11. Yolo ayuda

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Anya y Nidia se encontraban limpiando su cuarto, sus padres estaban en el trabajo. A pesar de que ya habían pasado algunos días no dejaban de pensar en lo que su papá lidiaba con Meli.

-Si papá ya se está cansando del comportamiento de esa mujer pues yo también- dijo Anya.
-Ya somos dos- dijo Nidia-. Parece que no tiene otra cosa que hacer más que fastidiar a papá.
-Y por más que papá le ponga muchos altos sigue sin entender.

Ambas continuaban limpiando pero sin dejar de pensar en la situación, de repente Nidia tuvo una idea porque su expresión cambió.

-Nosotras también podemos ponerle un alto- dijo Nidia.
-¿Cómo?- preguntó Anya.
-Terminemos de limpiar y ya te explico.

Luego de limpiar, Anya y Nidia salieron de su casa para ir al edificio, obviamente avisando a sus papás para que no se preocuparan.

-¿A quién venimos a ver?- preguntó Anya.
-A Yolo- dijo Nidia.
-¿A la prima Yolo?
-Si, ella tal vez nos pueda ayudar. Papá Temo me contó que antes de que descubrieran que eran familia de papá Ari hubo rivalidad entre ellos, trataban de humillarse y eso es lo que nosotras haremos con Meli.

Anya sonrió con complicidad ya que ese plan comenzaba a gustarle.

Llegaron al departamento, tocaron el timbre y esperaron a que abrieran. Neto abrió la puerta.

-Hola niñas- las saludó.
-Hola tío- devolvieron el saludo-. ¿Está Yolo?
-Claro, ahora la llamo.

Esperaron unos segundos afuera mientras pensaban en lo que podían hacer.

-Hola niñas- saludó Yolo al salir.
-Hola prima.
-¿Todo bien? Mi papá dijo que quieren hablar conmigo.
-Si, necesitamos de tu ayuda.

Las tres fueron a sentarse en las escaleras y ahí le contaron a Yolo lo que Temo estaba viviendo desde la aparición de Meli, la rubia al escucharlas comenzaba a molestarse ya que ella tampoco iba a permitir que alguien se metiera con la felicidad de su familia.

-Bueno niñas se me ocurren muchas ideas- dijo Yolo-. Cuando llegué al edificio su papá Ari me comenzaba a gustar pero aún no sabíamos que éramos familia. Aún sabiendo que era novio de su papá Temo intenté hacer de todo por separarlos pero nada funcionó, Temo hizo algo para humillarme y yo me vengue con una broma que salió mal.

Anya y Nidia se miraron con complicidad, la idea de hacer una broma comenzaba a gustarles. Yolo se dió cuenta de lo que tramaban y quiso detenerlas antes de que hicieran algo.

-Ni lo piensen- dijo Yolo-. La broma que hice junto a mis hermanos terminó muy mal que todos nos metimos en problemas y yo no quiero que se metan en problemas con sus papás.
-Entonces, ¿qué podemos hacer?- preguntaron.
-Hablar con ella, aclararle las cosas y humillarla.

En casa, Temo estaba con sus bebés alimentándolas, no dejaba de mirarlas con una sonrisa porque se daba cuenta de lo rápido que estaban creciendo. Salió de sus pensamientos cuando sintió un beso en su mejilla, su esposo había llegado.

-Hola amor- lo saludó.
-Hola Tahi- le dió otro beso y cargó a una de las bebés-. ¿Anya y Nidia?
-Fueron al edificio, no tardaban.
-¿Y cómo se portaron estas lindas bebitas?
-Se portaron bien y cada día crecen más.
-Al igual que nuestras otras hijas.
-Y con ello se vendrán las enormes fiestas, en dos meses el bautizo de las gemelas y en dos años los 15 años de las otras dos.
-Sin duda quiero vivir junto a ti esos momentos importantes para nuestras hijas.
-Y así será Tahi.

Familia Corcega López 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora