Una regla/One rule. [Suspendida]

19

Katia...

Me dio tanta ansiedad que tome una de las fresas para comerla, Luis en ese momento retiro el tazón de la mesa, mentalmente proteste, el dejo el tazón sobre otra de las mesas. Luis se recargo sobre la mesa, mirándome con atención, a la luz mercurial sus ojos brillaban de tal modo, un modo autentico, yo solo me sentía temblar, cada parte de mi cuerpo se erizo al ver como se acercaba hacia mi, pedí a mi cerebro que mandara la orden a mis piernas para moverme, o a mis manos para darle una cachetada sin embargo, mi cerebro mando la orden de inclinarme hacia adelante, cada vez que se acercaba, comenzaba a perder concentración, quería que pasara, pero... era un juego. Un maldito juego, le estaba dando lo que el pedía, le estaba dando a entender que el gano. Otra vez. Deslizo su mano sobre la mesa hasta tomar la mía, quería hacer un ademan de asco pero no pude, ¿por que esto me esta pasando?

-No te muevas- pidió en un susurro.

-No lo haré- apenas mi susurro fue audible.

-¿Me dejas ser tu primer beso?- pregunto esta vez con un tono suave, mirándome a los ojos.

-Quiero que seas mi primer beso- le dije tomando su mano con fuerza.

Sonrió de modo nervioso, apretó mi mano, con su mano libre tomo mi cara, se acerco, podía sentir como su respiración se mezclaba con la mía, como sus tibios labios tocaban los míos, nuestros labios se unieron, como si todo este tiempo fueran únicamente hechos para los míos, movió sus labios ritmicamente con los míos, delicado, suave. Nuestras lenguas se enfrentaron, una sensación extraña, no pude evitar reír, el dejo de besarme para reír suave. Permanecí con los ojos cerrados, el se acerco nuevamente para hacer de nuestros labios uno solo. Tome su cara con mis manos, el tomo la mía. De pronto, el frío no se sentía, la lluvia no se escuchaba, lo humedad había desaparecido, los truenos se hicieron mudos, los relámpagos se convirtieron en flashes para guardar este momento.

El se puso de pie, tomándome para pararme con el, me tomo de la cintura, apegando mi cuerpo al suyo, enrede mis brazos alrededor de su cuello, quería detenerme, respirar, abrazarlo, sin embargo, lo tome con más fuerza, quería quedarme sobre el, que me sostuviera. Pero, siempre las cosas tienen un fin, o ponen el fin, oí otro trueno que pareciera que alguien estuviese gritando, me despegue para encontrarme con la rabia de mi hermano, se acerco a Luis estampandole un puñetazo sobre la nariz. Yo me cubrí la boca siendo incapaz de poder hacer algo, mire fuera de la ventana, mi madre me miraba de modo decepcionante, mi hermano agito la mano, note sus ojos llorosos, le había dolido. Luis logro sentarse sobre el suelo, miro desorientado, yo me inque para ver su herida, no veía con claridad, pero al acercar la mano, note la sangre tibia que salia de su nariz. Mire sobre el hombro a mi hermano, lo fulmine hasta que salio por la puerta. Oí como el motor hacia un esfuerzo para arrancar, pero finalmente acelero, ambos se fueron. Sente a Luis sobre la silla, de pronto apareció su abuela como si fuera un fantasma, sobre sus manos traía una toalla con hielo, la tome para ponerla sobre la nariz del chico, el la alejo al tacto, sentía mis ojos arder, por mi culpa tenia ese golpe, aparte me sentía lo bastante culpable por echar a mi hermano, odiaba pelear con el. Seguro mi madre había visto todo. Si pudiera regresar el tiempo.

Al alzar la mirada me tope con sus bellos ojos, los cuales estaban cristalizados, el sonrió con dolor.

-Vete a casa- dijo mormado.

-¿Qué?- pregunte decepcionada.

-Que te vallas a casa, ve con tu mamá, arregla las cosas- dijo mirando a otro lado.

-¿Y dejarte con el golpe? - pregunte decepcionada. ¿ahora el me alejaba?

-Solo vete Katia...- dijo esta vez cabizbajo.

-No quiero irme, además mi casa esta a unas cuadras, no con mi mamá- hable con desesperación.

-Entonces vete a casa- se puso de pie, le costo al principio mantener el equilibrio.

-¿Por que... por que me dices esto? me besas, y me pides que me valla ¿así funciona? por si es así, desearía nunca haberme quedado, nunca haberme topado contigo- hable esta vez con lagrimas en los ojos.

El se quito la toalla para besarme. Mis lagrimas descendían pasibles, recorriendo mis mejillas, me quite no por que quisiera, su abuela nos veía, pero cuando me aleje ella no estaba.

-No quiero perderte, no se si lo entiendas... me cuesta entender el por que estoy aferrándome a ti, tu lo haces más difícil, tu hermano acaba de golpearme, ¿que crees que pase de ahora en adelante? ¿te habías puesto a pensar en eso?- me miro con tanta preocupación.

No... siquiera me había puesto a pensar en los últimos cinco minutos, lo único que quiero es quedarme.

Mostró una mueca de dolor, pego la toalla sobre su nariz. Me acerque para inspeccionar aquella herida, en aquel momento regreso la luz, pude verlo con más claridad, el golpe se veía muy mal, la sangre empapaba su toalla, lo abrace con fuerza, realmente no tengo ni idea de lo que pase de ahora en adelante, no se como va a funcionar esto, no se que tan lejos podamos llegar, siquiera se si lo que acabo de hacer este bien, no se si mi madre me mate, no se si mi hermano vuelva a golpearlo, no se si Luis no planee dejarme ir o todo lo contrarió, no se si quiera seguir trabajando aquí, no se si dentro de las próximas veinticuatro horas conozca a mi marido. Que tal si salgo por la puerta y me arroya un camión. El futuro es incierto, el pasado historia, el presente es vibrante. ¿por que perder el tiempo en pasar en lo que podría pasar?... es decir, ¿que es lo peor que podría pasar?, o bueno... ¿que es lo mejor que podría pasar?

Todo va estar bien.

-Todo va estar bien- me dijo pero sus ojos hablaron por el, el tenia miedo, y no se por que.

-¿Por que tienes tanto miedo?- pregunte limpiando su nariz.

-Todo lo que amo, se va, se aleja, o no vuelve- hablo despacio, el miro sobre su hombro, para mirar a su abuela quien estaba limpiando sus gafas.

Sentí una corazonada, desconocida, extraña, fugaz. Deje de mirarla, tome la mano de Luis, le sonreí, aunque no puedo darle una respuesta, es duro oírlo decir eso, su miedo es casi palpable.