cuando yo no se lo pedí ¿entiendes cómo me sentía? ¡Quería morir! ¿Y qué obtengo? ¡Una jodida vida eterna!

Una carcajada extraña sale de su garganta. Sus ojos están ardiendo con impresionante frialdad.

—Y luego... cuando obtuvo todo de mí, ¿qué hizo? Me desechó. Me desechó como si nada. Y yo acepté eso, a pesar de que no estaba del todo de acuerdo. Pero no fue suficiente para él, no ¡él decidió encerrarme en este maldito sitio apretado con dos seres más! ¡Una maldita mujer lobo! ¿Sabes cómo me siento? ¿Tienes idea de cuánto quiero destruir todo esto?

Yo ni siquiera tenía idea de por qué exactamente Ziara me estaba contando todo eso... pero simplemente dejé que compartiera lo que sentía conmigo. Para el final, cuando terminó de despotricar contra la persona que le había hecho ser lo que ahora era, ella me sonrió, una sonrisa particularmente macabra.

—Yo sé exactamente lo que tú y tus amigos quieren de mí ¿sabes? —Chasqueó la lengua un par de veces y continuo mientras ahogaba una risita igual de macabra que su sonrisa—. Pero no voy a cooperar tan fácilmente. Yo quiero algo a cambio. Díselos a tus amigos, diles, que si tienen un buen regalo para mí, estaré aquí, donde tú ya sabes.

Luna plateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora