Capitulo 24

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Tenía terriblemente los músculos dolorosos. Mi respiración cortante y agitada, sentía que el corazon se me salía por la boca.

Apoyé mis manos en mis rodillas mientras trataba de recuperar el aire. Otro malvado dolor de cabeza se estaba haciendo presente. Me quejé con el viento por aquel reto vergonzoso que habían hecho los tres guardianes contra mí.

"Si no alcanzas a tomarte un litro de agua en menos de 30 segundos, debes correr un maratón"

Hijos de Dios.

Me sentí tan impotente al perder aquel ridículo reto. Me vieron la cara de estúpida ¿No?

Sus carcajadas se hacían más presentes, ellos se estaban acercando por detrás mientras se reían de mi absurda apariencia.
Seque rápido el sudor de mi rostro mientras tomaba una bocanada de aire y me ponía en una postura recta sin voltear a mirarlos.

Dejaron de reír, por lo que intuyo con mi olfato fue Mikel quien tomó mi hombro. — Lo siento, Yusi, es que me sorprendió que aceptaras el reto. — habló algo arrepentido pero sin dejar su tono de gracia; era un gracioso, un gracioso muy adorable.

Rodé los ojos con un gruñido. Era muy incómodo que me vieran con mi cabello desordenado, sudorosa y una postura que solo mostraba agotamiento.

— Bueno, vamos a la mansión para que descanses. — incluyó Haru pasando por mi lado y tomando mi mano. — Y ahora, sin cero risas. ¿Entendido? — habló con una seriedad para nada creíble hacia el chico con aroma a cerezos, que aún se ahogaba con su propia risa.

Fruncí el ceño y ante eso el rubio volvió a su postura habitual. — Pero las risas no faltaron. — mencionó moviendo sus dos cejas de arriba hacia abajo mientras tenía una sonrisa pícara.

Mikel soltó una risa agradable ante su expresión y luego prosiguió a caminar. — Vamos, que debemos hacer el almuerzo. No crean que los sábados son días del todo libres.

Ellos asintieron y me acompañaron en mi caminata pesada.

Desde que Mikel llegó nos estuvimos divirtiendo mucho. Era muy carismático y agradable, pero a pesar de ser el segundo, se comportaba más maduro. Me imagino que por su trabajo tuvo que aplicar ese comportamiento de semblante serio y decidido. Aunque no era para nada fastidioso, en lo absoluto, su protección hacia mí se hizo más notable cuando Takeshi le contó sobre que ya sabía todo. En cierta parte, los sentimientos de Mikel eran muy adorables y agradables, así tanto como los de Takeshi. Aunque el rubio era más cerrado.

Pero la compañía de ellos hacía agradable el lugar, sus aromas mezclados con el de Haru hacían la mansión un espacio cómodo.

A pesar de que aún habían muchas incógnitas sobre todo lo que pasaba, hasta ahora, no tenía ganas de saberlo, la presencia de ellos era suficiente para mí, no quería arruinarlo con mis confusiones y problemas con mis habilidades. Pero hasta ahora me preguntaba ¿Cuántas habilidades tenía?

Me sentía tan floja y cansada que terminé tirada en el suelo de la mansión. El frío piso erizaba mi piel, pero al mismo tiempo, la comodidad del piso hecho de alfombra de un tono vinotinto me daba la sensación de que me quedaría ahí un buena rato. Aunque esa comodidad no duró mucho puesto que Mikel me tomó y me cargó sin dificultad.

Chico con aroma a aire puro, me hubieras dejado ahí.

Un quejido sufrido salió de entre mis labios pero él no hizo caso y solo se dirigió hacia mi habitación caminando por las escaleras.

No intenté bajarme de sus brazos puesto que absolutamente todo me dolía, tanto como para ejercer fuerza en un hombre que solo se preocupaba por mí.

Me dejó en la puerta de mi habitación y dió suplica de que descansara lo suficiente, y que lo perdonara por toda la risa que soltó por mi situación. Solo asentí para que no se preocupara. Mi molestia ya había pasado como para guardar rencor alguno. 

En proceso de protecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora