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Rebeca...


Tantas ansias me carcomían que solo dormí cinco horas, apenas sono el despertador y brinque de la cama, camine con una sonrisa hasta el baño, al checar el agua estaba caliente, abrí la llave, me deshice de mi pijama, para introducirme a la regadera. Mientras me colocaba el shampoo comencé cantar "Really Like you - Carly Rae Jespen", And I want you, do you want me to want me too, I really really really like you.... era un gran día. Sali de la regadera camine hacia mi closet para tomar unos jeans rasgados, una camiseta lleno de letras, mis converse blancos, solo tome un poco de crema de peinar para evitar que mi melena se expresara hoy. Al llegar a la cocina, las chicas me habían dejado sobre la meza un cup cake de M&M, pero encima había una nota: "Recuerdalo muy bien lA QUE SE ENAMORA PIERDE". Pfff.... fui a lavarme los dientes las ganas de comer de pronto se esfumaron, al salir de la casa antes de cerrar me devolví por el, conociendo a mis queridas amigas se lo comerían. Finalmente tome el ascensor, al bajar me prepare mentalmente, cualquier frase, o respuesta tenia que estar lista. Sin pensarlo camine directamente a casa de Esteban, ¡wow! solo diez minutos de retraso. Nada nuevo.


Limpie mis palmas de las manos sobre mis pantalones, respire hondo para luego tocar ligeramente con mis nudillos sobre la puerta, espere paciente, 1...2....3....4....5....6....7...8....9...9...9.....9...10, volví a tocar esta vez un poco más fuerte, me asome sobre el vidrio de la puerta, no vi nada, completo silencio, volví a tocar más fuerte, esta vez oí un ruido que provenía del segundo piso, mire hacia arriba, la cortina se mecía, volví a un un ruido esta vez más fuerte, me asome el vidrio, al otro lado comenzó a bajar Esteban quien estaba sin ropa nada más que sus bóxer negros, mire hacia mis tenis nuevamente, el abrió la puerta, estaba sobándose el lado derecho de la cara, le di los buenos días, el me dio el pase a su santuario, al entrar a mi nariz penetro olor a limpio, losion y... ¿pizza?, me gire a verlo, el bostezaba sin preocupación alguna.


-Buenos días por cierto- sonrió mientras se estiraba.


No sabia si mirar su abdomen, sus piernas o su cara... sonreí para el. El me miro desorientado.


-Vengo por el perro... ¿recuerdas?- mencione con los hombros encogidos.


-Oh si, si,si claro... ¡COPITO!- gritó mientras se acercaba a las escaleras. Sobre el suelo de madera se oyeron unas uñas contra el suelo, seguido por un ligero ladrido, sobre las escaleras comenzó a bajar una bolita blanca con manchas cafés y negras, parecía que sonreía, al estar tres escalones del suelo, tropezó cayendo, quedo patas arriba, su peso no le permitió voltearse, el chico se encargaba efectivamente de -engordarlo- alimentarlo. No pude contener mi risa, era muy adorable. Esteban tomo al cachorro sobre sus fornidos brazos.


-Ow, ¿esta bien mi príncipe? ¡Te amo!- dijo energético mientras besaba la cabeza del perro.


-Ow, ¿cuanto tiene?- dije acercándome para acariciar sus orejas.


-Cuatro meses, aún es un bebe, el bebe de la casa, ¿verdad?- le pregunto al can como si este en cualquier momento le contestara.


-¿Por que tu hermana no lo podrá cuidar?- pregunte lo bastante curiosa. El bajo al perro quien rápidamente se acerco hasta mi.


-Ella es doctora, tiene un departamento al otro lado de la ciudad, creyó que tener un perro seria buena idea y podría hacerle compañía pero... su horario no se ajusto, esta en turno nocturno, llega a las ocho de la mañana duerme diez horas para luego tomar un baño e irse a las siete- menciono alzando ambas cejas.


-Mmmm... que mal, pobre copito...- dije acariciando al perro.


-Si, pero ahora podrá tener a alguien quien lo atienda mientras estoy ausente- se acerco para acariciar al perro.


A decir verdad tenerlo frente a mi en ropa interior no resultaba del todo gustoso, se estaba convirtiendo en algo lo bastante incomodo, sentía nuevamente mis mejillas arder, apreté los labios con fuerza. El se detuvo, luego se miro el cuerpo, al mirarlo se sonrojo tanto que parecía un tomate.


-¿Por que no me dijiste que estaba en ropa interior?- me reprocho.


-Disculpa.... es que pensé- me interrumpió.


-¿Que pensaste?- pregunto feroz.


¡Respira! tranquila respira Rebeca.... ¡piensa, piensa!


-No lo se...- dije cabizbaja.


-¿Que pensaste?- volvió a preguntar esta vez retrocedió dos pasos.


-Pues no se... pensé que así dormías, que eras un sinvergüenza para bajar así, no se... que te querías lucir... no se Esteban- abrí los ojos, baje al perro para taparme la cara con ambas manos, sentí un escalofrió que se coloco justo en mi cabeza. Comencé a caminar a la puerta. El cachorro comenzó a caminar a mi lado. El no decía nada, nada...


-¿Como sabes mi nombre?- preguntó pasivo.



Estoy en problemas....

Una regla/One rule. [Suspendida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora