-Tenemos que hablar. -dijo Haru dirigiéndose al rubio con seriedad.
Takeshi lo miró algo confundido mientras habría una lata de refresco y tomaba un sorbo.
-Tú sabes lo que hiciste.
Takeshi negó varias veces con la cabeza. -Ni idea, ¿qué hice?
Haru le dió una mirada amenazante y pude sentir la tensión. -Te comiste el pastel que había comprado.
Takeshi me miró y luego miró a Haru. -Sí, ¿y? Lo tenías ahí desde hace 2 dias y estaba intacto.
-Lo dices como si fuera tuyo. Es mi problema si lo tengo ahí.
El rubio se encogió de hombros restándole importancia a lo que había escuchado. - Lo hecho, hecho está.
Haru le dió una sonrisa falsa mientras tomaba un tenedor algo tentado a darle unos buenos golpes al rubio. -Con que sí, ¿no?
Antes de que pudiera hacer algo me puse al frente de él. -Tranquilo Haru, yo te compro uno nuevo.
Él me miró algo indignado, claro que solo quería su pastel original pero era obvio que eso ya no sería posible. -Olvídalo Yusi.
Él se dió la vuelta y salió de la cocina.Me dirigí hacia Takeshi con un poco de confusión. -¿Por qué lo hiciste?
-¿Hacer qué? -preguntó, seguido a darle un sorbo a su refresco.
-Sabías que yo lo hice, ¿por qué te echaste la culpa?
-No me atrevería a echartela a ti, jamás.
-Pudiste haberlo hecho sin problema.
-Así es, -afirmó. -pero en verdad no era problema para mí, en serio.
Jamás cruzó su mirada con la mía pero dió a entender que no lo pensaba seguir discutiendo.
Aclaró su garganta y se levantó del asiento. -Llegarás tarde, los lunes son más pesados.
Afirmé con la cabeza y le regalé una sonrisa, le di un abrazo y salí de la mansión. El aire fresco se sentía, podía escuchar las aves cantar, escuchar a mis vecinos discutiendo, niños llorando, hasta los pasos de las hormigas se hacían audibles.
Me encontré caminando con pasos lentos, por un rato se me había olvidado que se trataba del trabajo al que debía asistir, mi mente estaba en blanco y solo podía escuchar cosas que jamás creí escuchar, como por ejemplo: el tik tak de un reloj de muñeca que se encontraba a grandes distancias.
Suspiré y moví mis mechones de cabello al lado trasero de mi oreja, eran un fastidio y me dificultaban la vista.
De repente comencé a dar pasos rápidos; ya iba atrasada a la hora.
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-Eres un desastre, Hirawa. -dijo Ayami entre carcajadas ruidosas.
Estaba tan apenada que ni me atrevía a mirar a la cara de Anthony -Lo siento.. -susurré con temor, sabía que por esto recibiría un llamado de atención, pero me lo merecía. -sé que no hay excusa pero de verdad perdón.. me distraje un poco.. mucho..
Escuché su pesado suspiro y a continuación, me dió unas suaves palmadas en la cabeza.-Hey, está bien. No estoy enojado ni nada por el estilo, en realidad te tengo buenas noticias.
Mostré una mirada curiosa y él sonrió. -Adelantaré tu pago del mes. Lo has hecho muy bien y eso debe ser recompensado teniendo en cuenta que comenzaste hace unas semanas. Además es una forma de disculparme por lo que pasó el día de la remodelación, tu amigo seguro se debió molestar mucho. -se vió algo preocupado. -Al menos no denunció a nadie.
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En proceso de protección
FantasyA no tener madre súmale que tu padre te odie. Súmale un crush que termina matando a tu padre y luego súmale que debes salir de tu ciudad. Ahora resta las posibilidades de tener una vida normal luego de ello y multiplica las posibilidades de experime...