Mis mejillas se habían humedecido, mi respiración tenía dificultad, mi cuerpo dolía, pero no podía reaccionar a esto, ya que mentalmente, mi vista no se centraba en mi físico.
Aquel recuerdo se hacía nuevamente presente entre los pasillos de mi memoria.
Ahí estaba, tirado en su silla de trabajo, desangrando, agonizando, dando su último aliento, dando todo por vivir un poco más.
Y yo, observando la silueta que se hacía presente tras el cuerpo. Tanto en el cuerpo de mis recuerdos, como en el cuerpo que dormía, habían lágrimas.
De desesperación, tristeza, impotencia; todo en unas lágrimas.
Mi corazón se había destrozado en tan pocos segundos de observación, mi mente estaba en blanco, me seguía preguntando ¿Por qué?Todo el transcurso fue tan rápido y agitado que solo podía llorar antes de dormir.
Todo la demencia que se podía presentar en una persona, en él lo hacía. Solo que me costó darme cuenta con quien había pasado mi infancia, con quien compartí recuerdos y sentimientos, a quien pensaba declarar mi amor. Él era esa persona, la persona que deseaba querer hasta la muerte. Pero ahora, solo rogaba al cielo que le cayera la peor desgracia encima.
Mi cuerpo temblaba, internamente quería morir, no quería seguir. Mis llantos de dolor y descontrol se hacían presentes causando eco en aquel pasillo.
Estaba apunto de rendirme, pero él no me dejó.
Simplemente, no lo permitió.
No dejó que mi remordimiento se apoderara y me causara sufrimiento por siempre, no me dejó sola, a pesar de no querer contarme qué pasaba, no se apartó.
Y eso es lo que me cuesta entender, ¿por qué lo hizo?
Por qué decidió aceptar esta misión... ¿Era la única forma? Tal vez es lo único que no sabría. Pero de algo estaba segura, él no se cansaría de mí, estaría ahí 24/7 a mi lado sin importar qué.
¿De verdad lo había hecho por su cuenta? ¿Por qué simplemente no escapó de su destino? Antes de yo existir, simplemente pudo haber evitado a toda costa a mi familia.
Comenzar de nuevo era más difícil de lo que pensaba, tener que afrontar los recuerdos, lidiar cada noche con la memoria traumática, secar mis lágrimas, respirar profundo, volver a empezar.
Totalmente y sin duda alguna, eso me estaba comiendo viva.
Solo me quedó seguir. Seguir por mí, por él, por mi futuro, por las personas que me apreciaron, y por las personas que no volvería a ver.
....
Rascaba mis ojos simultáneamente esperando a que el cansancio desapareciera y pudiera apreciar mejor lo que hacía Haru en la cocina.
Finalmente logré que mi vista se renovara y observar como el ojo celestes preparaba arroz y sopa de miso. Mi cara mostraba que estaba despistada pero en realidad así despertaba todos los días; mirando un zapato por una hora.
— ¿Dormiste bien? — preguntó Haru de forma cálida mientras aún cocinaba.
— Sí.. — susurré aún luchando con el sueño.
En ese momento ya llevaba ropa para el trabajo, pero mi cabello se encontraba alborotado y no tuve la molestia de dejarlo así. Aunque al darme cuenta que se trataba de Haru el que estaría apunto de voltear para entregarme el desayuno, se elevó un sonrojo en mis mejillas y rápidamente ordené lo más que pude mi melena, aunque, él ya me había visto de formas peores. Como aquella vez que me echaron agua en la calle al pasar por un festival y llegué a la mansión vuelta un desastre. Ese día Haru se encargó de que quedara impecable, pues debíamos asistir a una boda.
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En proceso de protección
FantasyA no tener madre súmale que tu padre te odie. Súmale un crush que termina matando a tu padre y luego súmale que debes salir de tu ciudad. Ahora resta las posibilidades de tener una vida normal luego de ello y multiplica las posibilidades de experime...