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Aidé...


Cuando finalmente pude conseguir mi pantalonera, ordenar mis cosas para ir a casa, llovía con tanta magnitud, los truenos retumbaban sobre las ventanas, los relámpagos se hacían presente, en el gimnasio la mayoría se había retirado, contando a Antonio quien fue el primero el salir por la puerta, al oír los truenos retrocedía. Tenia mucho miedo, los truenos me dan fobia, el sabor a sangre aumentaba en mi boca, me palpe el labio, aún seguía sangrando, alce mi mirada para buscar Nick, pero me encontré con la mirada de Tom, el novato estaba sobre la puerta mirando la lluvia. El entrenador apareció por mi lado derecho estaba un tanto mojado, las punzadas en mi cabeza eran lentas pero dolorosas, las pastillas si eran eficaces. Nick me tomo de la muñeca para sentarme sobre una de las bancas frente al ring, se encamino hacia su oficina para luego volver con la caja de primeros auxilios, saco alcohol, una gaza, una pomada color blanco, cinta blanca y unas -pequeñas- tijeras. Cubrió la gaza con alcohol, apreté la banca esperando el ardor, al ponérmelo pegue los pies bien al suelo, apreté la banca con fuerza, el entrenador corto un poco de cinta blanca para pegarla sobre mi labio, yo me queje, tomo un poco de la pomada blanca para colocarla sobre mi pómulo, le quite la mano enseguida, me dolía bastante, comenzó a darme manotazos para que no le quitara la mano pero me dolía así como mi torso. Nick me miro a los ojos, me fulminó con aquellos ojos azules. Quite mi mano para que pudiera ponerme aquella pomada. Otro trueno se hizo presente, tome la mano del entrenador, el apretó la mía, el sabia cuanto miedo me daban. Sobre la banca se sentó Tom, comenzó a doblar sus vendas para guardarlas, el novato no se movió de la puerta. LA lluvia dejo de cesar, las gotas eran el único rastro de ellas, el cielo tronaba dando a entender la secuela que dejaba. Me puse de pie tomando mi maleta, pero Nick corrió hasta la entrada, dejo salir a cinco chicos más, salieron dos entrenadores, quise salir pero me cerro el paso.


-Tu no vas a ir a ningún lado, necesitas hacer algo antes de irte- me dijo mientras salia el ultimo chico. Mire alrededor, estaba Tom y el novato.


-¿Ahora que?- aventé la mochila lejos.


-Ve por tus malditas vendas- dijo con autoridad fulminándome.


El le hablo a los otros dos chicos, dándoles las mismas indicaciones que a mi. Al regresar con las vendas hechas, así como los chicos, nos acercamos.


-Cambian los planes, la presentación es el viernes, las peleas el sábado, el domingo por la tarde nos regresamos después de la fiesta que ofrecerán para ustedes, ¿entendido?, ahora entrenaremos hasta tarde les guste o no, Antonio esta descalificado, meteremos a Ron- dijo sin importancia. Para lo que estábamos entrenando era un campeonato en el cual llevamos compitiendo hace dos años consecutivos, entramos desde que nuestro gimnasio fue seleccionado gracias a Tom.


-¿Por que esta descalificado?- pregunte sorprendida.


-Los días que faltaste, se peleo fuera del gimnasio con uno de sus compañeros, no tolerare ese tipo de actitudes- menciono yendo hacia los costales.


Mientras iba tras el, pasamos por el espejo que esta sobre una de las paredes, mi golpe se veía fatal, mi pómulo estaba inflamado, así como mi labio, me tome la cara, luego mire al novato, al verlo recordé la escena del baño, quería salir corriendo a el y.... ¡maldito silbato!, Nick estaba frente a mi costal, el novato junto Tom estaban sobre costales diferentes, al llegar el entrenador comenzó a presionarnos, gritarnos sobre los oídos, batalle un año para soportar a Nick, lo hace para formación psicológica así cuando estamos sobre el ring es como si no oyéramos nada. Mis brazos me dolían, la respiración se me agitaba, subimos sobre le ring, Tom contra el novato, yo practicaría con Nick. Estaba llevándome al limite, no podría practicar así los próximos tres días.


Tom junto el novato no estaban practicando si no que ya estaban peleando enserio, yo me gire para verlos, Nick se acerco separando a ambos, al separarse seguían enérgicos, querían golpearse, el entrenador mando a uno con el costal, ese fue el novato, el entrenador entrenaría con el chico, yo baje del ring tomando al cuerda, me pare frente al espejo, al subir la mirada, el novato me veía, se mordió el labio inferior, su mirada me incomodaba pero trasnmitia cierta pasión, se noto en el baño,era aferrado, se noto sobre el ring, . Nick me mando al costal, de pronto las ganas me aumentaron de querer golpear el costal, imagine la cara de Antonio sobre este, un golpe por idiota, otro por imprudente, otros dos por ser un inmaduro, otro más por celoso, otro dos más por impulsivo. El entrenador, se detuvo en seco, nos detuvo a nosotros, nos mando a casa pero el día de mañana pasaríamos el día entero en el gimnasio, terminaríamos a esta hora. Tome mis cosas, saque una sudadera, ahora debía caminar bajo la densa lluvia, comencé a caminar hacia mi departamento, detrás de mi oí pasos, mire sobre el hombro era Tom, me detuve para alcanzarlo, pero a mi costado sobre la calle se paro el novato sobre su harley. Me gire a verle, el me indico el lugar de atrás, extrañamente quería girarme a ver a Tom en busca de su aprobación. Cuando me gire a verlo fue cuando estaba sobre la moto, aquel novato tomo mis manos para enredarlas sobre su cintura, me tome con fuerza cuando acelero, Tom se quedo sobre la acera, pegue mi cabeza a la espalda del chico, cerré mis ojos, disfrutando del olor a tierra mojada. Al frenar en un semáforo, me pregunto si derecha o izquierda, le indique derecha, le di la dirección del departamento, el manejo hasta aquel edificio, parecía que conocía bien aquel camino.


-¿Cuál es tu nombre?- pregunto mirando sobre su hombro.


-Aidé, ¿el tuyo?- pregunte recargando mi barbilla sobre su hombro.


-Iván- dijo mostrando sus perfectos dientes.


-¿Conoces mucho por aquí?- pregunte viendo como entraba al estacionamiento.


-Yo vivo aquí- me contesto con una sonrisa.


¿Qué?


El se estaciono sobre el estacionamiento, bajo de la moto, luego yo, caminamos hacía la puerta trasera, el guardia nos dio las buenas noches, subimos como si nada por las escaleras, al llegar al piso diez, me recargo sobre la pared, bajo sus manos hasta mi cadera, beso mi pómulo, luego mi labio, con su mano retiro la cinta blanca, volvió a besarme, le tome del cuello acercándolo a mi. Era la misma sensación que con Antonio de aquel día, mis hormonas mandaban. El se despego de mi lentamente, me puso nuevamente la cinta blanca. Me tomo la mano, presiono el botón del elevador, esperamos paciente, las puertas al abrirse, el me tomo la mano para llevarme a mi adentro, el retrocedió, las puertas se cerraron. Era todo. Ni un adiós, ¿por que presiento que esto no es nada comparado a lo que planea?

Saldré perdiendo...


Una regla/One rule. [Suspendida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora