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Rebeca...


Era hora de regresar a los perros, finalmente el día había acabado, podía regresar a casa para descansar, entregue al ultimo a los tres chiples puddles con la señora Maps, una excusa para ver a Esteban llegar del gimnasio, tenia a los tres perros de mi mano, cuando a: Daisy, se le rompe la correa, la perra no tarda ni dos segundos en sentir la libertad. ¿Por que me pasan estas cosas a mi? ¿que le hice al karma?. Salgo corriendo por la perra, cuando alguien la toma, me ilusiono y creo que es Esteban pero no... es un hombre, un hombre desconocido, me hago hacia atrás, pero el se acerca a mi. Se agacha para amarrar al perro, siento temblar todo mi cuerpo, el se levanta de su bolsillo saca algo pero no veo que es se acerca a mi, puedo oler su aliento a Alcohol. Siento algo puntiagudo sobre mi ombligo, quiero llorar del miedo, me tapo la boca con la mano libre. El se acerco a mi oreja.

-Te recomiendo que me des tu dinero- dijo apenas en un susurro.

-No tengo- digo asustada.

-¿Segura?- pregunte nuevamente en un susurro.

-¡Dios! no me haga daño- digo con la voz entrecortada.

De la nada aparece detrás de mi alguien, alguien que ahuyento al hombre, dejo ir un suspiro de alivio, siento como signos vitales vuelven a su normalidad, aquel chico se para frente a mi... Max. -alto muy alto, cabello castaño claro, labios rosados y carnosos, ojos amielados, delgado pero fuerte-. El muy apenas sabe quien soy.Pero a juzgar por como me mira... ya lo recordó. Una vez SOLO UNA VEZ me acerque a el para felicitarlo en su cumpleaños, desde luego sus amigos se rieron, el me miro para luego darme la espalda.

-No deberías salir a estas horas, menos por aquí ¿te lo han dicho?- me miro con una mirada fría pero me ponía atención.

-No me lo habían dicho- digo cabizbaja.

El alzo mi mirada, con su dedo pulgar seco las lagrimas que resbalaban de mi mejilla.

-Deja de llorar, la gente esta viéndote- susurro muy cerca de mi rostro, su aliento olía a menta.

-Si claro- me seco con la manga.

-No salgas sola, dile a una amiga incluso a tu novio, si es caballeroso- dice con desdén.

-No hay quien me haga compañía mis amigas y yo trabajamos, no tengo novio- dije despacio.

-Disculpa no te oí...- acerco su oreja, se puso ambas manos sobre las rodillas para estar de mi estatura.

- Que no tengo novio- alce la voz.

Yo solo sonreí, el comenzó a caminar hacia donde iba, camine hacia la casa de la señora Maps, mientras caminaba procuraba no verlo.

-¿Estas siguiéndome?¿quieres que te acompañe a casa?- pregunto sarcástico.

Que me acompañara seria un sueño.

-No estoy siguiéndote, no gracias- dije segura.

Me gire, subí los tres escalones para poder tocar el timbre, al tocarlo, oí rápidamente las pisadas de la señora, abrió la puerta, los perros corrieron hacia adentro de la casa, yo me quede esperando a que me pagara, ella tomo su monedero rojo, saco unos cuantos billetes, los coloco en mi mano para luego cerrarla, me tendió una palmadita. Yo le di las buenas noches, me gire esperando a que el siguiera ahí esperando, o algo, pero para mi sorpresa la banqueta estaba completamente vacía, baje algo decepcionada. Al continuar camino, un olor a losion penetro mis fosas nasales, subí la mirada era Esteban venia corriendo pero al verme dejo de correr, yo sentí mis mejillas arder, baje la mirada nuevamente, al estar viendo mis pies encontré otros frente a mi, alce la mirada, estaba sudado, tenia su respiración agitada, se veía tierno.

-¿Que hay del travieso Michael?- pregunto tomando su bote de agua.

-De travieso- dije con una sonrisa.

-¿Enserio?- soltó una risa -¿Como vas con los perros?- preguntó.

-Bien- mencione sin importancia.

-¿Bien? ¿así de aburrido es?- miro mis ojos.

-No aburrido, esta bien... solo es un bien- menciono en este momento me siento de lo más tonta.

El me sonrió, ¿por que eres tan indescriptible?

-Pues que bueno ¿no?, buenas noches, hasta luego- dijo sin más, camino hacia su casa.

Yo me quede viendo como su silueta se movía hacia la puerta, entro a la casa, fue todo. Hable con el. Hable con el. Existo en su mundo, deja de sonreír... no puedo.

Acaba de hacer mi noche, ahora mi noche no pudo estar mejor. Aquella sensación sobre mi pecho se avivo aun más, el tiene algo. Necesito saber que es. Nunca me había sentido así por alguien, es diferente, el es diferente, todo es diferente. Ver a Max me dio gusto pero ver a Esteban... ¡Dios!. Me di cuenta que no me había movido de aquel lugar lo se por que.... El salio de su casa otra vez, esta caminando hacia mi, esta... viene hacia mi.

-Oye, mi hermana tiene un perro, no podrá sacarlo a pasear es que ella es doctora, y yo no puedo... voy al gimnasio y regreso tarde, me preguntaba si tu podrías hacerlo, ella te va a pagar- dijo mientras se rascaba la nuca.

Mire hacía mis tennis, luego vi sus pies desnudos.

-Yo paso por el perro de tu hermana el lunes, ¿no tienes frío?- pregunte mirando aun sus pies.

-Yo...- miro hacia abajo.

Yo solté una carcajada, el solo me sonrió pero se metió nuevamente a su casa. Ahora si iré a mi casa, me encamine por la banqueta para luego doblar hacia la derecha e irme al departamento. Me hubiera gustado que el me hubiera defendido de aquel hombre. Lo hubiera abrazado, o no se... Siquiera e dado mi primer beso, no le he dado un abrazo a un chico que me guste o algo así. Yo espero al indicado, esperar al matrimonio pero si pasa antes con mi novio y el fuera el indicado no me arrepentiría. Si fuera Esteban... bueno, no lo se, nunca me pongo a pensar en esto, las cosas se dan por si solas. Cuando creí que nada pasaría entre nosotros. "Las mejores cosas pasan cuando dejas de buscarlas".


Lunes ven a mi.




Una regla/One rule. [Suspendida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora