Todas las mañanas cada una emprendía una cosa diferente. Carolina por las mañanas salia a correr un poco, Katia iba con su mamá a hacer las visitas cotidianas que se veía forzosamente a hacer, Aidé practicaba boxeo, mientras Rebeca dormía hasta tarde para luego llevar a cabo su trabajo de paseadora de perros. Aquella mañana cada una sentía una sensación sobre el pecho, pero cada una la interpreto según su corazón lo dictaba.
Carolina...
¿Por que rayos cuando decido ponerme una blusa de manga corta tiene que hacer frió?, coloque mis audífonos sobre mis orejas, el vecindario junto con el centro era demasiado largo eso significaba que podía correr hasta que mis piernas se cansaran o hasta llegar al campo de americano que esta en la otra manzana, sin pensarlo dos veces comencé a correr en dirección al campo, oí como mis latidos crecían, en la manera en que mis piernas pedían que corriera más rápido. Al momento que desperté sobre mi pecho había una sensación extraña, sentía mi mente nublada, incapaz de poder pensar algo por mi misma, como si en aquel momento dependiera de algo o de alguien...
Pare en seco, había un pug en media calle, ¿Quien carajos deja un perro en medio del centro?, tenia dos opciones dejar que mataran al perro, o ir por el, colocarlo sobre la acera e irme, antes de poder tomar la desición estaba caminando hacia el perro, Mierda..., tome al obeso perro, venían varios carros así que comencé a trotar, al llegar al otra lado de la acera, una mano fría toco mi hombro, me gire rápidamente sobre mis talones para encarar a la persona. Era una chica -más alta que yo, corpulenta, cabello negro así como sus cejas y pestañas, mirada apenada- me quite una audífono para oír su voz -debía ser mayor quizá dos años que ella- ella me dio las gracias, abrazo al perro como si fuera un humano, sobre mis brazos comenzó a darme la maldita picazón, era alérgica a los perros. Ella paso a mi lado, chillo contenta, de pronto oí una voz masculina que erizo mi piel pero no quise voltear, tal vez sea su hermano...
Coloque mi audífono, me eche a correr nuevamente, ahora debía tomar el camino más largo hacia el campo. Eran tan solo las diez de la mañana y el centro estaba repleto de gente, tome varios atajos, calles cerradas, o menos transitadas, oí algunos silbatos, chicos gritando hogar dulce hogar. Saque una pequeña llave de una de las bolsas de mi pantalonera, abrí la reja trasera, solo la usábamos unos cuantos amigos y yo. Tome un pasillo angosto para guiarme al campo de americano, olor a césped sintético, delicioso aroma, los gritos provenían de en medio de la cancha, era Moy un gran amigo, estaba debatiendo con Paul por no haber pateado bien la pelota, algunas ocasiones el moreno suele ser demasiado exigente. Note que algunos chicos cerca de la banca estaban charlando, una cabellera color negro sobresalía de ellos, me acerque sonriendo hacia mis chicos.
-No puedo estar ausente cinco minutos por que ya quieres matar a todo el mundo, ¿que te pasa?- pregunte energética a Moy.
-Moreno, alto, delgado pero fornido, hermosa sonrisa, ojos cajeta, cabello corto- El me miro de modo reprobatorio,pasaron apenas dos segundos cuando ya estaba sonriéndome.
-Sabes que Paul me pone así, ¿como amaneciste, linda?- sonrió para luego acercarse dándome un beso sobre la frente.
-¿Que hemos dicho sobre decirme linda... bebe... corazón o cosas cursis?- lo fulmine, pero tuve que mirar hacia arriba para poder ver sus ojos.
-"Sin etiquetas"- rodeo los ojos para luego ponerse ambas manos en la cintura como estaba haciendo justo en ese momento.
-Yo no me paro así... ¿o si?- pregunte más para mi misma.
El solo rió, aquellos chicos comenzaron a acercarse, todos alzaron la mano para chocarlas, pero yo tuve -como siempre- que brincar para poder chocarlas, todos rieron un poco, me alegra poder llevarme bien con el equipo de americano de la universidad, sin ellos seguro que nunca hubiera podido.... Pero que tenemos aquí, ¡valla, valla!. El chico que sobresalía de todos estaba de espaldas no se veía nada mal.... Paul brinco sobre mis hombros, mi reacción fue tirarme al suelo, mi pómulo golpeo el césped. Alce mi cabeza hacia arriba, una figura estaba frente a mi pero el me cegaba completamente. ¿Quién era el?, dos chicos me tomaron de los brazos para ponerme de pie, al levantarme pude ver su tierno rostro, pero su mirada fría me atrapo. Frente a mi tenia al chico más lindo que he visto... -alto mucho más alto que Moy, piel blanca, ojos cobrizos, los enmarcaban unas pestañas negras, sus cejas eran del mismo color al igual que su cabello, fornido, espalda ancha, labios definidos y rosados-. El me miro como si fuera alguna clase de ser inferior, paso a mi lado golpeando ligeramente mi hombro, corrió a la yarda cuarenta, tras de el fueron otros tres chicos, Paul junto con el moreno se quedaron con migo. ¿Que carajos acababa de pasar?.
ESTÁS LEYENDO
Una regla/One rule. [Suspendida]
Teen FictionParece simple. Es simple. Daño. Placer. Duele. Enamora. Odio. Amor. Decepción. Esperanza. Fácil. Difícil. Para todo hay una regla: "No te enamores" Carolina -estatura media, piel clara, cabello largo hasta el ombligo, buena cintura, buen cuerpo, s...