12 semanas después...
Es una hermosa mañana de sol blanco. El verano ya casi está aquí. El cielo es de un azul puro cargado con la promesa de calor y días mejores.
Estaciono mi Yamaha sobre las dunas y me quedo un rato mirando el océano en las orillas arenosas de Rockaway Beach.
Casi espero verlo.
Mi mirada baja a la sudadera con capucha negra que estoy usando, y una sonrisa se abre camino desde las comisuras de mis labios.
Asiento con la cabeza.
Ahí estás...
En la luz que viene del interior de las nubes blancas e hinchadas.
En el olor del océano, que me llama por mi nombre.
En mi prisa cuando me quito las botas y atravieso el agua.
Está tallado en cada centímetro de mi piel mientras me sumerjo más en la corriente que no me hundirá. No esta vez. No otra vez.
Nado con los ojos abiertos; lo busco debajo de la marea, aunque sé que aún no lo encontraré. Salgo a la superficie a tomar aire: mis pulmones arden, mi corazón late y la vida inunda mis venas.
Me hundo una vez más, sumergiéndome más profundo esta vez hasta convertirme en el agua que me envuelve en un estrecho abrazo. Mis pulmones no resisten, pero he encontrado el coraje para pronunciar las palabras que quiero gritar en la parte superior de mi dolorido pecho mientras resurjo.
Entonces, las digo, en voz alta. Incluso si es solo para mí: las saboreo en mi boca y se sienten muy bien.
Con el vasto cielo azul sobre mi cabeza, de espaldas a la seguridad de la orilla, las dejo salir; las dejo en libertad...
—Te amo, Park Jones.
Mi pecho explota de agonía, pero no me arrepiento de nada. Todas y cada una de mis decisiones me han llevado de vuelta a esta playa, a este océano.
—Ni se te ocurra ahogarte, Noah Riley.
El sol me ciega por un breve momento. Jadeo cuando mis emociones toman lo mejor de mí y me vuelvo para encontrar la fuente de la única voz que puede tallar mi vida en un millón de diferentes universos en colisión.
El mundo entero se desvanece y todo lo que veo es otro tono de azul ardiendo en un par de ojos familiares. Es la luz de Park, más brillante que el sol. La parte de mí que ahora es suya ha hecho posible este momento.
Está tan cerca que puedo oler el aroma almizclado de su piel combinado con el delicado eco de algo crudo y privado: su fragancia enterrada en mi alma.
Los segundos que me toma vadear, estirar la mano y tocarlo suceden en cámara lenta...
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Dueles Tan Bien (ChicoxChico)
Genç KurguNoah Riley, de diecinueve años, se despierta desorientado, empapado hasta los huesos y solo en las costas de Rockaway Beach, Brooklyn. Después de una petaca de licor Jägermeister, bastante autodesprecio, y muchas malas decisiones borrachas, no tiene...