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Katia...



Por la mañana, desde luego me percate que me había quedado dormida sobre le sofá, el sonido de la regadera me hizo despertar, al levantarme del sofá note el horrible dolor sobre mi espalda y cuello, entre al cuarto de la señora, Luis lo dejo hecho un desastre, tendí la cama, puse las cortinas, metí la ropa nuevamente al closet para finalmente acomodar el tocador, cerré la puerta, pero la del baño estaba abierta, al abrirla un poco note la ropa sobre el suelo, cerré la puerta para que el ojiverde se bañara como debe de ser. Al ir al refrigerador, no había nada de comida, aún debía sacar las bolsas de basura, las tome para salir pero a mitad del camino un señor de mayor edad se ofreció amablemente a sacarlas, accedí para luego regresar, camine a la ventana del comedor, atrás del departamento estaba un mercado, había mucha gente, mire conmocionada aquellas exóticas frutas, los colores, la gente, tenia que comprar algo de comer. Al girarme estaba Luis sobre el sillón con ropa deportiva, al verme me dedico una media sonrisa. Camine nuevamente al refrigerador para sacar tan solo una botella de agua, se la di, el la bebió lento, me senté al otro extremo del sillón. El se quedó en silencio, a mi me dolía aún mi cuello así como mi espalda.

Camine a la ventana nuevamente esta vez para abrir las cortinas, al ir al baño la ropa estaba sobre el suelo, la tome para llevarla a una canasta que estaba al lado de la lavadora, al regresar a la sala el estaba mirando a la ventana del comedor.


-¿Tienes hambre?- pregunte quedándome a una distancia retirada de el.


-No mucha- hablo aburrido.


-¿Quieres ir al mercado? vi unas frutas muy ricas, podemos comprar algo para luego traerlo aquí- propuse con calma. Apreté los labios, extrañamente esperaba una negación.


-No me gusta el mercado- admitió.


-Vamos al mercado- dije.


-No, no quiero ir- dijo cruzándose de brazos.


-No te pregunte, vamos al mercado, me vas a acompañar- dije tomando mi bolsa. El me miro sobre su hombro.


-¿Qué quieres comprar?- pregunto girándose hacia mi.


-Mmmm... tal vez estando allá decida- dije con una sonrisa.


-El mercado esta muy lleno- dijo echando una mirada fugaz a la ventana.


-Necesitas salir, tomar aire, convivir, necesitas... necesitas seguir con tu vida- dije apenas sin evitar arrepentirme.


El miro al suelo pero luego asintió para ponerse frente a mi.


-Vamos al mercado- dijo sin ninguna expresión.


-Vamos- dije con una sonrisa, ya me lo gane.


Al ir bajando, algunos vecinos lo miraban con lastima, era comprensible pero era incomodo, al bajar,el me guió a mi, salimos por una puerta trasera del edificio, me llevo por un ligero callejón para luego dar salida directamente con el mercado, al llegar el olor a fruta, mezclado con café en grano penetro en mi nariz, la gente estaba sonriente, vendedores promocionando sin perder ni un segundo sus productos, gente comprando apresurada, había una pequeña florería, una señora estaba acomodando sus flores, al mirar el pasillo lleno de puestos no sabia exactamente por donde empezar, Luis apretó mi mano para luego jalarme hacia un extremo del mercado, nos paramos en un puesto que parecía ser el inicio- final del mercado. -Empezaremos por aquí- dijo mirando el queso que vendía el señor, yo me zafe de su agarre para caminar por los puestos, entre más caminaba más gente, más puestos, me detuve sobre un puesto que vendían unos frascos llenos de fruta, parecían ser kiwi, moras, fresas, melón chino, coco y mango, mire sedienta aquella fruta, el hombre que atendía abrió el frasco, el olor llego a mi nariz, el me tendió un tenedor para que pudiera tomar algo de eso, tome el melón chino, un sabor dulce y agrio al mismo tiempo, delicioso, a mi lado se paro el ojiverde quien saludo al señor con un apretón de manos, seguido el por su cuenta tomo mi tenedor tomo una fresa para comerla, no se quizá sea una teoría errónea pero quizá le gusten las fresas. El me miro buscando mi aprobación, asentí comiendo el melón, el indico con el dedo indice, el hombre tomo uno de los frascos cerrados para luego dárselo al ojiverde, el le pago, me paso el frasco a mi. Yo sonreí para seguir caminando, deje caer a mi lado mi brazo izquierdo, sentí la mano de Luis tomar mi dedo meñique con el suyo, me tome con fuerza, me voltee a un puesto para sonreír, el me halo hacia un puesto donde había leche natural, una joven junto con su madre saludaron gustosas al chico, me dio un poco de celos por que la chica se le colgó sobre el cuello, la señora me tendió un vaso de leche, lo tome pero al olerla no estaba convencida de tomarla, olía neutro, se veía espesa, la chica me sonrió esperando a que yo tomara de la leche, yo mire el vaso pero finalmente le lo lleve a los labios, al probar la leche estaba deliciosa, el ojiverde comenzó a reír, yo busque en mi blusa pero el me quito el bigote blanco de mis labios, yo tome otro sorbo, el me quito el vaso para tomarse toda la leche. El me halo para llevarme a un puesto donde hacían queso crema. Me acerque, y un chico golpeo mi hombro, al mirarlo era Saulo. Me quede helada, en ese momento solté a Luis del meñique el volteo rápidamente, mi hermano fulmino al ojiverde. Pero yo lo tome del brazo.

Una regla/One rule. [Suspendida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora