Wild Hope ft. Nicudy

13 ❝ 𝐁𝐚𝐭𝐡 𝐓𝐢𝐦𝐞 ❞ [KIDS!AU]

Para él era la primera vez en ver a una coneja.
Para ella era la primera vez en ver a un zorro.

Aquella dispareja dupla de cachorros se encontraban en la misma bañera, sumergidos hasta el pecho, viéndose mutuamente como si estuvieran viendo algo desconocido, algo nuevo, algo que sus pequeñas mentes trataban de asimilar, confundidos de estar juntos en ese singular escenario.

La idea había surgido de las madres de ambos, mismas que al ser amigas íntimas de toda la vida habían decidido reunirse un día en una de sus casas para así bañar con sus cachorros y, quizás, hacerles una cita de juegos. A fin de cuentas sus hijos servían de excusa para verse más seguido de lo que sus atareadas rutinas como madres les permitian.

Aquella vulpina de pelaje rojo intenso se encargaba de enjabonar por completo la cabeza de su pequeño cachorro mientras que la madre coneja hacia énfasis en lavar perfectamente el torso de su pequeña cría, todo mientras ambas charlaban de forma animada y despreocupada sobre temas que no les interesaban a los infantes.

- Eres un conejo muy raro -soltó la de pelaje grisáceo, viéndolo con inocencia, sin entender bien lo que tenía en frente realmente.

- No soy un conejo -respondió, ladeando su rostro, confundido de que lo consideraran así.

- Es que tus orejas son muy largas y raras -ríe la más pequeña, encogiéndose de hombros mientras soltaba pequeñas risas.

- ¡¡Judy!! -regañó su madre rápidamente, viéndola con desaprobación y sorpresa.

- Perdón... -susurró, bajando sus orejas de golpe, dirigiendo su mirada hacia el agua espumosa que los rodeaba, avergonzada.

- Soy un zorro -explica sonriente el contrario, sin perder el ánimo.

- Jamás había visto un zorro -responde brevemente, alzando nuevamente su vista hacia él mientras enjabonan su cabeza.

- Jamás había visto un conejo -musita, agitando su cola por debajo del agua-. ¿Cómo te llamas?

- me llamo Judy... ¿Y tú?

- Ni-

Antes de poder responder apropiadamente un balde de agua tibia calló sobre su cabeza, quitando de él todas las burbujas que la fricción había causado contra su pelaje, haciéndolo sentir incómodo. La conejita frente a él estalló en risas, chapoteando de forma descontrolada hasta que a ella también le cayó un balde de agua tibia encima, cortando su alegría. El zorro tapó su boca por completo, tratando de que sus pequeñas risas no fueran audibles.

- Me llamo Nick -respondió finalmente, agitándose ligeramente, erizando su pelaje en la cabeza-, aunque mi mami me llama Nicky.

- Lindo nombre -musita la de orbes violetas, cerrando sus ojos, repitiendo el nombrecito dentro de su cabeza.

- Gracias, el tuyo también es lindo -agrega, sonriendo de forma apenada mientras sus mejillas se teñian de rojo.

Sus madres lentamente los sacaron de la bañera, dejándolos parados en el suelo mientras procedían a secarlos con sus paños designados, espujandoles el pelaje más de lo debido, haciéndolos sentir algo avergonzados por las atenciones.

- Ya mami -gruñó el zorro de forma tímida, escapando del paño con el que su madre buscaba aprisionarlo mientras veía como su compañera trataba de soltarse del abrazo que le daba su madre por sobre el paño, distrayendose para así ser nuevamente alcanzado y atendido.

Minutos más tarde finalmente los soltaron, acomodando los paños para que les tapara todo el cuerpo, con las madres haciéndose a un lado para seguir hablando.

- ¿Me recuerdas tu nombre? -pidió el cachorro de zorro hacia la más pequeña, viéndola con atento cuidado.

- Me llamo Judy -responde, alzando una ceja mientras trataba de alzar sus orejas aún empapadas.

- ¿Qué te parece si te digo "Zanahorias"? -sugiere, aferrándose al paño que lo rodeaba, viéndola de forma casi suplicante.

- ¿Por qué? -la de orbes violetas hace una mueca de confusión, sin entender el propósito de aquel apodo.

- Bueno... Es que los conejos comen zanahorias ¿verdad? -susurra, jugando con sus dedos, viendo hacia sus pies, bajando sus orejas, tímido.

- Aaaah -chilla, cambiando radicalmente su semblante a uno de alegría-, así sí... -agrega, cubriéndose con el paño como si este fuera una especie de capa.

- ¿Y qué apodo me podrías? -pregunta, colocandose a su par, alzando nuevamente sus orejas, viéndola con interés.

- Pues... -susurra, viendo hacia todas partes, pensativa- Creo que me gustaría llamarte "Astuto".

- ¿Por qué? -jadea, ladeando la cabeza mientras inclinaba sus orejas, viéndola con una mueca de confusión.

- Es que los zorros son astutos... y tú eres un zorro, entonces... -trata de explicar, encogiéndose de hombros, empezando a ruborizarse.

- Ooohh -musita, afirmando con la cabeza, uniendo los puntos para entender-, ya entendí -ríe risueño, agitando de forma suave su esponjosa cola, con la conejita riendo a su par.

Realmente se agradaban, a fin de cuentas uno era diferente de los amigos del otro, les encantaba esto de estar juntos, aún pese a conocerse recién el día de hoy se sentía como si hubiera sido así desde toda la vida.
No querían separarse.

- Niños -llamó una de las madres, girandose a los menores mientras abría la puerta del baño-, ¿Quién quiere un pedazo de pastel de moras?

Los dos infantes jadearon sorprendidos, precipitándose hacia las adultas con los ojos brillando en ilusión y magia.

- ¡¡Yo!! ¡¡Yo quiero!! ¡¡Yo quiero, yo quiero, yo quiero!! -exclamaban al unísono, con chispas y centellas saliendo de sus grandes e inocentes ojos, saltando, sin parar de sonreír.

Las madres vieron a sus pequeños retoños con afecto y cierta tristeza ante el hecho de que crecerían y dejarían de ser como eran ahora, dispuestas a aprovechar el momento para así hacer todos los recuerdos posibles.
Cada una tomó a su hijo en brazos y lo cargó directamente a la cocina, sin parar de hablar, sin saber que entre ambos niños habían miradas tímidamente secretas, juegos del amor, mismo que empezaba a dar sus indicios en tan pura edad.

Quizás este momento se viera eterno para ellos, pero aquel pedazo de vida llamado infancia sin duda que sería de lo más entretenido si contaban con la presencia del otro.
Al menos eso era lo único que se podría garantizar.