Caminaba con pasos nerviosos hacia la tienda de desayunos. Apretaba mis labios mientras mis ojos mostraban inseguridad. Sí, estaba extremadamente arrepentida de hacer esto.
Lo mas probable es que me digan un no, pero no me iría sin intentarlo. Debía conseguir un buen trabajo para pagar todo lo que me había llevado "prestado" de Haru. Él no estaba de acuerdo claramente, pero con tal de no cocinar... Por una semana completa, todo estaría bien.Me enderecé fijamente viendo la entrada del lugar, di un suspiro pesado y entré decidida. Iría por ese empleo.
- ¡Buenos días! - grité no tan fuerte mientras me acercaba al mesón de pago.
Se asomó por la puerta de empleados el mesero de la última vez y esbozó una gran sonrisa . - ¡Buenos días! Me alegra verla de nuevo. - habló alegremente.
Observé rápido su apariencia, debía tener en cuenta cada mérito de vestimenta. Cabello castaño, ojos verdes, tez blanca. Llevaba una gorra con el logo de la tienda, una camisa roja y pantalónes levemente anchos color crema. En la muñeca de su mano derecha llevaba una cadena de plata. Su aroma: vainilla.
Le devolví la sonrisa luego de captar que lo veía descaradamente. - Lo mismo digo. Pasaba por aquí para hacer una pregunta. -murmuré mientras apoyaba mis codos en el mesón, y mi mentón descansaba en mis manos entrelazadas.
-¿Sí?
- ¿Están contratando personas? -pregunté mientras trataba de no tartamudear.
Él frunció el entrecejo y luego entró al cuarto de empleados.
Bendito sea Dios.
Creí que me estaba ignorando, así que gruñi algo disgustada y pateé con rebeldía el suelo. Estaba apunto de insultar al aire pero él volvió con un papel. - Sí, pero solo queda disponible para cajero. - dijo mientras leía la hoja.
No puede ser.
Me quedé pensado por unos momentos. ¿Debía aceptar o seguir buscando? Era buena sacando cuentas, pero también quería el puesto de mesera.
¿Cómo llegaría a la casa diciendo que no conseguí exactamente lo que quería?
Sin más bufé para mí y luego lo miré. - Está bien.
- Perfecto. - comentó - Necesito saber si tienes experiencia. Aunque te ves algo joven ¿Has trabajado antes?
Fruncí el ceño con el "te ves algo joven". Ante esa frase estaría dispuesta a leer su mente para saber con que malvada intención había dicho eso, pero traté de calmarme y procedí. - No he trabajado, pero soy buena con las matemáticas. Además, tengo 16, espero eso no sea problema.
Me miró algo sorprendido pero luego sonrió. - Para nada, aceptamos jóvenes desde los 15, por supuesto, que tengan el consentimiento de sus padres. - mencionó.
Bueno, el consentimiento de un mayordomo debía bastar.
Asentí con la cabeza y proseguí. - Por supuesto, ¿entonces sí puedo?
- Déjame y me comunico con mis superiores para ver qué opinan. Además, también vale la dedicación y el trato hacia los clientes, así que mañana deberás traerme un papel con tu experiencia en el trato y tus habilidades... Con las matemáticas. - habló con amabilidad.
- De acuerdo, entonces vendré mañana. - dije con entusiasmo. - Por cierto ¿Cómo te llamas?
- Anthony - mencionó con una sonrisa. - ¿Y usted cómo se llama, linda damisela?
- Anthony... Que lindo nombre. - reí. - Yo me llamo Yusi, para servirle. - hablé con gracia mientras hacía una reverencia, el me seguía el juego haciendo lo mismo. - Está bien, entonces nos veremos mañana, Anthony, ¡adiós! - dije despidiendome a lo que él asintió y se despidió igualmente.
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En proceso de protección
FantasyA no tener madre súmale que tu padre te odie. Súmale un crush que termina matando a tu padre y luego súmale que debes salir de tu ciudad. Ahora resta las posibilidades de tener una vida normal luego de ello y multiplica las posibilidades de experime...