1 ❝ 𝐄𝐲𝐞 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐚𝐜𝐭 ❞ [1/3]

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Aquella joven coneja de orbes violetas se encontraba observando de forma casi indiscreta a su mejor amigo situado en la otra punta de la habitación, viéndolo tan presentable, tan centrado, vistiendo aquel uniforme de cobalto mientras sus lentes de sol azabaches reposaban en su polsillo en el pecho, sintiendo como aquel vivaracho zorro fuera lo único en la habitación.    

Suspiró con suavidad, cruzándose de brazos sobre aquella mesa de blanco, acomodándose ahí sin dejar de verlo, soñando despierta con lo que podría ser si él dejaba de verla como una simple amiga, una compañera de trabajo. Frunció el ceño, fijando su mirada en el suelo, enojada consigo misma por no haber nacido como una vulpina, celosa de las pocas zorras que vivían en Zootopia, mismas que podrían tener la dicha de estar con él si tan solo lo conocieran como ella lo hacía.

Estaba resignada a morir sola, quizás aquel apuesto zorro se casaría con una bella y alta hembra de su misma especie, viviría sola con el corazón destrozado por su único amor, sin aceptar a nadie más, eso podría ser un hecho.

Volvió a alzar la mirada, notando como aquel de pelaje intenso cual fuego y orbes resplandecientes cual esmeraldas observarla con atención, ladeando su cabeza.
Se tensó de golpe, sintiendo como sus mejillas se encendían de rojo en un fuerte ardor, ¿Cuánto tiempo la había estado viendo? ¿Por qué su mirada la hacía sentir tanto siendo tan poco?

— ¿Estás bien? —articuló el mayor, moviendo simplemente sus labios, sin soltar sonido alguno, arqueando sus cejas hacia arriba, viéndose visiblemente preocupado por la más joven.

La de pelaje grisáceo apretó la mandíbula con fuerza, asintiendo con la cabeza mientras le hacía un ademán con la mano de que todo estaba bien. Aquel de uniforme cobalto soltó un suspiro acompañado de una suave sonrisa, afirmando con la cabeza, dirigiendo su mirada hacia la mesa, como si tratase de evadir tímidamente algo.

La coneja sonrió coqueta, ¿qué estaba evadiendo aquel zorro? ¿Acaso él...?

— OFICIAL HOPPS —bociferó aquel búfalo de gris hacia la joven coneja, sorprendiendola a ella y a su compañero, quienes salieron de su distracción, saltando levemente en sus asientos, asombrados, bajando sus orejas ante la preocupación— ¿ACASO HA PRESTADO ATENCIÓN A LOS DATOS DEL CASO?

— Bueno... —suspiró la de nariz sonrosada, viendo a su superior a los ojos, juntando sus manos sobre la mesa, teniendo la atención de todos su compañeros— Tengo entendido que hay un nuevo brote de Aulladores modificados y que ahora son las presas las más afectadas, por lo que usted nos está pidiendo que nos reunamos en parejas en distintos distritos para obtener más pistas, dar con los responsables y así encarcelarlos para encontrar a las víctimas y hayae un antídoto más eficaz. ¿No es cierto?

El zorro de rojizo se mordió el labio inferior, sonriendo de oreja a oreja, emocionado al ver las habilidades de retención de información de su querida compañera, orgulloso por ella mientras se cruzaba de brazos, agitando de lado a lado su cola, contento.

— Hmm, así es —sentencia el más grande de todos, dirigiendo su mirada hacia ellos—. ¡¡Y más les vale trabajar en serio!! ¡¡El sistema de investigación y archivos de la policía no están de adorno!! —agregó, haciendo que uno que otro oficial se viera ofendido, bajando sus orejas mientras se encogían de hombros mientras que otros reían suavemente.

El jefe de la comisaría siguió dando gritos sobre lo que debían hacer y cómo proceder ante el caso que tenían en frente, teniendo al total atención de los oficiales, por otro lado...

Tanto la conejita como el zorro volvieron a intercambiar miradas, notablemente menos tensos o nerviosos que al inicio, haciéndose señas respecto a lo que harían después de esta reunión, con la menor moviendo sus manos y dedos por debajo de la mesa y el zorro tratando de disimular sus ademanes por encima de ésta, sacándole un par de risillas a la más joven.

Sus ojos volvieron a encontrarse aún en la distancia que los dividía, se sentía bien tener a alguien que te entendiera de la forma en la que querías ser entendido, se sentía bien tener a alguien con quien podrías ser un estuche de monerías y al mismo tiempo ser todo un profesional, se sentía bien estar juntos.

La reunión acabó y todos los presentes se levantaron de sus asientos, saliendo uno a uno tras aquella gran puerta, con las indicaciones claras de lo que debían hacer, con sus papeles definidos respecto a este nuevo plan como equipo.

Viéndolo en perspectiva quizás aquella tierna oficial de policía debía esperar un poco más por aquella cita hacia el café.

Wild Hope ft. Nicudy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora