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                                                                         EN EL HOSPITAL.

                                                                                 Criss.

Todo es mi culpa.

Kayla está inconsciente en esta cama del hospital por mi culpa.

Si no hubiese salido corriendo al baño...

Si no hubiese dejado que me afectaran sus palabras...

Si ni siquiera hubiera dejado que vuelva a nuestras vidas...

Todo sería muy distinto.

Ella no estaría inconsciente. Y yo no me sentiría tan culpable.

Como si la vida quisiera interrumpir mis pensamientos veo a Kayden entrar de golpe a la habitación seguido de Leo.

Este último al notar la mirada que le estoy echando se acerca a saludarme.

-Cuanto tiempo.

-Demasiado diría yo.

-Chicos, ¿Me podéis dejar un momento a solas con ella?- Nos pide Kayden claramente alterado.

A lo que nosotros simplemente salimos de la habitación.

-¿Por qué dejaste de hablarme de un día al otro?- Se encuentra preguntándome Leo.

-Porque me pareció lo mejor para los dos Leo. Yo ya me había mudado a Madrid. Y tú no tardaste en encontrar a una persona que me sustituyera.

Antes de venirme a vivir a Madrid. Leo y yo fuimos novios durante un gran tiempo aunque claro no se lo contamos a nadie ni siquiera a Kayden pero como todo en la vida se terminó acabando. Término dos semanas después de venir a Madrid. En concreto el día que descubrí que me había puesto los cuernos con otra.

-Siento mucho haberme comportado como un idiota por aquel entonces pero me gustaría mucho que volvieramos a hablar. Que volvieramos a ser los mejores amigos que alguna vez fuimos.

-Esta bien Leo. No te digo que pueda perdonarte así de la nada. Pero me pensaré lo de ser amigos te lo prometo.

-Genial.

Con eso sale Kayden de la habitación con los ojos llorosos.

Más llorosos que incluso el día de la muerte de nuestros padres.

-Ella...ella...tiene que recuperarse...

-Estoy segura de que ella lo hará. Se recuperará Kayden. Kayla es fuerte.

Con eso lo abrazó y lo estrujo entre mis brazos lo más fuerte que puedo. Y Leo hace lo mismo.

Para que vea que estamos con él y lo estaremos siempre que lo necesite.
Siempre que nos necesite.

-Hay abrazos en los que te quedarías a vivir- Digo al recordar una de mis frases favoritas del último libro que estoy leyendo.

¿Un último baile, mi lady? de Megan Maxwell.

Leo y Kayden asienten al mismo tiempo. Entendiendo la referencia.

                                             ****

Es la hora de comer. He convencido a Leo y Kayden para que bajen a comer algo en el hospital. Quedándome otra vez sola con Kayla. Hablandola con la seguridad de que me estará escuchando. Y cuando despierte pueda perdonarme.

-Criss la siguiente podrías ser tú- Escuchó decir a mis espaldas a Mark- Necesito que dejes de hacerlo. Que dejes de investigar a Allan Clark.

-Mark debo hacerlo. Te lo debo- Me doy la vuelta. Levantándome para confrontarlo.

-No me debes nada. Además ya tengo a otra chica que lo va a investigar.

-Pero Mark...

-Lo siento pero tú me importas demasiado como para poner tu vida en peligro.

Y ahí está otra vez esa boquita tan sexy rozando casi la mía. Olvidándome siquiera de respirar. Mirándome con esa llama de fuego que está a punto de atravesarme.

Para volver el juego más peligroso de lo que es ya.

Ese juego que hemos iniciado hace apenas unas semanas...

Ese juego que estamos jugando solo nosotros solos...

Ese juego que con solo un paso en falso está apunto de terminar...

¿O no?

Pero antes de que nos dé tiempo a averiguarlo. Pasa lo inesperado.

Kayla está despertandose.

Por lo que Mark y yo nos separamos enseguida. Y cada uno va a un lado de su cama.

-¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy?

Almas Rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora