30. Hasta nunca

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Últimos capítulos...

Pasaron unos días, Anya y Nidia ya habían regresado a casa, habían extrañado su hogar. Al entrar a su casa fueron recibidas por sus perros, ellos también las habían extrañado.

Ari y Temo iban en su auto, se dirigían a un lugar pero estaban tranquilos ya que dejaron a las cuatro niñas al cuidado de Pancho. Llegaron al reclusorio y al entrar se detuvieron en un pasillo, Temo estaba nervioso.

-Tranquilo Tahi- dijo Ari mirándolo a los ojos-. Aquí te espero.
-Gracias Tahi- dijo Temo y le dió un beso-. No tardaré.

Un guardia guío a Temo hasta un lugar donde estaban las celdas. Otro policía llevaba a Meli, al ver a Temo sonrió y se acercó aunque los barrotes los separaran.

-Mi amor, que bueno que pudiste venir- decía-. Odio este lugar porque te extraño.
-Cállate- dijo Temo serio-. Lo que les hiciste a mis hijas no tiene perdón.
-Temo, entiende que lo hice por amor. Yo te amo.
-Si me amaras como tú dices no habrías hecho esto, mis hijas son mi vida.
-Por eso tengo que deshacerme de ellas, así podrás pedirle el divorcio a ese tipo y los dos al fin estaremos juntos.

Temo golpeó la mesa asustando a la mujer, lloraba de coraje al escuchar eso porque le dolía que alguien quisiera meterse con su familia.

-De verdad tú estás loca- continuó Temo.
-Loca de amor por ti- dijo Meli-. Por favor, sácame de aquí.
-Descuida, saldrás pronto de aquí pero con la orden de ser trasladada a un hospital psiquiátrico.
-¡¿Qué?! ¡No!
-¿Creíste que no lo iba a saber? Tu tía Pina me comentó que padeces de esquizofrenia y yo no quiero a nadie así cerca de mi familia.
-¡No Temo, no quiero ir a ese lugar! Los preparativos de nuestra boda ya están casi listos.
-Entiende Meli, soy gay y ya he formado una vida con el hombre que amo. ¡Eso solo fue un juego de niños!
-No lo fue, pero ahora vamos a estar más unidos porque estoy esperando un hijo tuyo. ¡Estoy embarazada!

Temo ya no sabía qué hacer, Meli solo buscaba pretextos para no alejarlo y esto había sido lo más ridículo que había escuchado. El castaño decidió ponerle fin.

-Dí lo que quieras, te irás a un psiquiátrico y punto. No sé cómo pude tener una amiga como tú. Hasta nunca Meli.
-¡No Temo!- gritaba Meli-. ¡No me hagas esto, por favor! ¡No me dejes aquí, aún tenemos que celebrar nuestra boda!

Los gritos de Meli se escuchaban hasta afuera pero Temo los ignoraba. Su sonrisa apareció al ver a su esposo y lo abrazó.

-¿Todo bien?- preguntó Ari.
-Si Tahi- dijo Temo-. Vamos a casa, ya no tenemos nada que hacer aquí.

La pareja regresó a casa, al entrar vieron la tierna escena de Pancho jugando con sus cuatro nietas, ya se extrañaba la diversión en casa.

-¡Llegó el monstruo de las cosquillas!- dijo Ari haciéndoles cosquillas a sus hijas.
-¡No papá, eso da cosquillas!- decían Anya y Nidia riendo.
-¿Cómo les fue hijo?- preguntó Pancho abrazando a Temo.
-Bien, Papancho- dijo Temo-. La van a trasladar a un psiquiátrico porque si está mal. No entiendo, ella no era así.
-Las cosas cambian, hijo. Pero ya no pienses en eso, ahora vuelve a disfrutar de tu esposo y tus hijas.

Temo se unió junto a Ari para jugar con sus hijas, volverían a vivir los lindos momentos.

Familia Corcega López 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora