HASTA EL AMANECER.
Kayden.
-¡HASTA EL AMANECERR!
Le siguió el rollo todo el mundo de la discoteca.
Sinceramente me estoy divirtiendo más de lo que admitire nunca en voz alta.
Pero las cosas son como son. Son las cuatro de la mañana y tanto ella como yo vamos ciegos no, lo siguiente.
Perdí la poca cordura que me quedaba al quinto chupito...
Así que aquí estamos bebiendo aún más. Bailando cada vez más pegados hasta habernos recorrido todo inconscientemente.
El único pensamiento racional que me viene a la mente ahora mismo es.
Mañana no me acordaré de nada de esto...
Por lo tanto...
Seguimos bailando...
Mejor dicho ahora somos los reyes del baile. Estamos los dos en mitad de la pista de baile dándolo todo. Me dispongo a girar todo mi cuerpo para dar una vuelta sobre mí mismo cuando de repente estoy viendo algo un tanto desagradable...
Kayla esta vomitando en mitad de la pista con todo el mundo observando el espectáculo, grabandolo y riéndose. Seguramente están grabando para subirlo a las redes sociales.
¡Mierda! Mañana lo solucionare.
Me acerco a Kayla. Sujetándola así el pelo para que termine de vomitar.
Estamos así aproximadamente unos quince minutos por ahora parece que ya ha terminado de vomitar por lo tanto le paso un brazo por encima del hombro y nos dirigimos hacia la salida.
****
Aire...
Aire fresco...
Que bien sienta.
Estoy apunto de llevarme el móvil a la oreja para llamar a un taxista que nos deje a los dos en casa cuando de pronto me viene una arcada...
¡Mierda! Ahora es mi turno.
Pienso al volver a dejar el móvil donde estaba. En el bolsillo izquierdo del pantalón. Y empiezo a vomitar.
-¿Estás bien?- Me pregunta mi compañera de fiesta, ligeramente preocupada.
-Estoy bien. Sólo que ahora seré yo quien repita lo que pasó ahí dentro.
-Ohh. Deja que llame a...espera...si tengo mi coche en el parking.
Voy a replicarle. Pero me entra otra arcada...y otra...
En menos de lo que canta un gallo estoy vomitando pero con un pequeño detalle. Ella está agachada a mi altura y acariciandome el brazo.
No sé donde aprendió ese truco pero lo cierto es que esta funcionando muy bien.
Consiguiendo así que deje de vomitar. Me pongo en píe y ella se limita a hacer lo mismo.
-Lo que iba a decirte antes de que echara mierda por la boca es que ni de coña te voy a dejar conducir en este estado.
-Vengaa. Agradable psicólogo. Es lo más racional ya que mi coche está a unos metros de distancia...
La corto antes de que pueda decir nada más para hacer un gesto con la cabeza hacia Criss. Kayla lo entiende enseguida porque se cruza de brazos en dirección hacia Criss y sonríe amargamente.
Criss está ahora delante de nosotros.
-¿Qué pasa tortolitos, se os ha acabado la noche?- Pregunta sonriendonos a ambos malévolamente.
-Me temo que sí- Me encojo de hombros.
-Vaya...y yo que pensaba continuar la fiesta encima de esa piedra- Sonríe Kayla de manera inocente.
Haciendo así que Criss, ella y yo empecemos a descojonarnos de una manera increíble.
No sé aproximadamente cuanto tiempo ha pasado pero seguimos fuera de esa discoteca descojonandonos. Hasta que es Criss es la primera en detenerse y ahora nos está mirando muy seriamente a los dos.
-Kayla dame las llaves del coche- Está asiente con la cabeza y se las lanza- Y tú hermanito súbete al coche que te llevó a tu casa.
-A tus ordenes jefa.
Nos dirigimos al parking donde tiene el coche aparcado Kayla. Es un Mercedes clase A del año 2017 en un precioso color blanco tanto por dentro como por fuera del coche.
Me acabo de enamorar del coche.
Y puede que también de la dueña.
Alejo ese último pensamiento de mi mente ya que Kayla es mi paciente por lo tanto no está bien sentir nada amoroso hacía ella.
Aunque esta noche no fuese solo tu paciente...
Estamos los dos sentados en la parte de atrás ya que Criss tiene que llevar también a otro amigo suyo a su casa.
Vamos a mitad de la carretera con Criss yendo a 180 km/h...
Cuando de repente Kayla me susurra medio tumbada en mi hombro.
-Reservame una cita para la semana que viene a la misma hora del último día, agradable psicólogo.
Con eso ella se queda dormida mientras yo me quedo sonriendo como un idiota.
Un idiota con suerte.
Esta chica va a ser mi perdición.
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Almas Rotas.
RomansaDos almas... Una ya estaba rota pero la otra... Estaba a punto de romperse en dos. ¿Podrán ellos recomponer cada pedazo de su alma rota? ¿Podrá ella sanar aún sabiendo que él se va a hundir? ¿Podrá él hundirse aún sabiendo que la salva a ella?