Tras El Velo

Capítulo n°8 ~Acercándose a la verdad~

Capítulo n°8 ~Acercándose a la verdad~

Harley no sabía cómo reaccionar, tenía que esperar a Astrid, ella le había dicho que se iban a encontrar, pero habían pasado 2 horas y ni una señal de ella, pero tampoco iba a seguir a este porque sí.

Pero, no tenía nada más que hacer, quería que lo acompañara, la había salvado, no podía negarse.

Y no lo hizo, solo lo siguió en silencio.

En el camino, él le estuvo explicando el funcionamiento de los semáforos para los transeúntes y que no era la misma que para los autos, ella había estado guiándose por el semáforo de los autos, no por el de transeúntes.

Luego le explicó acerca de la señal de un celular y cómo funcionaba y que, en este caso, Astrid solo no le contestaba.

Estaba tan distraída con las explicaciones de Andrew, que no se dio cuenta donde estaban.

Estaban en la universidad, eso era seguro, pero era una parte que ella no conocía.

Parecía un edificio en construcción, solo que se lo veía en desuso momentáneamente y parecía la parte trasera del edificio.

Se le hizo muy raro, por no decir sospechoso, el hecho de que ese chico siempre parecía meterse en lugares prohibidos, primero encontrándolo en la zona restringida de la universidad en la fiesta y luego esto, era algo sospechoso, solo qué, ¿sospechoso de qué?

Caminaron por las partes exteriores del edificio, se veía todavía los pilares del edificio sin terminar, era un plan de construcción que al parecer dejaron sin finalizar.

A Andrew se lo veía cada vez más raro, estaba un poco agachado pasando de columna en columna, observando todo a su alrededor con cautela.

¿Por qué se estaban metiendo ahí? ¿Qué buscaba? ¿A quién buscaba? ¿Y por qué la había traído consigo?

No quiso pensar que era un asesino en serie que traía allí a sus víctimas para que nunca fueran encontradas y ella como idiota lo había seguido sin rechistar.

El abuelo le había hablado muy bien de los asesinos en la ciudad y como uno no se podía fiar de nadie, porque te podía apuñar por la espalda en cualquier momento.

—¿Qué hacemos aquí? ­—preguntó en un susurro.

Él siseó para que se callara mientras volvía a observar a su alrededor en busca de alguien por los alrededores.

—Eso no te incumbe —bufó.

—Claro que me incumbe, tú me trajiste aquí, si voy a ser cómplice de un asesinato al menos me gustaría saberlo.

Andrew giro los ojos con irritación.

—No vas a ser cómplice de nada, solo no... no te podía dejar sola, esto no es nada, termino con esto y te dejaré ir donde quieras.

—Está bien, pero —volvió a sisear para que se callara, esta vez ella también se había dado cuenta de algo, un ruido.

Ambos permanecieron en silencio mientras se escondían en una gran montaña de arena de construcción.

Se escucharon pasos acercándose, le recordó a la noche anterior, la noche de la fiesta; los pasos se detuvieron justo en frente de ellos, en frente de la montaña de arena.

No se podía ver mucho, la oscuridad y la montaña frente a ellos no les dejaba ver a esas personas.

¿Por qué estaba Andrew escondido de estas personas?, ¿quiénes eran?, ¿qué querían?

Una voz empezó a hablar, una que se le hizo muy familiar, pero que no pudo reconocer con exactitud.

Andrew pareció reconocerla, sus ojos se abrieron y se puso atento a escuchar, Harley hizo lo mismo.

Era la voz de un hombre, era cálida y segura.

—Tal vez tengas razón, tal vez deberíamos esperar un poco más antes de contarles, pero no tenemos más tiempo, el tiempo está en nuestra contra, entre más rápido les digamos mejor será.

Un segundo hombre, con una voz más grave e imponente habló.

—Déjalos disfrutar, aunque sea su principio de año, no podemos quitarles su juventud tan pronto, ellos 5 no se lo merecen.

Ellos 5, ¿se refería a los 5 becados? ¿A ella y a Andrew?

—Escúchame Lincoln —¿Quién era Lincoln? — Esto es más importante que, "que disfruten su juventud", estamos hablando de que el mundo puede acabar y ellos son los únicos capaces de detenerlo.

¿Estaba hablando en serio? ¿Los 5 becados, ella incluida, podían salvar al mundo?

Solo había escuchado algo tan ridículo como salvar al mundo de los comics que su abuelo nunca le dejó leer, pero que aun así leyó a escondidas.

Pero esto no era un ridículo comic de superhéroes o algo similar, era la vida real, ¿qué esperaban?, ¿qué les dibujara una linda flor tropical y el mundo se salvara?

En primer lugar, el mundo no se iba a acabar, bueno, tal vez algún día, más por lo que le contó su abuelo de los cambios climáticos, pero ella no podía hacer nada para ayudar al clima.

Mil preguntas pasaron por su mente, tratando de buscar alguna explicación lógica, pero no encontraba las respuestas.

Andrew, que también había escuchado la conversación, se levantó.

Todavía teniéndola de la muñeca.

Los ojos de Harley se abrieron de sorpresa y terror.

Andrew salió de su escondite con ella y quedaron frente a esas personas.

Los reconoció al instante, era el director de la universidad y su mano derecha, Lincoln al parecer.

No tenía sentido que estuvieran ahí, hablando en un edificio a medio construir, sobre el fin del mundo y sobre los 5.

Pero, tampoco tenía sentido que Andrew y ella hayan llegado allí y los escucharan mientras estaban escondidos.

Sin lugar a dudas, lo que menos sentido tuvo, es que Andrew saliera de su escondite, revelándose ante dos directivos importantes de la universidad para enseñarles que los estuvieron espiando.

—Nos van a explicar de lo que estaban hablando—rugió Andrew, se lo veía muy enojado —si no nos lo dicen, voy a tener que llamar a la policía y si lo hago les voy a contar que nos quieren utilizar con propósitos fuera de la universidad, que hasta pueden ser delictivos.

Los dos, el director y el profesor se miraron de reojo, con miradas cómplices y se veían más que sorprendidos de que los hayan descubierto.

El director sonrió.

—Está bien niños, se los contaré.