Capítulo n°11~Todo estará bien, tieneque estarlo~
Sus manos temblaban mientras sostenía el cuerpo de su amiga, de Astrid, con la cual había hablado hace tan solo unas cuantas horas.
Todo había estado bien, hasta que dejó de estarlo.
Después de que Andrew partió, ella no pudo dejar de pensar cuando él se quitó la sudadera y vio su pecho desnudo, sus músculos marcados a la perfección, cada parte parecía tallado por los dioses, no solo su rostro era atractivo, sino también su cuerpo; sus hombros amplios, su abdomen marcado, las líneas de su espalda, hasta algunas cicatrices que tenía, que al principio le preocuparon, le parecieron perfectas, todo en él le pareció perfecto.
Tal vez, solo tal vez, si ella no hubiera estado tan sumergida en sus pensamientos acerca de él, si tan solo hubiera ido más rápido a la puerta cuando el timbre sonó, hubiera visto quien la dejó ahí, en ese deplorable estado.
No podía ni tomarle el pulso, sus manos temblaban demasiado como para poder identificar si era un latido o sus manos temblorosas.
Apenas pudo marcar el número de Andrew, que por suerte lo puso en favoritos, al igual que el de Astrid, por más que no tenía más contactos; esperar la llegada de Andrew le pareció una eternidad, cuando en realidad llegó a los pocos minutos.
El chico la miró con severa preocupación, sin entender que había pasado, al igual que ella.
—Llama al resto, llama a los 2 que faltan, ya es el día siguiente, debemos estar juntos —gritó Andrew mientras comprobaba el pulso de Astrid.
Sin saber que hacer, sin saber dónde vivían los dos que faltaban, empezó a golpear las puertas contiguas, una por una.
En la primera salió una chica bostezando, mientras se brotaba los ojos.
—¿Está Agatha Garden aquí? —preguntó, intentando no sonar muy agresiva, por más que estaba muy nerviosa como para tener tacto en ese momento.
—No... —respondió la chica todavía soñolienta, Harley tomó el pomo de la puerta y cerró la puerta de la chica.
Fue a la segunda y tercera puerta, nadie contestaba.
Tocó con desesperación la cuarta puerta, y una chica con un cigarro y una mascarilla en el rostro, salió hecha una furia.
—¿Y a ti que carajos te pasa? —la miró con arrogancia, algo que Harley no podía tolerar en ese momento.
—Busco a Agatha Garden, ¿está aquí?
Con un resoplido exagerado se dio la vuelta, Harley pensó que le cerraría la puerta, pero en vez de eso gritó.
—Agatha, alguien te está buscando, parece que está con abstinencia.
Sin esperar más, fue a las otras puertas, buscando a quien faltaba.
—En las habitaciones de al frente, la 391 —gritó Andrew, mientras sujetaba a Astrid en sus brazos.
Harley fue corriendo y llamó a la puerta.
Un chico de cabello rubio abrió la puerta después de unos cuantos golpes, la miró con suspicacia, pero luego esa mirada se volvió perversa y con intenciones muy poco deseable, antes de que ese tipo pudiera soltar cualquier asquerosidad, Harley habló.
—¿Dónde está... —no recordaba el nombre del otro chico, pero tenía que hacerlo— ¿Donaldo? No, ¿Do..., do...?
—¿Dominik? —sugirió el chico, confundido, Harley asintió—Dominik, te buscan, espero que después la compartas conmigo, amigo.
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Tras El Velo
FantasíaTodos vivimos en un mundo que consideramos ya explorado, pero lo que no sabemos es que junto a nosotros, separados por un velo imperceptible, tenemos un mundo donde la ciencia todavía no ha llegado, donde nuestras creencias flaquean, donde espíritus...