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                                                                   ¿QUIÉN ES?

                                                                        Kayden.


-Kayden tenemos que hablar- Interrumpe mi madre este gratificante beso en donde lo que antes solo eramos dos personas ha sido capaz de convertirnos en una sola. Le dedico a Kayla una última mirada llena de todo tipo de emociones antes de alejarme del todo con mi madre.

Llegamos a una habitación bastante amplia en donde está sentada Criss en la cama por lo tanto máma y yo hacemos lo mismo. Máma sentandose en medio y yo a la izquierda de ella.

-Sé que ha sido todo muy rápido para vosotros por ende muy duro y aunque vuestro padre no esté aquí con nosotros ahora, saldremos adelante como la familia que somos. Una familia que lucha por lo quiere y no se rinde bajo ningún obstáculo. Mis pequeños leones- Mientras lo dice nos acaricia el pelo.

Como cuando éramos pequeños y teníamos una situación difícil de enfrentar. Máma siempre venía a nuestro pequeño cuarto y se quedaba con nosotros hablando y repitiendonos esas palabras exactas hasta que conseguiamos quedarnos un poco más tranquilos.

Ahora nada ha cambiado puesto que sus palabras tienen el mismo efecto en Criss y en mí.

Dejándonos más tranquilos a ambos.

-Máma, ¿Pápa y tú cómo sobrevivisteis al secuestro?- Pregunta Criss.

-Si os digo la verdad no fue nada fácil pero vuestro padre y yo tuvimos que sacar fuerzas de donde apenas nos quedaba para aguantar todas las cosas que nos hacían o nos decían esas personas.

-¿Estará papá bien?

-Por supuesto, cariño. A él no le puede pasar nada...no puede...- Máma rompe a llorar.

Porque a veces hasta las personas más fuertes necesitan romperse, para luego acabar siendo más fuertes de lo que un día fueron y de lo que ya son.

Por lo tanto Criss y yo nos quedamos consolándola como tantas veces ella lo hizo con nosotros.

                                                                      ****

Es ya de noche cuando Criss y máma caen rendidas. Pero a mi no me termina de coger el sueño por estar pensando en cierta señorita...

Así que decido ir a averiguar en qué habitación le ha tocado dormir pero apenas estoy cruzando la puerta para salir fuera de la habitación cuando me cruzo con Kayla enfrente.

-Te echaba de menos- Dice en cuanto me ve.

-Y yo a ti pequeño ángel.

Sin aguantar las ganas vuelvo a besarla de nuevo.

-Vamos a mi habitación que no hay nadie- Me susurra al oído.

Cogiéndola en brazos. Colocando sus piernas alrededor de mis caderas mientras la succiono el cuello nos dirigimos hacia donde ella me indica que está su habitación y en cuanto llegamos la posicionó en contra la pared al ir subiéndole la camiseta e ir bajándole los pantalones.

Dejándola así en ropa interior...

Demasiado sexy.

Ahora ella está nivelando el juego. Dejándome a mí en ropa interior.

Con mis calzoncillos de confianza.

Nunca fallan.

Aumentando el juego que estamos creando... empiezo a succionar cada parte de su precioso cuerpo dejándonos a los dos sin ropa alguna en cuestión de segundos, metidos en la cama y con mi polla metida entre su entrepierna.

Haciéndonos a los dos gritar como nunca antes del placer. Ella gritando mi nombre con absoluta desesperación y yo dejando salir el suyo de mi boca como si hubiera perdido la cordura.

Y puede que ahora mismo no me quede nada de ella.

-Kayden...

-Pequeño ángel...me...vengo...

-Y yo...

Y sin nada más que decir nos venimos los dos a la vez. Quedándonos abrazados. Ella encima de mí rodeándome con sus brazos débiles por perder toda la fuerza antes y yo rodeándola con mis enormes brazos la espalda con mucha fuerza porque no soy ni siquiera capaz de pensar en dejarla ir.

Pero la vida se adelanta en hacer que tenga que dejarla ir ahora mismo es decir que no puedo seguir abrazándola ni ella a mí porque hay un ser humano seguramente inservible llamando al timbre.

Pero si solo son las 2 de la mañana...

Los dos nos encontramos ahora de camino a la puerta. 

Al llegar me asomo a la mirilla para ver quien es pero no es nadie que me resulte familiar.

-¿Quién es?- Pregunta Kayla al intentar asomarse a la mirilla ella también.

-No lo sé. Ni me importa. Solo sé que quiero volver ahí dentro y repetir todo lo que acaba de pasar hasta el amanecer. Sin parar. Sin descanso. Solo escuchándote a tí volviendo a gemir mi nombre.  

Almas Rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora