13. Últimas sonrisas

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Pasaron algunos días, Meli no se había vuelto a aparecer por la pastelería y eso tenía más tranquilo a Temo, así ya podía disfrutar de su familia.

Anya y Nidia aún estaban dormidas, pero comenzaron a despertar al sentir que alguien las movía. Sonrieron al ver que era su papá Temo.

-A levantarse, mis niñas- les decía-. Se les hará tarde para ir a la escuela.
-Ya vamos papi- dijeron y al levantarse le dieron un abrazo-. Te amamos papá.
-Y yo a ustedes.

Temo salió de la habitación y las niñas comenzaron a cambiarse.

Ari estaba en la cocina terminando de guardar los almuerzos de sus hijas y el suyo. Sonrió al sentir en su mejilla un lindo beso de su esposo.

-¿Qué ocurre Tahi?- preguntó Temo-. Te noto pensativo.
-Me siento raro, Tahi- dijo Ari-. No sé, siento que algo no está bien.
-Tranquilo amor, todo va a estar bien. Aquí están tus hijas y estoy yo.

Ari volvió a sonreír y le dió un beso a Temo que duró unos segundos. Anya y Nidia miraban a sus padres con una sonrisa, ellas notaban que se tenían más amor desde que Meli no se había vuelto a aparecer.

-¿Ya nos vamos?- preguntaron.
-Si mis niñas- dijo Ari-. Voy rápido por mis cosas y nos vamos.
-Cuidense mis niñas, las amo- dijo Temo abrazándolas-. Tengan un lindo día.
-Gracias papi- dijeron las niñas sonriendo-. En la salida nos vamos a la pastelería.
-Perfecto, allá las espero.
-Nos vemos en la tarde, Tahi. Te amo.

Ari y las niñas se fueron, Temo fue a ver a las bebés y almorzaría junto a ellas.

Ari ya había llegado a la escuela, Anya y Nidia ya se iban a bajar pero se detuvieron al ver a su papá muy pensativo y lo abrazaron.

-¿Qué pasa papi?- preguntaron.
-Nada, mis niñas- dijo Ari volteandose para darles un abrazo-. Tengan un lindo día.
-Gracias papá, tú también ten un bonito día en el trabajo.
-Gracias mis amores.

Anya y Nidia bajaron del auto, comenzaron a adentrarse a la escuela pero vieron por última vez a su papá y le mandaron un beso. Ari sonrió y también le mandó muchos besos a sus hijas, una vez que se aseguró que entraran a la escuela se fue a su trabajo.

Ari llegó a su trabajo y se fue directo a su oficina, sacó su cuaderno para comenzar a escribir algo. Kika entró a la oficina con dos cafés.

-Aquí está tu café, Ari- dijo al entregárselo.
-Gracias amiga- agradeció Ari.
-¿Qué escribes? ¿Una nueva canción?
-Si, ahora esta va dedicada para mis hijas.
-Nunca había conocido a una persona que realmente amara mucho a su familia.
-Temo y mis cuatro hijas son todo para mí.

Familia Corcega López 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora