ESCAPADAS NOCTURNAS.
Kayla.
Kayden y yo vamos a tener nuestra primera cita oficial...
¡Qué nervios!
Después de 3 meses sin poder ir a ningún lado salvo a nuestros trabajos y de ahí cada uno directo a casa y lo más rápido posible, nosotros hemos decidido ir en contra de las normas y fugarnos de casa solo por las noches como dos adolescentes que lo único que quieren es conocerse mejor y disfrutar lo máximo posible de la experiencia por el camino así que me encuentro en el armario de mi cuarto eligiendo la ropa que voy a ponerme esta noche cuando entra Criss con cara de preocupación.
-Kay...me ha llamado Alan...- Dice a la vez que se sienta en el borde de la cama con los ojos llorosos.
-¿C-Cómo es posible...?¿No habías cambiado de número de teléfono?
-Y lo cambie, pero debe de ser muy hábil con la tecnología porque lleva llamándome toda la mañana.
-¿No sé lo pensarás coger, verdad?
-No, lo único que quiero es poder olvidarme de su existencia y que él deje en paz la mía- Dice mirándome con los ojos más llorosos aún a punto de echarse a llorar pero con la clara decisión en su mirada de no volver a hablarle nunca más.
-Criss,¿Por qué no se lo dices a Mark? Él es el único que podría detenerlo...
-Porque aunque no lo parezca incluso Mark a veces necesita un descanso y yo lo último que quiero ser es una carga más para él...
¡Ay! Si vieras como te mira jamás pensarías eso.
La primera vez en la que concuerdo contigo en algo consciencia.
-Criss creeme en el poco tiempo que llevamos conviviendo todos juntos en está casa he podido ver que para Mark tú jamás serás una carga porque te mira de una manera distinta a como nos mira a los demás...
-¿Y cómo me mira?
-Como si tú fueras lo único que él quiere y necesita. Te mira con ese amor infinito en los ojos que solo una persona que realmente te quiere puede tener.
-Pero aunque tengas razón...yo...sigo sintiéndome como una carga para él...es que él siempre está ahí para mí. Para salvarme. Y cuándo él realmente me necesita siento que lo único que hago es hundirlo más...
Antes de que a Criss le de tiempo de terminar la frase, escuchamos a alguien tocar la puerta de mi habitación por lo tanto le gritó para que pase.
-¡Adelante!
Y obedeciendo mis órdenes Mark entra en la habitación. Al verlo a Criss se le cae la cara de la vergüenza y se encuentra mirando hacia el precioso suelo de mármol hay en la habitación en vez de mirar a Mark a la cara.
A está chica nunca se le irá la timidez...
Segunda vez en un mismo día en la que estoy de acuerdo contigo en algo consciencia.
¡Todo un logro!
-Criss necesito hablar contigo sobre algo importante, ¿Tienes tiempo ahora?
-Por supuesto- Está decide enfrentarlo y sale de la habitación seguida de un victorioso Mark.
Volviéndome a dejar sola con la labor de seleccionar un precioso aunque a la vez adecuado atuendo para esta noche.
****
Una vez estoy preparada salgo a la terraza donde Kayden me espera con su hermoso esmoquin de color negro mientras que yo al final me decí por un precioso vestido color verde esmeralda y rizarme las puntas de mi pelo liso y antes de poder siquiera observarlo mejor acota la distancia que hay entre nosotros envolviendome con su aroma exquisito a Hugo Boss y entrlanzando su lengua con la mía en en un beso que sabe diferente a todos los demás que nos hemos dado por ahora. Sabe a pasión. Dureza. Pero sobre todo a locura. Una locura que hace demasiado tiempo juré no volver a sentir con nadie más hasta que ví a Kayden y supe que ese juramento se desharía en el momento que él me tocase.
Finalmente él acaba despegando sus labios de los míos y me mira desde su altura. Posesivo. Con media sonrisa de lado. Y vacilante ante las expectativas que está noche nos presenta.
Hablando de está noche...
No tengo ni idea de a dónde pretende llevarme.
-Kayden...¿A dónde vamos?- Al lanzar la pregunta le cojo de la mano con seguridad. Una seguridad que me dice que él no me soltará nunca de ella así el camino sea difícil. O casi imposible para nosotros. Sé que siempre podré contar con Kayden para salir adelante y tropezaremos una y mil veces porque la vida es así, nos hace caer. Tropezar. pero lo haremos juntos.
-A dónde nos lleve el viento, pequeño ángel.
Y con eso subimos por el tejado al camino que conduce a la azotea dejando los problemas en casa y dejando que me guíe él. Kayden. El amor de mi vida. Porque por él me dejaría guiar hasta el fin del mundo, puesto que es mi brújula y sea la circunstancia que sea siempre lo será.
ESTÁS LEYENDO
Almas Rotas.
RomanceDos almas... Una ya estaba rota pero la otra... Estaba a punto de romperse en dos. ¿Podrán ellos recomponer cada pedazo de su alma rota? ¿Podrá ella sanar aún sabiendo que él se va a hundir? ¿Podrá él hundirse aún sabiendo que la salva a ella?