Una regla/One rule. [Suspendida]

7

Carolina...

Al llegar a casa de Rafael por la tarde, vimos películas, su mamá salio con su hermana, mientras su papá siquiera se había parado sobre la puerta, al estar viendo una película, me toma la mano, comienza a darme besos sobre la mandíbula, yo le miro para poder besarle pero el me sonríe, me hala del brazo comienza a llevarme hacia arriba, a su... a su... cuarto, al entrar no podía creer lo que había hecho, tenia un corazón con pétalos sobre la cama, había únicamente una vela con olor a vainilla, sobre el suelo hay una alfombra que jamás había visto, me giro a verle. Pero al instante se de que trata, alza su dedo indice, desaparece un momento por la puerta para luego aparecer con un ramo de rosas, amo las rosas.... lo miro con una sonrisa, el las tiende para mi, las tomo con delicadeza como si se tratase de algo tan frágil. El cierra la puerta tras el, yo me siento nerviosa, siento como mis manos comienzan a sudar, me mira ansioso, siento que el ambiente se tensa, dejo el ramo de rosas sobre la silla de la computadora, me extiende su mano, me seco la mano rápidamente en el pantalón para tomarla. El me hala hacia el, me pego a su pecho, oliendo aquella losion que me cautiva, el toma mi cintura, comienza a moverse a algún ritmo de una canción, acurruco mi cabeza sobre su pecho, me hace sentir segura, su corazón late de modo normal, no noto alguna alteración, bajo mis manos hasta su pecho, acariciando su torso, es cuando noto como su corazón late fuerte, sonrió para mi misma, el aprieta mis caderas nuevamente, me veo envuelta en un dilema. Baja su mirada hacia mi, me paro de puntas para tomar su rostro sobre mis manos, al besarle siento una sensación de protección, me siento a salvo con el. El comienza a caminar hacia la cama, toma mi espalda para recostarnos juntos, siento su peso sobre mi, apenas estamos sobre la cama cuando sus manos ansiosas nuevamente comienzan a tocar mi cuerpo, busco de nueva cuenta su espalda, soy más veloz esta vez, quito su camisa, el quita la mía, Dios esto esta subiendo de nivel... el abre sus ojos para mirarme tiernamente, escanea mi cuerpo me siento desnuda. No falta mucho...

Vuelve a mis labios, le toma la nuca para tenerlo cerca de mi, el se alza en ambos brazos, desciendo mis manos hasta su espalda, el baja ambas manos a mis caderas imita el gesto de apretarlas, siento que si vuelve a hacer voy a explotar, no estoy razonando coherente, siento como mis sentidos se dispersan, mi vista se nubla, miles de dudas asechan a mi mente pero entre todas sale el nombre de "Rafael". Ya es hora. Su primer intento de desabrochar mi pantalón es todo un éxito, abro los ojos asustada, e oído un ruido, le golpeo la cara para que reaccione el se detiene para mirarme, abro mis ojos como plato al oír que aquel ruido proviene de las escaleras nos pusimos de pie de prisa, comenzamos tirar los pétalos de la cama, el escondió la vela, nos miramos uno al otro, no teníamos las playeras, nos vestimos rápidamente, tomamos un libro de.... ¿Álgebra?, el lo abrió comenzó a buscar una ecuación, el se sentó encima del ramo de rosas, casi grito el se dio cuenta las aventó debajo de la cama, yo me senté sobre la cama, le mire como si tratara de entender ello, el susto me provoco un bajón de adrenalina. Podía oír su respiración agitada, tocaron a la puerta ambos nos miramos, me levante a atender, era su madre. Avisando que había llegado su primo... El se tomo la frente, dejo el libro para encaminarse con su madre, cuando cerraron la puerta, procure respirar con normalidad, tenia que bajar, acomode aquel libro su lugar, tome triste aquel ramo de rosas, estaba aplastado. Mire decepcionada la habitación. Muy conocido...

Al bajar las escaleras, venia Rafael con una maleta en la mano, junto una mochila sobre el hombro, el subió su mirada no era el... mi corazón se detuvo, sentí un nudo sobre la garganta impidiéndome hablar, ambos nos miramos, el me miro frío como si le molestase mi sola presencia, yo quise hablar pero el subió un escalón más, me pegue a la baranda, el espacio era tan angosto que tuvo que rozarme para pasar, a lo que sentí mi cuerpo arder, una sensación electrizable, cerré mis ojos con fuerza, el dejo su aroma sobre mi blusa, observe como subía aquella maleta, siquiera miro hacia atrás. Al devolver la mirada estaba el chico que buscaba.

-El es mi primo- dijo señalándolo.

-¿Se quedara aquí?- pronuncie conmocionada.

-Si... pero no te preocupes el ira al gimnasio y cosas así, no estará mucho en casa- menciono despreocupado para luego mirarme travieso.

No estaba de ánimos de volver a la habitación con el. Me tome la bolsa del pantalón... no esta mi celular, mire a la sala pero no se veía nada, subí las escaleras, corrí al cuarto al abrir la puerta esta el primo de Rafael, estaba poniéndose unos tennis.

-Lo siento vine por mi celular...- mencione apenas sin tartamudear.

-¿Este?- alzo la mano con el celular.

-Si...- susurre. Me acerque a el, pero el se puso de pie, era casi de la estatura de Rafael, me tendió el celular, pero no pude evitar mirarlo.

-Permiso- hablo seco. Salio por la puerta, me quede plantada mirando sus cosas, era... sencillo. Respire tendido para luego bajar nuevamente las escaleras, camine a la puerta, al abrirla, Rafael la cerro por encima de mi, yo miro hacia arriba, el me halo de la mano, le asegure que el día de mañana estaría temprano pero necesitaba irme a casa, estaba su primo debían pasar un tiempo en familia, el asintió dándome un beso sobre la frente. Tuve que caminar a la otra manzana para llegar a mi departamento, al abrir la puerta había completo silencio, al pasar por el cuarto de la morena, la vi dormida con alguien pero no puedo divisar con la oscuridad quien. Al entrar a mi cuarto, me encontré con Rebeca.

-¿Te quieres adueñar de mi cuarto o como?- me recargue sobre el marco de la puerta.

-Si planeo cambiar de cuarto- sonrió con aquella tierna sonrisa.

-Si como no...- dije fría.

-Necesitamos hablar mañana... todas- ordeno señalándome con su dedo indice.

Apreté los labios hasta tenerlos blancos, eso sonaba mal. La mire a los ojos, con mi dedo le señale que era hora de que se fuera, ella tiernamente me dio las buenas noches, yo solo asentí cerrando la puerta detrás de mi. No tengo sueño. Tengo que pensar. Tengo en mucho que pensar.