Tal vez todo salga bien. Sí... Tal vez Candace haya madurado, podamos pasar el rato y ser amigos de nuevo.
—Bueno, bueno, bueno... si no es otro que Noah Riley. In. The. Flesh. ¿Cómo has estado, extraño?
O no.
Si tenía la más mínima esperanza de que actuara como la mujer adulta que es, acaba de aplastarla con el taco aguja de su stiletto animal print.
Su comportamiento apesta a angustia reprimida; puedo olerlo más allá del humo y el aroma de las hamburguesas parrilleras que trae la brisa.
Diablos, incluso puedo escucharlo más allá del pshhh—tsk—pop de las latas de cerveza abriéndose aquí y allá.
No estoy delirando. Sé que lastimé sus sentimientos el último día que salió furiosa de mi apartamento segundos después de haber terminado con ella. Juro por Dios que no estaba planeando hacer tal cosa. Todavía me siento mal por este lío, pero, de nuevo, ¿qué se supone que debía hacer? No sentía nada por ella. Nunca pensé que podría sentir algo por nadie, para ser honesto, pero bueno, eso fue antes de conocerlo a él.
El yo después de Park es alguien que difícilmente puedo describir. Todavía estoy pensando en sus giros y vueltas, sus bordes más suaves y su repentina esperanza.
—Candace, ¿cómo estás, hermosa? —Ethan la saluda de la nada, como un caballero con una armadura brillante. Ella se relaja un poco mientras la veo pavonearse hacia donde él está parado. Lo miro boquiabierto y él me da la más tensa de las sonrisas.
Gracias hermano.
—Hola, Ethan. La verdad... he estado mejor si sabes a lo que me refiero — Hace una mueca, mirándome fijamente a los ojos, haciéndome querer enterrarme en la arena, cambiar mi nombre y llamarme Noah Duna de Mierda de ahora en adelante.
—Bueno, no seas así. ¿Qué tal si dejas atrás tus penas al menos por esta noche y te tomas una bien helada, eh? —dice, todo encantador, arrojando sombra sobre el resto de nosotros, simios básicos tratando de mantenernos a flote.
¿Dónde diablos está Park? Mis ojos inquietos escanean la playa sin suerte.
—¿No eres el más dulce? —Ella casi sonríe al coqueteo de mi amigo. Buena movida, si tan solo durara más de unos pocos segundos, entonces podría alejarme de ella y de esta complicada situación.
Por el rabillo del ojo, capto a Thomas, el inútil de la fogata, tomando una foto y enviando mensajes de texto furiosamente: ¿cuál es su problema? ¿Le está contando a otros sobre mi patético encontronazo del quinto tipo con mi ex?
#NoahDunadeMierda #Arruinado #SorrynotSorry #Gaydar
Lo miro, y me da una sonrisa de disculpa como si eso pudiera arreglar lo que acaba de hacer. Como si la sonrisa dientuda de Thomas, una especie de: lo- siento-soy-un-bastardo-entrometido, pudiera arreglarlo todo.
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Dueles Tan Bien (ChicoxChico)
Teen FictionNoah Riley, de diecinueve años, se despierta desorientado, empapado hasta los huesos y solo en las costas de Rockaway Beach, Brooklyn. Después de una petaca de licor Jägermeister, bastante autodesprecio, y muchas malas decisiones borrachas, no tiene...