Capítulo 25

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Capítulo 25



Hay una cosa sobre ser demasiado allegada a tu familia. Las cosas, de alguna manera u otra, siempre terminan llegándote, las noticias malas sobre todo. Esta vez también estaba pasando. Mientras me movía entre la multitud de vampiros que seguían bailando alocadamente bajo luces de neón que pendían del techo, algo entró en mi cabeza y me sacudió. Haciéndome incluso, perder el equilibrio por unos segundos, sin embargo, rápidamente me recuperé.

«¿Daniela? ¿Dani, eres tú? ¿Estás ahí?» Esa voz, yo la reconocería en cualquier lugar a cualquier hora. Era mi papá.

«¿Papá?... ¿Estás aquí? Bueno, ¿en mi cabeza?».

«Sí. Oh...es realmente increíble» Mi padre sonaba ahora aliviado como si el hecho de haberme encontrado fuera una gran y verdadera alegría «Por un momentos pensamos que no lograríamos comunicarnos contigo» ¿Pensamos? ¿Él y quiénes?

Oh vamos, Dani... no eres así. Sabes que tu padre está casado, él tiene una familia con la que tú conviviste por casi ocho meses ¿no es cierto? A pesar de todo lo que haya pasado, sigue siendo la familia de tu padre... te siguen preocupando.

Mientras terminaba de reclamarme a mí misma. Un vampiro chocó contra mí, casi llevándome con él al suelo. Detuve una maldición en mi boca.

«Ha pasado algo... realmente grande, Dani. Necesitamos que vuelvas» La voz de mi padre volvió a llamarme dentro de mi mente. Ayudé a que el chico se levantara del suelo y este huyó rápidamente de donde estaba, tenía la mirada perdida y parecía demasiado extasiado.

«No puedo volver» Le contesté a papá mientras me volvía a poner en marcha para buscar al creador de la pelirroja.

«Tienes que volver. Incluso si... si paso eso con Nathaniel» La simple mención de Nathaniel hizo que yo me pusiera furiosa. Oh, casi había podido pasar estos días aquí sin recordarlo y había sido bueno no recordarlo pero ahora... ¿en serio tenía que recordármelo?

«... Papá, no puedo volver» Le dije, esperando sonar fuerte aunque mi voz había amenazado con romperse. Para hacer más clara mi negativa a volver al pueblo, añadí: «No quiero volver».

Pero yo conocía a papá y sabía que él jamás aceptaba un no por respuesta, así que durante algunos minutos siguió insistiendo en que había pasado algo malo y que me necesitaban de vuelta, incluso intentó sobornarme. Y a pesar de todas y cada una de las veces en que me negué a volver. Yo sabía que realmente algo grande estaba pasando en el pueblo, algo que me importaba porque de otra manera, él no me habría contactado... como fuera que me hubiera encontrado y hubiera logrado entablar una conversación conmigo. Algo malo había pasado y me importaba.

El hecho era que Nathaniel me había expulsado de su pueblo ya que yo no era su mate, y ahora yo estaba moviéndome por mí misma, tratando de encontrar a Elijah para matarlo. No creía que fuera a ser capaz de matarlo por mí misma así que de alguna manera, también necesitaba a Austin y a Jordan conmigo y sabía que a donde yo fuera, ellos vendrían. Necesitaba a todas las personas que quisieran ayudarme. Pero ahora mismo estaba por mi cuenta... o casi, tenía a Reed aquí. Si de casualidad el creador de la pelirroja resultaba ser Elijah, Reed y la manada de su padre vendrían aquí, podríamos enfrentarnos casi en igualdad. No iba a volver atrás sobre mis pasos, de ninguna manera.

«Hemos estado intentando contactarte durante tanto tiempo... desde que te fuiste» Mi padre sonaba triste, demasiado «Pero no te encontramos hasta ahora...»

Decidí ir al punto. No tenía mucho tiempo y si seguía manteniendo esa red de comunicación abierta, perdería mucho tiempo, tenía que seguir moviéndome y papá era una distracción en estos momentos.

Luna plateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora