Una regla/One rule. [Suspendida]

13

Carolina...

Por las mañanas siempre tomo el auto, siempre y cuando Rafael no venga por mi, yo le dije que iría así que baje al estacionamientos para tomar el auto. Me metí al auto, lo encendí para abrirme paso. Las calles estaban algo llenas esa mañana, por suerte, hay muchas maneras de llegar a la casa del chico, tome la más corta. Al llegar solo estaba su Jeep en el porche, estacione mi Versa guinda enseguida, al apagar el motor me mire sobre el retrovisor. Todo va a salir bien.... dije para mis adentros aunque no estaba segura de que así fuera. LA confianza es mutua, abrí la puerta, dentro olía a waffles pero no había nadie en la cocina, subí por las escaleras hasta el cuarto de el. Ahí estaba dormido boca arriba con su torso descubierto, tenia su cabeza de lado así que no podía ver su bello rostro dormir. Deje mi chaqueta sobre la silla de la computadora para luego acercarme, me subí sobre la cama despacio, abrace su pecho recargándome sobre su costado superior izquierdo, sus latidos eran pasivos, transmitiéndome tranquilidad.

El soltó un suspiro, tomo mi mano con fuerza, sus manos estaban calientitas, cerré mis ojos disfrutando su compañía, aquella sensación sobre mi pecho estallo, el comenzó a acariciar mi mano suavemente mientras soltaba otro suspiro. Nuevamente oí algo sobre las escaleras, mire sobre mi hombro para ver quien era. Sorpresa que me lleve cuando entró Rafael.

-¿Que mierda.....- pregunto quitándose la cachucha que traía.

Mire a Rafael luego mire al chico que tenia mi mano sujetada.

-¡SUÉLTALO!- gritó Rafael exaltado. No podía levantarme aquel chico me tenia con fuerza, el chico que estaba dormido abrió los ojos, al verme salio de la cama en un brinco, me sentí sonrojada al ver que solo tenia sus bóxer. Pero el se veía ¿molesto?

-¿Que mierda pasa aquí Ruben?- pregunto dirigiéndose al chico.

Umm... lindo nombre

-¿Por que no mejor le preguntas a tu amiga?- pregunto con el seño fruncido.

-Es que... pensé que el eras tu- me justifique sin quitarle la vista a Ruben.

-¿Por que te metes en la cama con migo?¿Quien te crees?- preguntó con una frialdad en sus ojos.

-¡Cálmate primo!, Carolina estaba haciendo waffles, tarde toda la noche buscando los malditos ingredientes, para que suba y te encuentre con el...- menciono frustrado.

-¿Yo que? ella fue la.... que se metió con migo- me señalo molesto.

-¿La que? ¿que vas a decir niño bonito?- me acerque, al verle de cerca chasque la lengua.

El torció los ojos para quitarme de un empujón. Quiero tenerlo...

-Si quieres baja a comer algo, yo me meteré a bañar- dijo sin ganas para salir por la puerta.

Como se suponía que bajaría a comer algo, cuando el esta molesto con migo, junto con Ruben. No tenia idea que se había esmerado para buscar los ingredientes, ahora me siento culpable, pero a la vez no. Me dirigí al baño tenia que pedirle disculpas, la regadera estaba abierta, supuse que estaría adentro, abrí la puerta en silencio. Me senté sobre la tasa, el guardaba silencio, suspire...

-¿Te incomode?- pregunte triste.

-No, claro que no- dijo en un tono diferente lo que hizo que mi mal humor se fuera.

-Lo lamento si así fue... es que...- me quede en silencio, vi su silueta, aquella cortina se abrió un poco dejando a la vista ver aquel torso mojado.

-¿Que mierda haces aquí? ¡LÁRGATE!- me gritó lanzándome agua en la cara.

Abrí la puerta para salir a prisa, me recargue sobre al puerta de enfrente, mire sobre las escaleras y venia nuevamente Rafael subiendo con un plato de waffles con una bola de nieve en cima, sobre su otra mano tenia un chocolate, al verlo a aquellos ojos brillantes, llenos de tristeza, me acerque, me puse de puntas para besar sus labios, el me lo respondió, le tome la cara llenandosela de besos, abrace su torso con fuerza. El me abrazo como pudo con ambos trastes en mano. Eran dos sensaciones completamente diferentes, con el me sentía segura pero Ruben.... ¡Ruben!

-Perdóname, es que se parecen tanto...- dije cubriéndome la cara.

-Perdóname a mi, me exalte... es que el es... - apretó los labios como si no quisiese completar la oración.

-No me interesa quien sea o que haga...- dije seria.

Sabia que quería decirme otra cosa, pero no tuvo el valor de decirlo, me sonrió de un modo falso, me guió hasta la estancia, nos sentamos, corto un trozo de aquellos apetitosos waffles, olían muy bien, yo negué con la cabeza, pero me dio un beso en el cuello que hizo que inmediatamente cambiara de opinión, abrí la boca para que pudiera darme aquella deliciosa masa, ¡DIOS! mis papilas explotaron, estaban deliciosos, le quite el tenedor junto con plato para comerlos, el comenzó a hacerme cosquillas -las cuales odio- me reí diciéndole que me dejara comer, en ese momento salio su primo con una toalla sobre la cadera, que hizo que me des concentrara, el me miro frío como suele hacerlo desde el día en que llego. Rafael dejo de hacerme cosquillas, yo mire los waffles para comer. Concéntrate... no pienses nada, concéntrate. Vi como Rafael se quedaba en silencio, encendió la televisión para que hubiera un poco de ruido, sobre un canal apareció la película de "Capitán América: el soldado del invierno", me gire para verle el me miro ahora con una sonrisa.

-No lo digas....- dijo apretando los labios.

-Mira Rafael mi novio- dije subiendo el plato aun más para sonreír.

-Lo dijiste...- dijo chasqueando la lengua.

-Es inevitable, es que velo es.... ¡perfecto!- dije señalándolo como si pudiera tomar su rostro.

-¿Que tiene que el que no tenga yo?- pregunto mirando como si fuera un bicho raro.

Mire hacia la habitación, Ruben estaba poniéndose su reloj.

-Pues tiene esa mirada que te paraliza, esos ojos que desearías no poder dejar de mirar nunca, aquellas manos que sabes que nunca te soltaran... -pensé en voz alta.

Oí que Rafael susurro algo pero no pude oír con atención, le devolví la mirada. El me dio un beso sobre los labios, se puso de pie para meterse al baño. Sabía que se había molesto lo peor es que era con migo. Justo en este momento es en el que me siento entre la espada y la pared.