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                                                                         ¿MAMÁ?

                                                                         Leslie.


-Cariño tienes que huir. Dejarme a mí aquí. Llevarte a los niños lo más lejos que puedas y esconderos hasta que se cansen de buscaros- Se encuentra diciéndome mi marido a punto de...

Morir.

Morir por culpa de esta gentuza que alguna vez fueron nuestros amigos.

-No pienso irme sin tí. Mira lo que te han hecho. Si nos vamos es juntos.

-Leslie vete. No hay tiempo para mí. Yo estaré bien. Solo encuentra a los niños y vete antes de que sea demasiado tarde para todos por favor.

-Está bien. Me iré. Pero pienso volver a por ti que no te quepa duda Karl y más te vale seguir vivo cuando vuelva porque sino iré hasta el mismísimo infierno si hace falta a buscarte y traerte de vuelta.

-No te preocupes por eso darling, me sé cuidar, todo estará bien, yo voy a estar bien.

-Eso espero querido.

-¿Darling?

-¿Sí?

-¿Una última vez?- Entiendo a lo que se refiere enseguida y los recuerdos empiezan a invadir mi cabeza de pura nostalgia.

¿Una última vez? Es nuestra manera de asegurarnos el uno al otro que siempre vamos a seguir luchando juntos y rendirnos no está en nuestros planes por más que las cosas se pongan tediosas. Vamos a luchar por nosotros pero sobre todo por nuestros hijos.

-Allá vamos una última vez- Encuentro sus labios una última vez. Besándole con tal desesperación como si se acabará el mundo.

Aunque tal vez para nosotros sí se acabe.

Con eso me escabullo de esta habitación de un sótano cualquiera. Con la sensación de que está es la última vez que veré a mi marido y todo por culpa de la obsesión de una mujer que ha traspasado el límite.

Allesandra Clark.

Solíamos ser amigas. De hecho las mejores. Cuando de repente empezó a obsesionarse con querer mi vida tal cual era para ella y con ello intentar quitarme a las personas que más quiero.

De hecho acabó quitándome a mi hijo mayor.

Aleix.

Del que ni Kayden ni Criss saben nada.

O eso creo.

-¿Señora, está usted bien?- Una voz a mis espaldas me saca del hilo de mis pensamientos dándome cuenta así de que por fin he salido de aquel sótano tan frío y estoy viendo la luz del sol después de un año entero ahí encerrada.

Pero no es el mismo sol que hace un año.

¿En dónde estoy?

-Sinceramente me encuentro un poco desorientada. ¿En dónde estoy?

-Se encuentra usted en Madrid, señora.

-¿En...Madrid?- El chico asiente con la cabeza.

¿Cómo es eso posible?

Si cuando nos secuestraron a Karl y a mí nos encontrábamos de camino a un pueblo de Sevilla. Nuestra ciudad natal. A visitarlo.

Concretamente a Almensilla.

Y sabemos que nos encerraron en un sótano cerca de ahí porque no tuvimos que hacer mucho trayecto por lo tanto no entiendo cómo es posible que ahora al salir de ahí me encuentre en Madrid.

 -¿Disculpe, podría indicarme dónde está la comisaría más cercana por favor?

-Haré una cosa mejor, la acompañaré para que no se pierda- Responde este chico tan jovencito.

Con eso ninguno de los vuelve a decir nada más hasta llegar.

-Aquí es señora.

-Muchas gracias joven.

Al entrar a la comisaría me dirijo directamente a una puerta del fondo del pasillo que es la única puerta que está abierta; por lo que al llegar irremediablemente escuchó la conversación que todos los presentes están teniendo y es nada más y nada menos que sobre...

La mafia italiana.

Así que me es imposible no intervenir y sobre todo cuándo me acabo de escapar de ellos.

-¿Estáis seguros? ¿Acaso sabéis quienes son? ¿Tenéis un plan?

Todos se me quedan mirando sin apenas entender nada y cuando mi mirada se cruza con la mirada de mis dos preciosos hijos. Criss y Kayden.

Es indudable la duda que hay en su voz...

-¿Mamá?- Repiten ambos a la vez.

-¿Quién más podría ser?

-¿Tú...Tú...no estabas muerta?- Se atreve a preguntarme Kayden mientras me abraza seguido de Criss.

Y con eso empiezo a explicarles a todos por todo lo que he pasado. Lo que hemos pasado Karl y yo hasta llegar a esta situación y no omito ningún detalle por lo que Criss y Kayden están ahora mismo con la boca abierta y mirándose entre ellos.

-¿Y papá?- Me pregunta ahora Criss.

-Papá se ha tenido que quedar, cielo...

-Esto no es justo- Se queja Kayden y todos asienten con la cabeza.

-Chicos ahora no hay tiempo para quejarnos, tenemos que irnos todos de aquí antes de que nos vuelvan a encontrar.

-Mamá relajate por si no te has dado cuenta estamos en una comisaría y tenemos a un policía entre nosotros que está haciendo todo lo posible por salvarnos- Me dice Criss mirando a este chico al igual que yo miro a su padre en tantas ocasiones.

Mi mirada se cruza con la del chico en cuestión y me sorprende ver que es Mark el hijo mayor de Graciela, mi amiga de Madrid. O mejor dicho mi compañera de aventuras.

-No sé si te acordarás de mí Mark...pero nosotros ya nos conocíamos de antes...era una amiga de tu madre y siento mucho el final que tuvo. Aún me duele bastante. ¿Cómo se encuentra Kayla?

-¿Eh...?- Pregunta bastante confundido.

-Kayla tu hermana pequeña.

-No tengo ninguna hermana pequeña.

-¿Y ella?- Preguntó señalandola. Está igual a como la recordaba las veces que iba a visitarles. Preciosa.

-Oh creo que se equivoca nosotros no somos hermanos- Me contesta Kayla.

-No queridos creo que os equivocáis vosotros. Sois hermanos. De hecho para demostrarlo tengo una foto de cuándo vosotros erais pequeños.

¿Cómo es posible qué no se recuerden?

¿La maldad de esa gentuza llega a tanto?

¿A hacer que dos hermanos muy unidos se separen e incluso no se recuerden?

Saco la foto que me guardé en el bolsillo del botón izquierdo del pantalón antes de salir de casa aquel día y se las muestro.

Tanto Mark como Kayla se quedan paralizados un momento. Y ahora se miran como si se acordarán de todo.

De hecho Mark rodea a Kayla con sus brazos y es un abrazo tierno, cariñoso, como si siempre se hubiesen necesitado y nunca se hubiesen tenido.

-Ahora que ya lo sabéis nos podemos ir.

-P-pero máma ya te dije que es policía y que nos puede mantener a salvo. Independientemente de que ahora sabemos que Kayla y Mark son hermanos. Con más razón conseguirá que estemos todos a salvo.

-No puede Criss, hace tiempo su padre intentó lo mismo y lo mataron.

-¿A dónde vamos?- Me pregunta Mark aún abrazando a su hermana.

-A un lugar seguro.

Almas Rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora