- ¡Corre! -- gritó Haru apresurado, tomando mi mano.
Nos alejamos hasta donde se encontraba Takeshi y miramos cansados como los fuegos artificiales iluminaban el gran cielo de forma colorida.- Tenía un gran tiempo sin mirar estas cosas. -- mencionó Takeshi mientras miraba el cielo feliz. El reflejo de sus ojos mostraba como los fuegos artificiales actuaban de forma impresionante. Eso lo emocionaba.
Haru suspiró maravillado ante la atracción. Me senté en el césped acomodando mis piernas estiradas y posando mis manos un poco más atrás de mi espalda para conseguir la pose perfecta de comodidad. Haru se sentó a mi lado sin quitar la vista del cielo.
La chispa de los fuegos era tan efímera que solo me hizo reflexionar en todo lo que había pasado.Rápidamente cambié mi expresión y quité la mirada del cielo, no había tenido una conversación concreta con Haru desde que el rubio me contó todo.
Lo miré por el rabillo del ojo y volví la vista al cielo, estaba lista para hablar de eso. - Oye. -- murmuré.
-¿Que pasá? -- preguntó aún viendo el cielo.
Quité mi posición a una más cómoda mientras apretaba mis manos pero sin cambiar el trayecto de las piernas. Respiré profundo y soplé el flequillo que cubría un poco mi frente. - Perdón.. Por presionarte en que hablaras un tema tan complejo conmigo. - hablé con un tono bajo.
Él volvió su mirada hacia mí y bajó la sonrisa de su rostro. - No te preocupes, no sabías lo que estaba pasando. -- mencionó tratando de animarme.
Jugué un poco con mis manos en silencio y apreté mis labios. - Pero fui muy egoísta, Haru. Lo siento.
- Está bien. -- finalizó de manera desinteresada y jugó con mi cabello en silencio, tal vez intentando reflejar seguridad de que no pasaba nada con respecto al tema. Después de eso volteó su mirada de nuevo al cielo y así se quedó.
....
Tomé una gran bocanada de aire mientras cerraba la puerta detrás mío. Me tiré suavemente en la cama y miré el techo mientras muchas cosas pasaban por mi cabeza.
Entre esas, cómo interactuar más con Takeshi. Esta vez, para preguntarle cuáles son las habilidades que tenía.
Instintivamente olí el olor a cerezos del rubio, pero esta vez iba acompañado de un olor familiar. El olor a perfume de uva que utilizaba Haru. Escuché como hablaban de estupideces; qué iba a cocinar; cuándo contratarían ama de llaves; y cosas sin sentido. Aunque tenía la puerta cerrada, se me hacía fácil manipular el olfato, por lo que sospeché, que podía oler lo más pequeño a grandes distancias, y era algo que podía controlar como la telepatía.Escuché sus voces a lo lejos y luego me levanté frunciendo el entrecejo. Abrí la puerta y me asomé por el pasillo, ellos iban en dirección a la cocina. Pasaron unos minutos. Seguía oliendo sus aromas hasta que comencé a oler el aroma de pimienta. Estornudé algunas veces e hice una mueca de disgusto.
Fui caminando lentamente a la cocina y me asomé en la puerta. Ellos estaban preparando unos filetes, no lo ví pero lo pude percibir con el olfato.
El rubio volteó a verme y frunció el ceño. - ¿Pasa algo? -- preguntó.
- Olí el olor del filete cocinandose y vine a ver. -- hice una mueca con mis labios mientras me sentaba en una silla al frente de ellos.
Haru volteó e intercambio miradas con Takeshi. Ellos sabían algo. - Que raro, yo no huelo nada aún.-- mencionó Haru con una ceja arqueada. Takeshi rascó su garganta y chocó hombros con Haru, en ese momentos el ojos celestes cambió su expresión e hizo una sonrisa nerviosa. -Ah, claro.
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En proceso de protección
FantasyA no tener madre súmale que tu padre te odie. Súmale un crush que termina matando a tu padre y luego súmale que debes salir de tu ciudad. Ahora resta las posibilidades de tener una vida normal luego de ello y multiplica las posibilidades de experime...