18. Miedo

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-¡¿Dónde estoy?!- decía Anya asustada ya que no veía nada.
-¡¿Anya?! ¡¿Dónde estás?!- se escuchaba la voz de Nidia.

Las hermanas Corcega López aunque no vieran intentaron moverse pero les era imposible porque tenían las manos atadas detrás de su espalda.

-¿Dónde estamos, Anya?- preguntó Nidia.
-No lo sé, pero me quiero quitar esta cosa de los ojos- decía Anya haciendo algunos movimientos para zafarse pero era inútil-. Escucha, pase lo que pase tenemos que conservar la calma y buscar una manera de salir de aquí.

Continuaron haciendo algunos movimientos para intentar zafarse pero se quedaron quietas al escuchar una puerta abrirse y al momento cerrarse, el miedo comenzaba a hacerse presente cuando unos pasos se escuchaban y se acercaban a ellas. Los pasos se detuvieron y repentinamente les quitaron las vendas de los ojos mostrándoles la realidad: estaban en un lugar abandonado. Pero el miedo creció más al ver a esa persona.

-¡¿Meli?!- dijeron asustadas.
-Hola niñas- dijo ella con sarcasmo-. Que agradable volver a verlas.
-¡Sueltanos!
-¿Para qué? ¿Para que vuelvan con esas cosas que llaman "papás"? Pues no lo haré.
-No hables así de nuestros papás.
-Pues si lo haré porque Temo tenía que ser mío y ese cantante le lavó el cerebro. Pero todo eso acabará porque teniendolas aquí provocaré que tengan peleas constantes y se lleguen a divorciar, así Temo será mío.
-Estás loca, conocemos a nuestros papás y su amor es más fuerte que puede romper cualquier barrera.
-Que ilusas, sus papás no van a continuar juntos y quién ganará seré yo.

Meli salió de ese lugar, aunque las niñas la hubieran enfrentado no pudieron evitar sentirse muy asustadas al saber que estaban lejos de su familia y de lo que esa loca les podía hacer.

-¡Auxilio!- gritaban asustadas-. ¡Ayúdenos, por favor!

En casa, Ari tenía cargando a sus bebés mientras esperaba en la sala ya que Robert estaba en la habitación revisando a Temo.

-Ya mis amores, papi va a estar bien- decía Ari a sus bebés y en ese momento salió Robert-. ¿Cómo está Temo?
-No te preocupes Ari, él está bien- dijo Robert-. El desmayo solo fue a causa del impacto por la noticia de mis sobrinas, pero va a estar bien.
-Gracias primo.
-Todo estará bien, verán que las niñas van a aparecer.

Robert se fue y Ari entró a la habitación con sus bebés, Temo estaba acostado en la cama y sonrió al ver a sus tres amores, pero sabía que faltaban dos.

-¿Cómo te sientes, amor?- preguntó Ari sentándose a su lado.
-Estoy mejor- dijo Temo tomando a una bebé y besando su cabecita, Ari lo abrazó.
-Tahi, nosotros por el momento no podemos hacer nada, aquí la policía se encargará de hacer su trabajo.
-Pero...
-Rodrigo nos dió su palabra y sé que encontrará a nuestras hijas, solo debemos escuchar a nuestro corazón.
-Ari, yo no quiero que por la desaparición de nuestras hijas vayamos a tener constantes discusiones porque yo en estos momentos es cuando más te necesito.
-Eso no pasará Tahi, nosotros no tenemos la culpa de ser felices. Esas personas que nos quitaron a nuestras niñas tienen el corazón tan podrido y si piensan que nos van a separar pues están muy equivocados.

Ambos se abrazaron sintiendo ese gran apoyo de pareja, Meli estaba realmente equivocada con la idea que les estaba metiendo a las niñas porque el amor de Aristemo era más fuerte ante cualquier obstáculo.

Familia Corcega López 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora