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                                                        NUESTRO PRIMER BESO.

                                                                          Kayla.


En cuanto la madre de Kayden se pone en marcha nos disponemos todos a seguirla. En silencio. Solo escuchando nuestro paso y el ruido monótono de la ciudad. Al darme cuenta de que Kayden está más cabizbajo de lo normal me acerco a él.

-¿Estás bien?- Le pregunto al sujetarle la mano inconscientemente.

-Sí...bueno no mucho.

-¿Te apetece hablarlo?

-Es que todo lo que está pasando me parece demasiado para todos nosotros. No comprendo qué quiere esa gente, porque está haciéndonos daño, porque os mantuvo alejados a Mark y a ti durante tantos años y sobre todo el hecho de secuestrar a mis padres y haber hecho creer a todo el mundo que habían tenido un accidente de tráfico un año atrás.

-Kayden a esas personas no hay que comprenderlas porque no tienen una razón de sí para hacer algo simplemente cogen y lo hacen. Causando caos. Haciendo daño a los demás. Porque en un lugar retorcido de su mente les parece que eso está bien.

-Hemos llegado chicos- Dice la madre de Kayden de repente.

Estamos en frente de un edificio precioso pero muy escondido. En la calle Fresno. El edificio tiene siete plantas con ascensor. Las paredes del rellano son de color rosa y cada piso tiene un modelo de puerta diferente.

Estamos entrando en el 3ºB que tiene la estructura básica de una puerta normal.

Al entrar nos quedamos todos con la boca abierta de lo enorme que es el piso ya que desde fuera parecía mucho más pequeño.

-¿Máma esté lugar que es? ¿Desde cuándo tenemos un piso en Madrid?- Le pregunta Criss a su madre.

-Este piso pertenecía a vuestra abuela Estela que ya sabéis que le encantaba Madrid así que nos dejó a Karl y a mí este piso como herencia. Nunca le dijimos nada a nadie sobre el piso aunque sí lo mantuvimos porque sabíamos que en algún momento lo íbamos a necesitar. Así que de momento nos vamos a mantener a salvo aquí.

-¿Cómo sabes que ellos no nos encontraran?- Le pregunta Mark. Él que recientemente he descubierto que es mi hermano mayor...

Al ver que estoy apunto de derrumbarme decido darme una vuelta para conocer mejor el piso en el que tenemos que quedarnos a vivir hasta que sea seguro volver cada uno a nuestros hogares.

El salón es bastante amplio, sus paredes están pintadas de un color crema precioso, tiene un sofá enorme enfrente de la televisión que es más enorme aún, también hay una mesita pequeña delante del sofá; en el salón hay una ventana que da directamente a una terraza bastante grande donde aún no hay nada puesto; al volver al salón hay un pasillo que conduce a seis habitaciones con baño cada habitación.

Intento dirigirme a la primera habitación pero un toque suave en el hombro me lo impide. Al girarme veo a Kayden delante mía.

-Me encantaría quedarme contigo aún nos pille el fin de nuestro mundo, aún con todas las mentes retorcidas que hay, aún con todas las personas que nos quieren destruir- Suelta de repente.

- A mí también me encantaría, agradable psicólogo. Pero, ¿Qué hay de tu trabajo...? ¿No hay una norma que os impide salir con los clientes?

-Rompería todas esas normas por ti- Se inclina cada vez más hasta rozar sus labios con los míos. Del roce estamos pasando a tocar nuestros labios con ganas, con ternura y ahora estamos besandonos como si no existiera nadie más en esta casa, concretamente en este pasillo.

Es nuestro primer beso.

Pero es como si nuestros labios se conocieran de antes.

Como si fueran unas voces lejanas empezamos a escuchar a todos los demás aplaudiendonos por lo tanto Kayden y yo nos separamos lo más rápido posible y al ver que están todos enfrente nuestra ambos nos empezamos a sonrojar.

-Ya era hora de que os permitáis sentir- Nos dice Criss y con eso todos se alejan para poder seguir viendo la casa. Entrando así en la primera habitación y dejándonos solos.

Kayden me mira y sin poder contenerse dice.

-Joder... sabes tan bien que volvería a besarte de nuevo.

Y sin más que añadir vuelve a besarme pero este beso ya no es tierno sino que es necesitado, como dos almas rotas que se encuentran en medio de la tormenta y lo único que necesitan para sobrevivir son el uno al otro. 

Almas Rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora